Borradores II

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Despreciado

Soltó una pequeña risa en su escritorio, había escuchado unos cuantos metros lejos de su salón, como un profesor nuevo ingresarla a la escuela y Tsuna conocía a quien pertenecía esa aura.

Un hombre con fedora y curiosas patillas, entro al salón, una de sus manos levantó en forma de saludo su sombrero mientras que la otra solo estaba oculta en uno de los bolsillos de su pantalón. El traje negro que portaba le sentaba bien a su buena figura, haciendo que varias chicas de su salón suspiraran enamoradas.

—Es un idiota—

—Me llamo Reborn y desde hoy seré su nuevo profesor, ya que por una extraña razón su maestro de Matemáticas renunció—hablo el azabache mientras mantenía su vista en el alumno de largos mechones marrones sobre su rostro.

—Claro que no, usted hizo que lo despidieran—susurro para si mismo y obviamente sentía la mirada de aquel asesino sobre él.

—Ya que todos se conocen...—miro alrededor de los alumnos en la primera fila, señaló a un chico pelinegro y le ordenó—Tu, cambia tu lugar con el moreno de alla—

Dos cosas pasaron. Algunos alumnos se burlaron, mientras dirigían sus miradas hacia el castaño señalado, haciendo que este se sintiera incómodo y bajará la mirada.

—Profesor, Sawada solo es un estorbo en esta clase, ignorelo—declaro una chica sentada a lado del castaño.

—E-esta bien, desde aquí puedo escuchar la clase—Tsuna mordió su labio por el interior y se dejo controlar.

—No pregunté si querían cambiar de lugar o no. Ahora hazlo, soy el nuevo profesor aqui—miro amenazante a todos los alumnos, incluso Tsuna sintió un escalofrío.

Fue tomado con delicadeza por el azabache de patillas rizadas, lo alzado de su asiento y encaminado al asiento de enfrente ahora vacío.

—No necesito de esto—susurro, tratando se safarse del agarré.

El azabache se sentía un tanto estúpido, como pudo dejarse llevar por sentimientos de...¿Cariño?
Ni él sabía, solo sabía que por eso, ahora tenía mal genio.

Después de eso, la clase continuo con normalidad. Explicando con sencillez para que más adelante, en las tutorías personales del castaño, no fuera tan difícil explicarlo.
El asesino, se había dado cuenta que Tsuna era capaz de muchas cosas, pero por su poca confianza no decía nada. Aceptaba como si nada las burlas de los demás y eso lo hacía enfurecer;quería cambiar eso, no solo porque era el candidato al Décimo Vongola, si no porque algo muy dentro de él lo impulsaba a hacerlo y quería saber que.

—¡Hey Sawada! ¿Viste lo bueno que era enseñando el profesor? Pfft claro que no, sabes que por ahora te ayudará solo espera y verás que más adelante se cansará de ti—el chico ciego fue empujado sobre una banca, provocando que el borde de una mesa lo lastimarla.

Tsuna no se quejó, ni hizo mueca alguna, solo lo dejo pasar y agachó la mirada esperando a que los pasos de esos compañeros suyos, se fueran alejando del salón. Cuando fue así, el morenos suspiró y volvió al que se suponía era su asiento, solo fue cambiado de lugar por esa clase.

—Aserte otra vez—penso al deslizar sus delgados y pálidos dedos sobre su escritorio, reconocía cada raspadura y marca que él fue dejando durante clases aburridas.

///

—Un niño ciego...¿Por que sigues asistiendo asistiendo a la escuela?

—P-porque q-quiero hacer amigos—sus pequeños orbes caramelo, estaban abiertos pero no veían nada. Solo se movían a lugares inciertos dentro de esa sala.

—¡Nadie quiere ser tu amigo!—otro niño dijo, mientras empujó al Tsuna de 7años.

—T-tus ojos...¡Tus ojos dan mucho asco! ¡Mejor sacalos!—despues alguien más lo agredió y lanzó una mochila en dirección a su discapacitado compañero, callo al suelo de espaldas y extendió sus brazos como buscando apoyarse de algo para levantarse.

Una pisada fue lo que recibió.

—¡Quédate ahí, yo me encargaré de sacar tus ojos! Igual no puedes ver quiénes te acaban de golpear ¿verdad?—

—N-no, no, bajate ¡Bajate! ¡Por favor para! ¡Por favor para!—grito, como pudo cubriendo su rostro y cerrando con fuerza sus párpados.

///

Entonces despertó. Odiaba tener ese sueño del pasado, era hasta ahora el peor trauma que lo había marcado. Todavía tenía en su mente, el fresco recuerdo que esa vez lo dañaron tanto, que sus orbes sangraron. Lloro y lloró sangre por horas, nadie en el orfanato hacia algo para consolarlo.

Tsuna suspiró cansado. Se levantó de su cama, en un cuarto que ahora era solo para él, pero que en la habitación de alado dormía el azabache; debería estar agradecido de tener un techo y comida decente, pero lo odiaba, por darle esperanzas de ser algo grande, era simplemente estupido.

—¿Porque tardas tanto?—pregunto el peli-negro, recargado en el marco de la puerta del dormitorio ajeno.

—N-nada...solo me perdi—en parte era cierto, aún no se ubicaba bien en ese cuarto, llevaba minutos intentando encontrar la puerta del baño.

—Eso no te va a salvar de ir a clases, mocoso—finalizo, retirandose del lugar, dejando una risilla en el aire.

Salió primero de ese departamento y camino con tranquilidad hasta su instituto, al quedarse ahora en una nueva residencia tenía que aprender por sí solo el camino de ida y de regreso; tanteando las paredes y postes que de vez en cuando se tomaba, negándose a usar aquel bastón que lo reconocía como un absoluto ciego.

[  ◍ • ◍  ]

Estaba a unos metros de llegar a su salón, un compañero tenía el pie extendido en la mera entrada, de manera "casual" para que Tsuna callera. Era una broma infantil, pero les divertía verlo caer y preguntarse con que se tropezó.
Tsuna se encogió de hombros y siguió avanzando, pensaba dejarlos satisfacerse con sus bromas tontas, sin embargo unos pasos más agrandados que los de él se dirigieron a esa pequeña trampa, provocó en cambio que Reborn terminara entrado primero al salon y el castaño lo seguía.

—¿Lo hizo aproposito? ¿O solo fue casualidad?—se preguntaba el moreno, agachando su mirada  y así dejando que sus cabellos ocultaron sus ojos.

Fue sacado de sus pensamientos por un golpe en su cabeza.

—Sawada, espero no se esté durmiendo—
Fue el Azabache quien llamo su atención—De nuevo...¿Porque no intentas abrir los ojos?—

—No es necesario...ni dormir, ni abrir los ojos—hablo a su tutor con un susurro.

—Hmm... interesante—cogio uno de sus rizos y los deslizó hacia abajo—Bueno, continuemos.

[  ◍ • ◍  ]

Y aquí deje esta parte al parecer, no lo termine porque no me estaba gustando como iba...
Este borrador igual es aparte de Despreciado-Amado, los inicios de una obra que ame mucho escribir UwU

Gracias por leer jsjsjs

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