Y-yo... N-Naruto-kun...--Hinata se encontraba tan nerviosa que le recordaba cuando era niña y no podía ni hablarle al rubio.
Solo dime la verdad, por favor--pidió el Uzumaki bajando un poco la cabeza--te amo y vamos a casarnos, por eso quiero saber la verdad.
Y-yo... Me enteré estando en Ichiraku Ramen--dijo en voz baja haciendo que Naruto levantará su mirada y la viera--escuché a Ayame-san y a su padre hablar sobre la vez en que Ayame-san engordó cuando fue secuestrada y no parabas de decirle lo bien que se veía estando gorda, luego sobre una misión que tuviste con Ino en aquella vez que fueron ayudar a una princesa, supe en ese instante que tenías un gusto por las chicas gorditas y también por las chicas gordas e incluso obesas, por lo que decidí que la mejor forma de hallar tu atención fue... Engordar.
Hinata...--dijo Naruto sorprendido, había conocido a muchas chicas en sus viajes, sin contar a Sakura y sus amigas, que se mataban en dietas casi infernales para ser delgadas y llamar la atención del chico que le gusta, en cambio Hinata hizo todo lo contrario para llamar su atención--yo...
A pesar que todos te odiaban en la aldea cuando éramos niños por tener al Kyubi dentro de ti, yo en realidad te admiraba--continuo hablando la azabache haciendo que los ojos del rubio por poco salgan de sus órbitas por los abiertos que los tenía--me llenaste de confianza y me animaste cuando lo necesitaba, me esforcé gracias a ti, hasta llegar a amarte, te amé incluso mucho antes que tú lo hicieras, por lo que engorde para cumplir con tus espetativa y gustos, pero desde hace tiempo... Me empezó a gustar ser gorda, se empezó a sentir tan bien comer hasta llenarme y llegar más allá, ya que desde siempre tuve un gran apetito que tuve que contener, Por lo que lo seguí haciendo con la ayuda de Kurenai sensei, engordé solo para que te fijaras en mí y al hacerlo, me volví muy fuerte y hasta ganar confianza en mí y amar mi cuerpo en todas sus cualidades hasta sentir placer como en algunas misiones en la que me tocaba ir sola y quedarme en una casa de invitados. Aprendí a disfrutar de la comida sin límites y sin sentir vergüenza de lo que digan los demás.
Naruto seguia sin palabras, mirando de pies a cabeza a su prometida, ¿ella de verdad había engordado solo por él? No, su mirada decía que había algo más.
Hinata puso su rechoncha mano sobre la mejilla de Naruto para que la viera a los ojos.
El fetiche de Naruto-kun, se volvió el mío--lo había dicho con tanta confianza que el Uzumaki se sonrojo con fuerza al ver cómo su prometida había unido al gusto que sentía por su clase de mujer-- sé que debería tener un límite, pero he disfrutado mucho de mi peso que me cuesta mantenerlo y querer subir más, pero al menos sabes que no puedes sentir vergüenza conmigo, esto podría ser nuestro secreto personal que nadie más debería saber.
Hinata...--la sonrisa del rubio calmo a la azabache para sentir sus fuertes brazos intentando rodear tu cuerpo--te amo.
Yo también te amo, Naruto-kun--dijo con una sonrisa y su mejillas sonrojadas, después de tanto tiempo, había logrado tener al hombre que amaba. El sonido del estómago gruñendo de Hinata los obligó a separarse--es hora de comer, ¿Me ayudarías?.
¡Oh claro que sí 'ttebayo!--exclamo con emoción chocando su palma con su puño y llevar a su obesa prometida a la mesa donde empezaron a desenvolver toda la comida y dejarla todo en la mesa--espero que tengas hambre 'ttebayo.
Y mucha--respondió algo tímida Hinata, ya no sentía tanta vergüenza como antes, ahora podía soltar sus gemidos de placer y tener más espacio ya que solo estaban Naruto y ella como ese día en la casa de su sensei--espero que no te moleste que me acabe todo.
Nop, para nada--dijo con una sonrisa carismática para pasarle a Hinata un tazón de ramen instantáneo--es más, cuando te sientas llena, te ayudaré a que termines todo.
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Historias Del Feederism
أدب الهواةHaré distintas historias sobre películas, animes y series con ganancia femenina. Espero que los disfruten. Publicaré cada vez que pueda en esta historia.