Don Giovanni (FNaF) [Terminada]

Capítulo 12

Después de que Bonnie y Chica abandonaran el lugar, Springtrap decidió salir cuidadosamente y con lentitud del callejón, pero volvió a esconderse inmediatamente al ver acercarse un grupo de personas armadas, se trataban de Toy Bonnie y sus amigos, los cuales estaban buscando a Springtrap con la intención de matarlo.

—Sigamos buscando amigos míos, mi corazón me dice que lo encontraremos —aseguró el peliceleste apuntando a todas direcciones con un mosquete.

En ese instante, alcanzó a ver a alguien escondido en lo oscuro de un callejón.

—Me parece que veo a alguien moverse en aquel callejón —dijo.

—¿Quien anda ahí? —cuestionó uno de los amigos de Toy Bonnie.

Pero Springtrap no decía una palabra, dentro del callejón, el conejo dorado había comenzado a arreglarse el sombrero y las orejas para que no lo reconocieran.

—No contesta...

—¡Animó! ¡Escopeta al hombro! —ordenó Toy Bonnie.

Todos sus acompañantes enlistaron sus armas y apuntaron hacia el callejón

— ¡¿Quien anda ahí?! —demandó Toy Bonnie otra vez con voz amenazante.

—¡Amigos! —contestó Springtrap finalmente imitando la voz de Bonnie mientras salía del callejón con las manos en alto—. ¿Eres tú, Toy Bonnie?

—El mismo, ¿y tú? —contestó el mencionado mientras seguía apuntándole con su mosquete, aparentemente sin reconocer a quien tenía al frente.

—¿No me reconoces? Soy el sirviente de Springtrap —contestó Springtrap, haciéndose pasar por Bonnie.

—¡Bonnie! ¡El sirviente de ese indigno mujeriego! —Toy Bonnie bajó el arma y dejó de apuntarle.

—¡Si, soy el sirviente de ese bribón! —contestó el conejo dorado.

—Dime donde podemos encontrarlo —preguntó Toy Bonnie haciéndoles señas a sus amigos para que bajaran las armas—. Lo buscamos mis amigos y yo para matarlo.

—¡Muy bien! —exclamó Springtrap—. En ese caso, me uniré a vosotros para darle su merecido a mi patrón, ahora escucha cuales son mis planes —caminó alejándose un poco—. Que la mitad vaya por allá... —ordenó a los campesinos mientras señalaba una dirección, y luego señaló hacia otra—. Y los demás por allá, búsquenlo sigilosamente.

Los amigos de Toy Bonnie se empezaron a alejar con mucha cautela hacia las direcciones que indicó aquel quienes ellos pensaban era Bonnie.

—No está lejos de aquí; si veis un hombre y a una joven pasan por la plaza, si bajo una ventana oís hablar de amor. ¡Herid sin temor! Ya que ese será mi amo —dijo Springtrap mientras los campesinos buscaban por los alrededores.

—¿Que lleva puesto? —preguntó uno de ellos.

—Lleva en la cabeza un sombrero con plumas blancas, está envuelto en una gran capa y lleva una espada al flanco izquierdo —dijo sin quitar la vista de los campesinos—. Busquen tambien entre los arbustos, si ven a un hombre con una joven haciendo cosas indebidas, ¡herid sin temor! Ya que ese será mi amo. ¡Id deprisa! ¡Vamos!

Todos los amigos de Toy Bonnie se fueron rápidamente a buscar a Springtrap, sin saber que lo tenían frente a ellos. El peliceleste estuvo apunto de marcharse para ayudar en la búsqueda, pero Springtrap lo detuvo.

—Tu serás el único que vendrá conmigo, nosotros dos hemos de hacer el resto, y ya verás de lo que hablo.

—¡Cállate y déjame escuchar! —dicho esto, Toy Bonnie empezó apuntar a diferentes direcciones, sin darse cuenta de que Springtrap, disfrazado de Bonnie, se puso detrás de él.

—Perfecto, así pues... ¿hemos de matarlo? —preguntó Springtrap.

—¡Eso es seguro!

—¿No te bastaría con romperle los huesos?

—¡No, quiero matarlo! ¡Quiero hacerlo pedazos! ¡Quiero que sus orejas adornen mi chimenea!

—¿Al menos tienes buenas armas?

—¡Claro! Tengo este mosquete —Toy Bonnie cometió el error de darle su arma, sin dejar de darle la espalda—, y además esta pistola —dijo y dejó la pistola en manos equivocadas.

—¿Algo más?

—Eso es todo...

—Gracias, ahora toma...

Springtrap golpeó a Toy Bonnie muy fuerte en la cabeza con la culata del mosquete, haciendo que éste cayera al suelo.

—¡Esto es por el mosquete! —dijo y le dió una fuerte patada en las costillas—. ¡Esto por la pistola! —volvió a decir mientras le daba una patada en la cara.

—¡Ay mi cabeza! —gritó con dolor Toy Bonnie.

—¡Calla o te mato! —advirtió furioso—.¡Esto por querer matarlo! ¡Esto por querer hacerlo pedazos! ¡Y esto por querer sus orejas como adorno! —gritaba Springtrap sin dejar de golpear violentamente a Toy Bonnie—. ¡Estúpido afeminado!

Una vez dejó de golpearlo y estuvo convencido de que Toy Bonnie estaba suficientemente maltratado, escupió sobre él y luego se marchó.

Toy Bonnie empezó a pedir ayuda con dolor, para su buena suerte, su novia estaba paseando cerca y al escucharlo rápidamente fue a socorrerlo.