Episodio 5

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      -- Dios, porqué.... -- tomaba de mi cerveza y maldecía siempre en mi mente, estaba destrozado por todo lo que ocurrió hoy... -- Más cerveza, pero quiero algo fuerte, deme eso! -- bruscamente le quité una botella a el encargado del Boar Hat, el se lo tomó normal ya que no era la primera vez que pasaba...

      -- ¿Cómo se siente? -- Estaba preocupado ya que a veces mis ojos decían suicidio... Si, quería irme de este mundo, pero gracias a él no lo hice...

       -- Mal... Muy mal, horrible... -- Él es una de las personas de confianza...

       -- ¿Que pasó ahora? -- Siempre me pregunta eso, porque lo que sucede a mí alrededor es cómo si se repitiera todo el día...

       -- Hoy murió alguien que conocí hace un mes... -- Mi rostro estaba bajo mientras recordaba cada escena...

       -- No puedo creerlo... -- Me habló inocente este hombre, es muy... Inofensivo que no se puede defender... Pero es muy querido por los hombres ya que su bar es muy popular, por eso nadie se mete con él y sus amistades son buenas...

       -- No quiero recordar eso... -- Aún no superé su muerte... Hoy duré unas 3 horas enterrando la...

       -- Lo lamento... -- Se aleja dejando un vaso que limpiaba en su lugar, por ahora solo quiero matar mi mente y pasarla toda la noche aquí...

      No tenía nada más que hacer, no tenía por quién preocuparme ni tampoco alguien que se preocupe por mí... Aunque todo cambia cada vez que pienso algo o lo digo en voz alta... Y así fué, mi paz se acabó por un momento...

     -- ¡Oh! ¡Miren quién está aquí! ¡Un Demon! — Esa voz era reconocida para mí, uno de esos hombres que se creen la gran mamada y en realidad son una alcantarilla...

      -- Vete de aquí, no tengo tiempo para ustedes... -- En realidad eran varios hombres que me molestaban, más que todo el tanque que algún día se derrumbará con solo tocar su punto débil...

      -- Te haces el fuerte no? -- siento cómo me toma del hombro y al voltearme mirando fijamente su puño formado para chocar con mi rostro

       -- Házlo... No tengo nada en esta vida... -- Es verdad... No tengo nada...

       -- ¡Ya estás muerto niño! -- Sentí cada momento que iba el golpe hacia mí... Solo faltaba poco para sentir su choque y...

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      Elizabeth...

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       El golpe esta vez no fué dirigido a mí... Contraataque...

       -- Maldito... -- Noté su sangre que caía de su nariz... Esta vez es raro pero... Recordé las últimas palabras de Elaine...

      « Meliodas... Protege a Elizabeth... Sé que puedes... Prométeme que lo harás... »

      Al final falleció pero tuve tiempo de responder...

     -- Se lo prometí... -- susurré haciendo que el hombre que golpeé me mirara con enojo y curiosidad... Aunque no le importa lo que dije siguió con sus relatos de machismo...

      -- Me rompiste la cara... ¡ERES UN HIJO DE PE- -- No pudo hablar el Idiota... Lo había golpeado una vez más... Los demás hombres me veían impresionados pero ya era normal en esta pequeña comunidad de imbéciles...

      -- No vuelvas a insultar a mí madre... -- Me apoyé a el haciendo que se arrodillara, estaba muy molesto y mi voz ya no era el de antes... Era más ronca y fría..

      Mientras sangraba y botaba sangre por la boca y su tos no era normal, solo daba una sonrisa malévola y siento una pequeña energía que recorría por mi cuerpo... Una sensación rara...

      -- Sus ojos son más oscuros que antes... -- Los hombres murmuraban cosas algo que detesto ahora mismo... ¿Espera? ¿Ojos más oscuros?

      Por un momento pensé que todo era broma, dejé a ese idiota ahí junto con sus amigos, subí las escaleras y entré al baño, aunque esta fuera la casa del dueño de la taberna, igual tengo permiso ya que somos muy buenos amigos...

      -- Pero que cara... -- me quedé sorprendido por mis ojos... El izquierdo estaba normal, pero el brillo que tenía antes desapareció... Era un tono verde oscuro... Aunque más me llamaba la atención el derecho... La pupila estaba muy extraña, parecían pequeños fragmentos negros que querían dejar mi ojo todo oscuro... Todo negro...

      -- ¡Hola! ¿¡Cómo estás!? -- Esa voz... Es la de ese día... Debo bajar...

      -- Con un poco de agua tal vez sea suficiente para calmarme un poco... -- Empapado mi rostro quedó y aunque no tenía cómo secarme utilicé mi camisa, algo que no debía pero estaba muy apresurado por esa extraña voz...

      Es raro... Pero... Si es él... Entonces... Debo cumplir con mi promesa... A ver... Suspira y actúa normal...

      Con solo bajar las escaleras y escuchar su voz cerca y clara sabía que era ese pelo de mierda... Con solo imaginar lo que pasó el día en que Elaine murió intentando salvar a Elizabeth hace que sienta culpa... Cuándo en realidad es de él y este mundo asqueroso... Le ví su rostro y bajo de él estaba ella... Esta vez no voy a dejar escapar esta oportunidad...

      -- Oye tú... -- Me acerco un poco, algo que no me gusta hacer ya que los conflictos son algo en lo que no me manifiesto mucho, pero cuándo ya la ira me consume ahí nadie sale vivo...

       -- ¡Demon! ¿¡Cómo estás!? ¡Tiempo sin verte! -- Este se acerca a darme un abrazo de "amistad" pero no creas que te la pondré fácil...

       -- Para la próxima vez no tendré me piedad en matarte... -- Hablé cómo antes, no estaba de humor... Tenía mi puño en su estómago, le había sacado el aire y le dí un último golpe en el rostro hasta que quedó inconsciente...

       Tomé a Elizabeth que parecía alguien sin alma, no se movía entonces tuve que hacerlo a la fuerza... Aunque no me gustara le grité para que me hiciera caso... Díos... Debemos irnos de aquí...

EN LA ANTIGUA [MELIZABETH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora