"¿Debería?"

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- ¡Bestia! ¡No, para! - gritaba Laura corriendo hacia la fuente, donde ahora dominaba una lucha encarnecida entre Hank y Erik, o mejor dicho, una lucha de fieras.

Por los pelos no dijo su nombre, si revelaban su identidad acabarían muertos en poco tiempo, o condenados a un infierno de vida dominada por persecuciones. Raven mira horrorizada la escena, llevándose las manos a la boca, sin saber muy bien que hacer. Acababa de ser salvada por Hank, se debatía entre ayudarle o huir, pero ese acto tan humano le hacía retroceder. Aparte, Erik esperaba matarle en cuanto tuviera ocasión de vencer a Hank, un pequeño segundo para dirigir la bala a su corazón. La multitud que los rodeaba había empezado a ponerse nerviosa ante aquel espectáculo tan... Inhumano. Laura entendía perfectamente como se sentía cada una de aquellas personas que había allí, mirándole a ella, a Raven o a Hank, con miedo.

- ¡Nessie!- un cuerpo azul y fuerte le estrecho entre sus brazos, imposibilitándole seguir.

- Raven- pudo susurrar Laura.

- ¡Lo siento en serio! Siento mucho como me comporte, no sé que me pasó... 

Aquella disculpa pilló un poco de sorpresa a Laura, no se la esperaba para nada, y menos en aquel momento. ¿No se daba cuenta de que Erik estaba allí medio ahogándose mientras se oían sirenas de coche de fondo?

- Rav... digo Mística- le interrumpió Laura- luego lo hablamos. Huye, sal de aquí. 

Laura corrió hacía la fuente, donde aún forcejeaban Erik y Hank, pero ahora se movían menos. ¿Sería que Erik había perdido la respiración...?

Laura no lo pensó mucho, corrió y se echó encima de Hank, arañándole con sus fauces y garras. Ahora nada importaba, por mucho que la gente gritara y huyera despavorida y empezaran los coches a arrastrarse hacía la fuente, no soltaría a Hank por nada del mundo: la vida de Erik estaba en juego. 

Hank, de improvisto, la estampó contra el suelo, aquello le quito la respiración a Laura por momentos.

- No me obligues a hacerte daño- rugió amenazante Hank. Laura intentó levantarse de nuevo, pero el joven le atacó de nuevo en el suelo, agarrándola por el cuello. La chica, con poca respiración, se dió cuenta de que Hank dejaba de moverse al sujetar a Erik, aflojo su agarre en ella y pudo liberarse, se recompuso y miró hacía la fuente, cuya agua estaba teñida de rojo... Un rojo brillante que era llamativo bajo la luz del sol.

- ¡¿Qué le has hecho?!- exclamó Laura asustada al ver el brillante color de agua. Sintió a alguien a su lado acercarse temerosa, Raven.

- ¡No le he hecho nada! Se intentó excusar Hank. ¡Solo le he dado un golpe...!

No pudo terminar, se vio embestido de improvisto por unas barras de metal que Erik había manipulado bajo su poder y que ahora le sujetaban. Erik salió del agua inhalando fuertemente, y se dirigió hacia Bestia con una mirada intimidante y apretando más los hierros, Hank rugió de dolor.

- A ella ni le toques- amenazó rechinando los dientes.

- Erik, déjale en paz- le susurró Laura. Con una última fría mirada, aflojó el agarre  sobre Hank, el chico cayó desmayado al suelo. Laura pudo observar a Raven camuflarse entre la multitud despavorida y desaparecer.

- Tenemos que irnos- Erik le agarró de la mano y tiró de ella. La morena seguía transformada, contemplo su mano azul pálida entrelazada en la de él. La gente huía de ellos, hasta que llegaron las fuerzas francesas, impidiéndoles el paso con aquellas intimidantes armas ametralladoras.

- Quiero que sepas- pronunció de improvisto Erik-  que no lo hice con mala intención y que te sigo queriendo desde el primer día que te vi. 

Aquello descolocó a la chica varios segundos.

X-Men. Días del futuro pasado. (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora