Las Aventuras del Matrimonio Radiodust

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Primera lección

Estaban los dos sentados en el estudio uno sobre el otro teniendo una sesión de besos muy tierna, aveces Ángel se separaba de los labios unos milímetros para soltar una pequeña risa por lo tierno que era y las caricias que en algunos sitios hacian cosquillas, abrazo su cuello con sus brazos superiores, acariciando su torso con los inferiores sin dejar se besar al hombre o demonio de su eternidad.

Escucharon el ruido de la puerta pero eso no daño su atmósfera, sigueron con los besos sin prestar atencion a quien habia entrado.

-disculpeme mi señor- era una de las sirvientas de Alastor- su majestad Lucifer viene a las 3 en punto a tomar cafe con usted- el venado parecia estar mas concentrado en besar a su chico que en lo que decia la chica- ¿quiere aceptar la invitación?-

-¡Alastor!- reclamo Ángel ya que el mayor se habia inclinado hacia adelante haciendolo creer que se iba a caer. Eso le saco una que otra risa al albino por el pequeño susto que paso, lo volvió a colocar en la posición en la que estaban y volvio a besarlo.

-dile que- fue interrumpido por un beso- que ¿si puede venir- otra interrupción- antes de las 2:40?- las interrupciones seguían por parte de Ángel.

-si mi señor- la chica hizo una reverencia y se fue dejando solo a los dos demonios, el pelirrojo estaba recibiendo una lluvia de besos en su cara y cuello, mientras que la araña recibía caricias en sus piernas, cadera y cintura.

Dejaron de besarse y ahora solo se estaban abrazando sintiendo el calor del otro, esa hermosa sensación de amor que los invadian cada ves que estaban juntos.

-Je t'aime- dijo Alastor escondiendo su cabeza en el hombro y cuello de su novio.

-anche io- ambos habían aprendido un poco del idioma del otro. Ángel un poco de frances y Alastor ya sabia una que otra frase en italiano.

-falta dos horas antes de que llegue el rey- susurro cerca del cuello del chico dejando un lento camino de besos mientras subia su mano por debajo de la camisa del albino para llegar a su pelusa- podemos divertirnos un rato- sugirió aprenato el pecho del chico haciendolo soltar un jadeo.

-no creo que hoy pueda, voy a salir- acuno la cara del venado en sus manos superiores y las inferiores alejaban las manos de su pecho- sera en otro momento- deposito un último beso en sus labios para levantarse y dirigirse a la puerta.

Alastor se quedo observando al chico salir de la habitación para luego mirar al bulto que había en su pantalón.

-¿y ahora yo que hago contigo?-.

Termino de arreglar el pequeño bolso que se iba a llevar junto con unas galletas para no tener que llegar con las manos vacías. Se despidió de Fatt nuggets y fue corriendo hacia la entrada principal; aun que, fue detenido por un tentaculo que sujetaba su cintura.

-¿que? ¡bajame!- demando intentando soltarse de esa cosa.

-te vas a ir sin despedirte, que grosero- comento de forma altanera acercandose a su prometido.

-¡me tengo que ir!- movió las piernas intentando salir.

Alastor lo coloco de cabeza y lo acerco a el para darle un beso de despedida el cual correspondió sin hacerlo tan intenso.

-ahora si te puedes ir- dijo haciendo que el tentáculo lo soltara haciendolo caer al piso. Almenos calló de frente y no aplasto las galletas que estaban en su bolso. Se levanto mientras maldecia a su prometido por soltarlo desde esa altura, salió corriendo de la casa para no llegar tarde.

En una habitación en el castillo de Stolas se encontraba un imp con la cara en la almohada, los ojos hacia arriba, la lengua afuera, las mejillas sonrosadas y el trasero levantado resibiendo las fuertes embestidas del principe búho.