𝐂𝐎𝐍𝐅𝐄𝐒𝐈𝐎𝐍 - 𝐡𝐲𝐮𝐧𝐡𝐨.

O1

Hyunjin desearía despertar como la gente normal. "Despertar por lo rayos de luz en su cara". Pero no, el despertaba por la horribles pesadillas que se mandaba.

Pesadillas que casualmente eran con su crush y terminaban en su muerte. Donde este podía llegar a morir ahorcado; por una bala ocasional, o incluso perdida; por un accidente automovilístico; etc.

Sus amigos siempre le decian que no tuviera miedo a declararse. Sólo eran sueños estúpidos que creaba su subconsciente para que no terminará declarándose por miedo al rechazo.

Pero Hyunjin consideraba una mierda esa opinión. Él no le temía al rechazo, sabía que no siempre sería correspondido. Y al final era el que lo rechazaba quien perdía, porque casi nadie tenía la suerte de que Hyunjin gustará de el, siendo este mismo un mismísimo Dios griego.

Hyunjin era gay. Lo descubrió apenas visualizo por primera vez a cierto chico llamado Minho.

Pero si Minho lo rechazaba, daba igual. El sólo esperaría que su amistad siguiera siendo la misma.

La puerta de la habitación del chico hizo un pequeño rechiñido, indicando que alguien estaba por entrar.

—Debes ponerle algo de aceite a esa puerta.

A la puerta estar totalmente abierta se pudo visualizar a la prima de Hyunjin.

— A mi no me molesta. Si quieres hazlo tu. —Dijo el chico mientras se levantaba a buscar una ropa decente para ir a la preparatoria.

— Aja. —Dijo restandole importancia.— primito, podri-

— Sólo quiero que me devuelvas el auto en buen estado. —Dijo mientras se dirigia a un armario para sacar una toalla.

Con dificultad Hyunjin pudo escuchar como su prima soltó un "Gracias, eres el mejor" y cerraba la puerta.

De verdad tenia que ponerle aceite a la puerta.

Hyunjin no habia visto a su querida amiga y hermana de Minho, Chaeyeon. Esa pequeña que a pesar de ser idiota era la unica que se lo aguataba aparte de su prima Sakura. Ella siempre lo esperaba para entrar juntos a la escuela pero esta vez ni hubo rastro de ella.

Hyunjin se sorprendió un poco al llegar a su salón y ver el alboroto que había. No era que su salón era el más calmado, pero cuando se trataba de alborotos se trataban de controlar.

Al adentrarse un poco más al salón y ver la razón por la que todos gritaban. Ah hyunjin casi le da un paro cardiaco, y un desmayo. Sin quitar el gran rubor que crecía en sus mejillas.

Minho se había pintado el cabello de un color naranjo. Y se veía realmente sexy.

Si me pide que se la chupe lo hago.