"Nunca te fies de nadie, y menos de los hombres"

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¿A quién se le ocurrió la genial idea de meter a Charles, Michelle, Erik y Laura en un mismo coche? A Logan, por supuesto.

Nadie había visto una encerrona como aquella en su vida: en cuánto Laura apareció con su coche y se dio cuenta de que Logan, Diane, Peter y Hank se encontraban ya sentados en el otro coche muy tensos, contemplando la situación tan embarazosa, sabía que todo aquello había sido idea de aquel hombre que le parecía un misterio. 

Michelle se sentó junto a ella en el asiento del copiloto, le dio una mirada significativa: las dos matarían a Logan por aquello. Charles y Erik, no muy seguros, se sentaron atrás en silencio. Permanecieron unos segundos viendo al otro coche arrancar y conducir delante de ellos. Laura se dispuso a seguirlos y arrancó también el coche, el suave ronroneo del motor rompió el silencio.

- ¿A dónde nos dirigimos ahora?- preguntó Michelle a la conductora cuándo entraron en la carretera.

- Al aeropuerto- Laura vio a Erik tensarse por el retrovisor.

- Me reconocerán, no podremos salir del país fácilmente ...

- Está todo planeado- le cortó Laura. Erik fijó sus ojos en la chica, la morena cortó rápidamente el contacto visual. Se sentía mal después de todo, sabía que tendría que arreglar las cosas con él, pero... se veía demasiado frágil. No se veía capaz de mantener una conversación seria sin poder echarse a llorar.

- ¿Por qué habéis vuelto a por mí?- volvió a preguntar Erik a los pocos minutos, cuándo ya estaban entrando en la carretera.

- No ha sido decisión nuestra- le respondió Charles fríamente. Erik quedó confuso ante aquella respuesta.

- ¿Entonces...?

- Ha sido por ese hombre, Erik- le resolvió Michelle.

- Me lo imaginaba- bufó el susodicho sarcásticamente.

- ¿Qué quieres decir con eso?- le desafió Charles.

- Charles, ahora no- le tranquilizó Laura antes de que Erik pudiera contestar. Charles calló y no volvieron a hablar durante el resto del viaje, que no fue para nada corto. 

La morena evitaba mirar por el retrovisor lo máximo posible, pues los ojos de Erik estuvieron puestos en ella durante todo el trayecto, y Michelle solo miraba fijamente hacía delante con el semblante serio. Llegaron al aeropuerto, y tras pasar los controles de seguridad necesarios, entraron en pista y aparcaron junto al otro coche que se encontraba al lado de un imponente jet privado, capricho de Charles. 

Los demás estaban ya fuera, y en cuanto Laura aparcó, Michelle salió disparada del coche. Charles se armó de valor y fue tras de ella, dejando a Erik y Laura solos dentro del vehículo. La morena no sabía cómo reaccionar, qué hacer o qué decir delante de él. Nerviosa, se quitó el cinturón y tomó el mango de la puerta dispuesta a salir, pero una mano se lo impidió: Erik le había agarrado la mano y ahora le impedía salir.

- Laura- pronunció suavemente aflojando su agarre- tenemos que hablar. 

La chica le miró directamente a los ojos, y no pudo evitar sonrojarse por la profundidad de aquella mirada.

- ¿En serio?

- En serio.

Erik le acarició la mano con ternura y le sonrió, Laura sintió derretirse por dentro. No, no podía. El mismísimo tiempo le había enseñado que no podía ser débil, siempre haría falta un poco de coraje.

- Luego hablamos- se soltó de su agarre y salió del coche, dejándolo confuso. Estaba actuando tal y como le había sugerido su amiga, no podía caer a la primera: tenía que ser fuerte. 

X-Men. Días del futuro pasado. (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora