Krist

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Voces comenzaron a surgir en las afueras de la habitación, despertando el olfato de todos en la habitación, un olor amargo, un gruñido casto, pisadas profundas.
Aún cuando los jóvenes que se aproximaban a casa, estaban nerviosos y molestos, mantenían un hilo de paz aún, respirando hondo en cada pisada, la manilla giró y llamó la atención de todos en el segundo piso, haciendo recordar a las personas de este que no habían cerrado la puerta, informando que la privacidad ahí, había terminado.

ㅡSeñor, le pido que se retire.

Una voz habló desde el primer piso, una figura alta y definida, seguida de una figura un poco más baja y delgada. Todos en el segundo piso se dedicaron a ver a ambas figuras unos instantes, todos tenían reacciones diferentes.
pero Kanawut se sentía aliviado. Aliviado de que su llamado llegase a la persona correcta, aliviado de que su mensaje fuera escuchado, estaba aliviado de que Max haya ido a él.
Gulf se dedicó a alejar a Mew de su padre, ayudándolo a levantarse de su lugar.

ㅡ¿Estás bien?

El mayor de los hermanos asintió y abrió la puerta del cuarto, tomando el rostro de Gulf y sonriendo, para empujar un poco del menor y hacer que este tuviera que adentrarse en su habitación, sintiendo los momentos dolorosos, viendo como el rostro del menor estaba confundido y miedoso, como su olor cambio de frutas y de más a un olor lleno de confusión, para ellos era casi normal leer sus emociones en sus olores.

ㅡNo salgas, arreglaré esto y volveré.

Quejó del dolor en su costilla derecha, y cerró la puerta, viendo como el menor corría hasta la puerta con la esperanza de poder evitar que la puerta se cerrase.

ㅡMEW, ABRE LA PUERTA. MEW, DÉJAME SALIR.

El menor de los hermanos gritaba, haciendo llamar la atención de los padres que mantenían una discusión con Max y Krist, Mew tragó aire y sintió su cuerpo temblar, sintió en su mano la perilla girar y girar, así como empujones del otro lado, suspiró y dañó la perilla, trabando la puerta.

ㅡUsted me contrató para cuidar de Gulf, al igual que castigarlo de ser necesario. Es mi deber y tengo que cumplir con el, así que..le pido que se retire.

Reitero Max para llamar la atención devuelta a él, no querría que un Alfa lastimado y un Omega encerrado se involucraran en una pelea que 2 años atrás, habían perdido.
El señor Khalan tragó saliva y asintió, sacando de su bolsillo una pequeña bebida de color amarilloso, tomándola de un sorbo, sintió su garganta raspar y el líquido pasar, titubeó unos segundos con la cabeza baja y asintió, sin dar resistencia o pelea, bajo cada una de las escaleras y se paró frente a la pequeña figura junto a Max, dándole a la pequeña figura, que cuyo nombre era Krist, la cara. Khalan lo sabía bien, por qué además de ser su subordinado, quizá había algo de por medio.

ㅡYo lo sé, lo sé todo.

Nota de la autora:
¡Hola! paso de rápido a dejarles este capítulo, mi celular tenía 2 semanas ya en reparación y lamentablemente no habían podido arreglarlo, aún está fallando del centro de carga, pido disculpas por la tardanza, es algo corto por qué no tengo pila para continuar, pero los compensaré cuando mi celular sea reparado.
Les agradezco sus votos y lecturas, al igual que sus comentarios, y como cada nota, daré lo mejor de mi para cada capítulo, y si notan faltas de ortografía, me encantaría que me lo hicieran notar.
El capítulo no está verificado, tengo 2 por ciento, así que, lo dejaré así. Una disculpa de antemano para todos.

7 de OctubreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora