ㅡTienes razón, me alegra haberte educado bien. Pero para saberlo tendrás que esperar, querido hijo.Un Gulf cabizbajo y tembloroso entro a la habitación, respiró hondo y no subió su vista, abrazado de su propio cuerpo, rezó a morir. Rezó por qué lo único que esperaba era ver a su hermano dentro de la habitación, pero no podía, no olía, tenía miedo de levantar la vista.
ㅡ¿G-Gulf?
Mew sonrió, con los ojos cristalizados y llenos de alegría, de por fin, ver al menor. El señor Traipipattanapong escondió su mano detrás de su espalda, asintiendo a una figura que se posaba detrás del menor. La figura, un hombre pelinegro, alto y de buena figura avanzó un par de pasos a Kanawut, cerrando la puerta detrás del nombrado.
ㅡEsto es bello, tenía bastante que no veía a la familia reunida, aunque..aún falta su madre, ¿no?
Volvía a su asiento en pasos pequeños, pasando de largo su dedo por el perímetro de aquel escritorio, un escritorio frente a un gran ventanal.
De solo asomarse se podría ver la ciudad, cuántos varios pisos bajo aquellas personas en la habitación, Mew prestó atención a la acción del Señor Khalan, tragando saliva al ver el cristal.ㅡ¿por qué nos has reunido? nos separaste, golpeaste, humillaste, castigaste, ¿y ahora nos quieres juntos?
El señor asintió y se sentó. Ambos chicos estaban desconcertados, Gulf se atrevió a levantar su vista y ver la escena, ver a Mew golpear el escritorio y gritarle.
ㅡNo puedes intentar reparar un daño que has causado, no puedes venir, después de casi 2 años a juntarnos y darnos la libertad de volver a vivir juntos. Haz dicho, tienes trucos, ¿CUÁLES SON?
El joven Jongcheveevat volvió a levantar su voz, escuchando un hilo de voz detrás de él.
'No huelo nada..'
Mew concordó. Pero no admitió la situación e ignoró el detalle de no poder olfatear enojo, nerviosismo, tristeza, y también podría decir, miedo.
ㅡNo los he dejado libres, ¿o sí, Suppasit? Jamás les dije que tenían la libertad de volver a estar juntos por ahí. ¿Arriesgarme a qué ensucien nuestro linaje? No. Pueden vivir, pero si intentan o veo algo fuera de lo común, créanme, lo sabré. Les doy esta oportunidad para reparar lo que hicieron, y para redimirme.
Mew bufó, y despegó sus palmas y dedos del escritorio, sintiendo un gran enojo recorrer su cuerpo, sintió cada centímetro de su bello erizar.
ㅡ¿Redimirse? No. Te lo dije, no puedes reparar el daño que causaste, padre. Nos has separado, has destruido a la familia, ¿por qué? todo por una estúpida fortuna y reputación. dímelo, Padre, ¿golpearnos y destruirnos lo valió?
El señor lo ignoró, volviendo a su trabajo.
Mew Suppasit Jongcheveevat y Gulf Kanawut Traipipattanapong no lo sabían, pero el señor estaba asustado, y el que no pudieran olerlo, era alarmante para él.
Dejó de lado la discusión familiar y volvió a hablar.ㅡBien, ahora ambos están reunidos, pueden retirarse.
Fue un tono tranquilo la forma en que dijo aquello, casi corriendo a los menores.
Hojeó sus papeles sin dedicar alguna vista a los menores, carraspeo su garganta y se removió.
Mew volvió a tragar saliva al lograr ver un cristal poco limpiado, descuidado, retrocedió un par de pasos y asintió.ㅡSabemos que esto no terminó, ¿no es así?
Gulf se sintió mal de no ser parte de aquella pelea "familiar", pues aunque no lo quisiera, era parte del imperio familiar, las palabras se olvidaron y esfumaron al sentir una cálida mano tocar y tomar su muñeca.
Miles de palabras querían salir de sus labios, atravesar su garganta y hacerlo. Pero claramente no pudo, se heló y paralizó, dejándose llevar por aquel hombre de figura fuera de la habitación. Sintió incluso doler su nariz de los cuantos varios aromas cruzaron sus fosas nasales.
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7 de Octubre
FanfictionKanawut Traipipattanapong. ㅡOmega. Mew Jongcheveevat. ㅡAlfa. [...] ㅡTrama: Gulf Kanawut Traipipattanapong y Mew Suppasit Jongcheveevat son medios hermanos, hijos de ceo's que por azares del destino se ven enredados en una historia amorosa bajo su pr...