[ I ]Especial; Cielo

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Era de nuevo un 14 de octubre, era una madrugada muy fría y el cuarto donde se encontraba, no era muy cálido que digamos, pero ahí estaba, despierto y bajo sus sábanas, haciendo una especie de capullo dónde se celebraba así mismo su cumpleaños.

Tenía que hacer mucho silencio, porque en esa habitación se encontraban más niños como él, ahora vivían en un orfanato, después de su que padres lo abandonarán en aquel lugar, pero aún así, recordaba el día de su cumpleaños. Lo celebraba el solo, porque lo hacía feliz, lo hacía recordar la época dónde fue feliz junto con su familia y sentía que hacerlo lo regresaría a ese cálido hogar.

Lamentablemente, después de que la pequeña velita se apagará, amargas lágrimas salían y silencioso sollozos se escuchaba en la habitación fria, su cumpleaños número 8 había terminado.
Para la mañana siguiente, como todas las demás, era la burla de los otros niños, diciéndole que se rindiera, que dejara de celebrarse a si mismo porque era estúpido y ya nadie lo querría, porque fue abandonado.

Pero Tsuna persistía, porque quería recordar, quería sentirse aunque se un poco amado. Porque incluso en ese lugar era lastimado por otros, lo herian con palabras y golpes, las mujeres de ese lugar lo castigaban sin comer, por ninguna razón, nadie lo quería y dejaba de lado.
Los años avanzaron y al ver que nadie quería adoptar al niño, ellas simplemente decidieron que tenerlo ahí, era una perdida de tiempo.

El castaño una vez creció, fue mandado al instituto para estudiar y al menos no ser un inútil, para luego regresar por las tardes a ese orfanato, donde incluso le habían hecho una habitación propia y pequeña, que para no molestar a nadie, lo encerraban una vez que llegaba de la escuela. Ahí permanecia sin comida, intentando inútilmente hacer la tarea que nunca entendía. También con los años que creció en ese frío lugar, comenzó a pensar que realmente su vida no tenía sentido, no tenía sentido que celebrará el día que nació ya que a nadie le importaba.

Para cuando cumplió 15, el orfanato lo hecho del lugar, con la única obligación de proporcionarle un departamento pequeño para que empezará a vivir solo. Cosa que le fue difícil al principio para obtener una cama o al menos una mesa para comer, aunque igual no comía, ya estás acostumbrado a comer poco y solo bebía un poco de agua. Para él no era una mala vida, sentía que lo merecía, por algo fue abandonado ¿No?

Para ese momento, Vongola apenas había escuchado sobre aquel accidente automovilístico, donde cobro la vida de un ex agente de CEDEF y su esposa, donde solo su hijo sobrevivió y durante 10 años estuvo en un orfanato. Accidente que ocurrió cuando aún era muy pequeño y no recordaba nada, más bien, su mente bloqueo aquel suceso y cambio los recuerdos, por unos dónde Tsuna fue abandonado, porque no era querido.

Pero ahora este niño, tenía 15 años y era necesario que empezará a ser entrenado, pues casualmente portaba la sangre para ser aceptada por un anillo y era necesario para vongola que era una mafia. Por ello, el noveno vongola decidió que sería traído a Italia, donde comenzaría a entrenar y tener sus propios guardianes, y una vez que cumpliera 25 tomaría oficialmente el puesto, tendría una nueva familia, un nuevo hogar. Sin embargo, cuando aquel asesino llegó a darle esas noticias, se negó.

-No puedes obligarme a ir, además no debería estar hablando con extraños-el castaño camina apresuradamente hacia su departamento, ya que fue interceptado al momento de salir de la escuela.

-Si vienes a Italia...tendrás una familia que te reciba ¿No es eso lo que más quieres niño?-comento Reborn, mirando la reacción del oji-miel.

La verdad era que el castaño no estaba muy convencido, eso de que alguien lo adoptara o si quiera viera algo valioso en él, sonaba como una mala broma. ¿Mafia? Si claro, ¿Una mansion en Italia? Sonaba más tentador, dejando de lado todo el tema sobre que sería jefe, le parecía más llamativo el hecho de que viviría con lujos, cuando siempre vivió encerrado y con cosas usadas y sucias, incluso el departamento donde vivía, no tenía nada y dormía prácticamente en el suelo.

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