Él había sido honesto no sé porque pero así lo sentí, en ese momento me sentía tan hipócrita por haberle mentido, nadie dijo nada y nuevamente permanecimos callados por varios minutos, hasta que se levantó y estirando su mano me dijo:
—Vamos
— ¿A dónde?
—Tu solo sígueme
Tome su mano y tiro de mi levantándome, caminamos durante varios minutos en silencio hasta que llegamos a un carrusel era todo de color dorado con caballos blancos y pequeños toques azules y amarillos en ellos, había una escalera para subir a la parte superior supongo que es para los empleados, por dentro en la parte del techo había unas pequeñas pinturas en cada hueco en una estaba la Torre Eiffel y en otra un molino color rojo y en cada uno había una figura distinta.
— ¿Entonces no quieres subir? —Note la decepción en su voz, lo cual me dio un poco de pena después de todo tenía razón me gustaban ese tipo de cosas.
—Está bien subiré
— ¿Enserio? — Sus ojos brillaban de felicidad incluso intentó sonreír pero se mantuvo serio.
—Si
—Si es por que yo te dije no lo hagas, no te obligare a algo que no quieres hacer.
—Si quiero
—¿Segura?
—Quiero hacerlo.
—Esta bien, corre ya comenzara el recorrido.
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Promesas de Amor
RomansaQuerido lector espero que ames esta historia tanto como yo lo hice al escribirla, no te diré que espero que lo termines por es claro que lo aras, desde el prólogo hasta el final, no diré tampoco que lo disfrutes por que la verdad no lo aras y con un...