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Preparando un nuevo Ángel

Estaba caminando de un lado al otro en el salon principal pensando.

-¿Que voy a hacer en un baile de gala?, ¿que me voy a poner?, solo hay que tener buenos modales pero yo no soy muy reconocido por eso- el pobre estaba desesperado, se estaba comiendo le cerebro pensando que hacer- solo queda una opción-.

Salio corriendo hasta la habitacion de Alastor para buscar su teléfono; odiaba que la mancion fuera tan grande, ya que, todo estaba muy lejos.

Llegó a la habitación saltando sobre la cama para tomar su telefono que estaba en una de las mesitas de noche, buscando desesperadamente un numero en especifico. Cuando lo encontro, lo marco y se lo puso en la oreja esperando a que contestara.

-vamos contesta- dijo mordiendose una uña por la desesperación.

-¿hola?-respondio la voz del otro lado de la línea.

-¡hola, Stolas soy yo Ángel!- respondio animado.

-lo se, tengo tu numero aun ¿que extraño?, tu jamas me llamas hermosura-.

-si lo se, jaja... ammm... ¿puedo pedirte un extraño favor?- estaba nervioso, no creia que era buena idea decírselo por teléfono.

-¿que clase de favor?- cuestiono en tono coqueto.

-numero uno: no es esa clase de favor y numero dos: ¿puedo ir a tu castillo?-.

-claro bebe mi castillo esta abierto para ti siempre-.

-gracias-.

-¿cuando planeas veni-?- fue interrumpido por el trimbre- un momento cielo estan tocando la puerta-. Corto la llamada para dirigirse a la puerta.

Cuando la abrio lo que vio fua a un pobre Ángel Dust cansado como si ubiera corrido una maraton, intentando recuperar el aliento sosteniendose con sus piernas y el pecho.

-bueno, por lo menos no te haces esperar- dijo Stolas apreciando lo sudado que estaba Ángel.

-es una emergencia- respondio con la poca fuerza que tenia.

-para que vengas corriendo hasta acá, si, se nota- se hecho a una lado para que pudiera pasar- cuentame ¿que te trae por aqui?- cuestiono mientras se dirijian a la cocina.

- ¿sabes de la fiesta de gala de Lucifer?-.

Se sentaron uno frente al otro mientras que uno de los sirvientes les servia un té al príncipe y un vaso de agua a Ángel.

-claro es una gran celebración- acerco la tasa a su boca, soplo un poco su té ya que estaba caliente y tomo un peqeño sorbo.

-bueno necesito que- fue interrumpido por el sonido de la puerta de la cocina abriendose.

-¿Stolas?- Angel giro la cabeza para encontrarse con un demonio rojo, con cuernos negros y blancos, y manchas blancas en la piel; conocia a ese imp- ¿Ángel?-.

-¿Blitzo?- ambos quedaron mirándose por unos segundos, sorprendiendo al mas alto por que conocia esa clase de tensión en el ambiente.

-ammmm- Stolas llamo la atención de ambos- ¿se conocen?.

Y si, ambos se conocian, demasiado bien para mala suerte, la tencion en el ambiente se podia cortar con un cuchillo.

Ambos se daban miradas de miedo y angustia y es que no podian decirle, algo asi como: si claro, obvio que nos conocemos, por dentro y por fuera, de tanto que cogimos los dos juntos hace unas decadas atras. ¡No!, No podían decirle eso a uno de los principes del infierno, asi que Blitzo hizo lo mejor que pudo, salir corriendo.

Las Aventuras del Matrimonio Radiodust Donde viven las historias. Descúbrelo ahora