Freezing Moon (Lords of Chaos-Mayhem)

II

-¡Faust!

Un chico gordito y con el pelo rizado que sostenía una cámara con su mano derecha se acercó a ellos el primero, y cómo no, lo segundo que hizo fue mirar a Hera.

-¿Quién es ella? -soltó una pequeña risa pensando que era la novia de Faust, porque obviamente no era
para nada su estilo.

-Ah, esta es mi hermana Hera... Hera, este es Metalion.-Bard los presentó un tanto obligado y de mala manera.

-Vaya, me encanta tu disfraz para el concierto.- alzó el dedo pulgar mirándola con una sonrisa.- Le da ese toque de niña buena poseída. ¡Me mola! Aunque le faltaría un poco de sangre...-colocó su mano en su
mentón pensativo.

-Pues... La verdad es que no es un dis...

-¡Sí! A Hera le encanta meterse muy bien en el papel, ¿verdad? .-Bard cortó a Hera enseguida antes de que siguiera hablando pasándole el brazo por los hombros y ella le respondió con sólo una mirada de odio por cortarla de esa manera.

-¡Es genial! -Metalion demostró de nuevo su entusiamo haciéndoles una foto sin que ellos se lo esperaran pero a Bard no le gustó mucho la idea.

-¡Eh! ¡Borra eso! -soltó a Hera e intentó quitarle la cámara a Metalion.

-¡Pero tío, es para los recuerdos del concierto, no te pongas así!

-¡Es mi hermana, pervertido de mierda!

Hera estaba parada sin creerse lo que estaba viendo. Habían acabado esos dos corriendo y peleando por una simple foto y ella, se había quedado completamente sola entre la multitud, hasta que una voz
masculina interrumpió su soledad que no sabía si quería seguir estándolo o no en esos momentos.

-Se comportan como críos ¿verdad?

Cuando Hera se giró vio a un chico que había visto antes con Bard en alguna ocasión. Su nombre era Occultus, el cual casi todos desconocían su nombre real. Pertenecía al mismo grupito que su hermano, Metalion y los cuatro integrantes de Mayhem.

-¿Quieres? -sacó una cajetilla de cigarrillos mirando a Hera con una sonrisa.

-No, gracias... No fumo.- Hera desvió la mirada buscando a su hermano con la mirada. No le hacía ninguna gracia quedarse sola ahí fuera rodeada de gente desconocida.

-No pareces muy entusiasmada de estar aquí. ¿Lo has hecho por Faust? -dijo antes de encenderse un cigarrilo con una cerilla.

-¿Por Faust? Digo... ¿Bard? Para nada... Mi madre me animó a salir con él para despejarme y él accedió a que le acompañara... Nada más.

-Ah entonces eres su hermana... Perdona, pensaba que eras su novia. No me acuerdo si te he visto alguna vez o no... ¿No sueles salir nunca?

-Pues... La verdad es que no. No es lo mío. Prefiero quedarme en casa leyendo...

-¿Leyendo? Faust tenía razón.-soltó una pequeña risita.- Eres bastante... Rarita, pero muy guapa, podrías dejarte ver un poco más de vez en cuando, ¿no? -Occultus se iba acercando cada vez más a Hera con una
sonrisa pícara dibujada en su rostro. Obviamente, aquel comportamiento tenía segundas intenciones. La verdad es que a Hera, de todos los amigos de Bard, era el que más le había llamado la atención porque
lo encontraba bastante atractivo, pero eso no iba a impedir que ella se fuera apartando de él como un gatito asustado.

-Eh, tú, ¿qué le estás diciendo a mi hermana?

Hera suspiró de alivio al escuchar de nuevo la voz de Bard porque era tan inocente que no sabía cómo iba a reaccionar si se hubiera llegado a acercar del todo y Occultus, reaccionó apartándose de ella y mirando a Bard.