0.37 Quiero emborracharme

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Capítulo 37: "Quiero emborracharme"

31 de Octubre 

—Perdóname, te hablé de esa forma porque tenía miedo que te pasara algo.

—Estoy bien, Torre Entel, te lo digo por décima vez. Gracias por preocuparte por mí, pero ya estoy grande —sonríe la chica — Además ya pasó más de un mes ¿Vas a seguir con el tema?

—No, me sentía culpable por tratarte mal —susurró el chico recibiendo un abrazo de su amiga.

—No te preocupes, estás perdonando—sonrió Valentina.

—Ahora me voy a mi casa para cambiarme, Paulina me mata si no me ve listo.

—Me parece una muy buena idea —habló su amiga —ahora shu, vete.

El chico le lanzó un beso burlón y se retiró de la casa de su mejor amiga, que minutos después recibió otra visita.

—Entonces ¿Cómo quieres que sea Alicia si ni siquiera soy rubia? —preguntó Valentina.

—No necesariamente debes ser rubia, te compré el disfraz y creo que te va a quedar muy lindo —sonrió Paulina.

—Bueno, no puedo decir nada, son las 8 de la noche y no tengo donde cambiar el disfraz justo el día de Halloween—la castaña de rizos tomó el disfraz guardado en una funda y se dirigió al baño.

Están frente al espejo, sorprendida de si misma. Tenía un vestido azul muy lindo que le cubría hasta un poco más arriba de su rodilla, la cual estaba cubierta por las calcetas blancas que acompañaban sus pequeños tacones negros, un delantal y un moño en su cabeza de color carbón, al igual que su gargantilla.
Sonrió al recordar que Alicia en el país de las maravillas era la película favorita de su mamá, así que decidió que antes de salir le mandaría una foto a su madre.

—Y aquí es cuando tiras mi autoestima —soltó la castaña viendo como su mejor amiga se giraba a mirarla.

Un vestido blanco, su cabello completamente lizo, sus ojos azules resaltando por la máscara de pestañas y una pequeña aureola sujetada por un cintillo.

—Cállate estúpida, te ves hermosa —la chica se acercó despampanante hacia ella para besar su mejilla y sentarla en el tocador, donde logró hacerle un delineado, ya que la castaña odia el maquillaje.

Luego de ayudar a su amiga de cabello negro a colocarse sus alas blancas de ángel quedó destruida ¿Cómo podía existir una chica tan linda como Paulina? Siempre había pensado eso, desde la primera vez que la vio en aquella fila para el casting, cuando perdía la esperanza de participar por ver la hermosura y el talento de la joven de ojos azules.

Su mejor amiga desapareció por una media hora por ir a ayudar a Gabriel y Julio en que sabe qué.

Se miraba y se miraba al espejo, cabello rizado, ojos cafés, sonrisa extraña y cuerpo no del todo bonito.

Eres una maldita diosa, recuerda eso siempre por favor–Una mueca acompaña el rostro triste de la castaña antes de volver a abrazar a el chico.—Eres perfecta y siempre lo serás, tu sabes que yo no miento.—él español separó a la menor de su cuerpo y tomó delicadamente su barbilla—Manu una vez dijo "Un amigo vale más que un millón de comentarios anónimos" y acá estoy Valentina, sabes que siempre puede contar conmigo para todo.

De un momento a otro sonrió, dulce y sinceramente lo hizo. Se miró de nuevo al espejo y pensó que Julio siempre la encontraba bonita. Ese comentario en la cabaña de Bariloche había sido una caricia a su alma "Eres una maldita diosa"  siempre que recordaba eso su estómago se revolvía.

ValentinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora