Sueños

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Por otro lado aun puedo soñar con Samir, tengo imágenes en mi cabeza de cuando íbamos a pescar al rio más cercano y nos sentábamos a la orilla del pequeño puente, siempre decía que era un muy buen pescador y por lo regular me reía de él a carcajadas, después de un tiempo descubrí que efectivamente yo tenía razón él era un muy mal pescador. Solía empujarlo en su bicicleta cuando recorríamos las montañas  por miedo a que llegara a lastimarse, no quería ni por un segundo que sufriera después de la muerte de mi padre tuvimos que irnos de Simla para viajar a Inglaterra, donde mi  madre había conseguido el trabajo de secretaria para una gran empresa, pero  en si el pretexto principal era el poder rehacer nuestras vidas en otro lado creía que podría olvidar todos los acontecimientos ¡Claro! Como si eso fuera tan fácil, recuerdo el día en que nos fuimos antes de tomar el tren Samir salió corriendo para alcanzarme halo de mi mano y me dijo:

 -Di que me quedaré en tu corazón, di que siempre seremos amigos promete que si la amistad de nuestra familia acaba la nuestra nunca lo ara ¿me escribirás todos los días verdad?

 -Nuestra amistad nunca podrá acabar Samir, eso jamás.

Han pasado tanto desde aquel acontecimiento el único recuerdo que tengo de él, fue de la última vez que nos vimos tenía un aspecto demasiado tierno  recuerdo sus mejillas sonrojadas que a todos daban por pellizcar , su piel blanca y tersa y esos pequeños anteojos redondos que llevaba por todas partes.

¡Oh mi Samir!  Mi querido amigo ¿Qué será de él? ¿Dónde estará? ¿Qué aspecto tendrá ahora?

Promesas de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora