Libro De Historias Cortas Sesshome

Shot #13 parte 3

Muy bien bellas víctimas en peligro de extinción ¿De dónde saqué eso? Creo que dejare de comer chocolate 😅 Dejando eso de lado, les venimos a dar una gran noticia 😈 y es que a continuación les presentamos la tercera parte de esta maravillosa historia ¿ansiosas?

Pues sin más por decirles ¡¡Disfrutenlo!!

Durante todo el trayecto recorrido por las calles de Nueva York, dentro del auto la tensión que había era tan fuerte que se podría cortar con el filo de un cuchillo, y es que el silencio llegó a tornarse demasiado incómodo, pero tanto Kagome como Sesshōmaru tienen razones muy diferentes para esta situación. Sesshōmaru estaba impaciente y ansioso por llegar a su casa, y así disfrutar de la exquisita compañía que solo puede darle la mujercita que tiene al lado, y es que él lleva mucho, pero mucho tiempo en abstinencia y todo por culpa de ella cuando sin querer su corazón fue cautivado. Cuando él tuvo sus sentimientos claros, no sentía deseo por estar con otras hembras yōkais y fue allí en donde se dedicó a ir al pozo una y otra vez, cuando ella se "fue" a su época una vez que pidió el deseo correcto a la perla de Shikon, aunque nadie sabía de ello y su cuartada era el visitar a Rin a la aldea humana, esa fue su rutina durante tres ciclos lunares cuando por fin percibió su embriagante olor a jazmín avainillado, pero ella solo volvió para estar con su medio hermano, y por más que lo deseara nunca podría tener el corazón de su amada miko mientras Inuyasha estuviese en medio, y él como Daiyōkai honorable no haría nada que la lastimara, cuando se enteró del compromiso de ambos a cinco lunas desde el regreso de SU Kagome, lo sintió como una herida mortal en su "frío" corazón y odiaba, realmente odiaba cuando ella lo llamaba cuñado con ese brillo tan lleno de inocencia y admiración en sus hermosos ojos azules, puesto que él quería que lo mirara con amor, la estocada final fue cuando ella misma le comunicó su boda con Inuyasha, le preguntó con mirada soñadora sí le hacía el honor de ser su padrino de ceremonia, él no pudo negarse y le obsequió un Furisode de un blanco inmaculado que representaba toda la pureza de ella, porque su cuerpo aún era inmaculado –una de las tantas cosas que el olfato de un Daiyōkai como él pueden percibir– pero aún así decidió no asistir a dicha ceremonia. ¿Cómo podría ser testigo de tal acto?, aunque fuese el padrino tenía la tentación de matar a su medio hermano y robarse a la novia, pero  esa fue hasta el día de hoy la única decisión que el Lord de las tierras del oeste lamentaba y él nunca se arrepentía de las decisiones que tomaba, es por ello que ahora no permitirá que nadie la aparte de su lado así tenga que secuestrarla, debido a que no sabía su nombre completo –el cual irónicamente es el mismo de su antigua ella, golpe de suerte para él sin duda– no pudo localizarla como es debido y mucho menos con el olor a Smog de la ciudad afectando en gran parte su olfato. Saliendo un poco de sus cavilaciones, miró de soslayo a Kagome –él sentía la ansiedad y nerviosismo de ella– y se volvió a concretar en  conducir.
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