Naruto. Hinata descubre el secreto de Naruto (parte 2)

1.1K 21 1
                                    

Después de esa noche en la que Kurenai le ofreciera a Hinata comer lo que quiera cuando estuvieran con ella, la joven azabache no desperdicio la oportunidad de cumplir lo que realmente quería hacer.

Al día siguiente sintió su estómago ya no tan tonificado, después de pasar toda la noche en un coma alimenticio noto que en dos días empezaba a mostrar leves resultados, la joven chica pensaba que debió haber ganado dos libras, mínimo una, sigue estando bien a pesar de haber comenzando hace dos noches.

Cómo lo hizo ayer, comió una porción de comida saludable y varios postres para comer en el camino, tal vez le pediría a Kurenai sensei si le podía traer un desayuno para comer antes del entrenamiento.

¡Hinata!--su sensei la saludo viéndola dirigirse a ella, en su otra mano notaba tener una caja envuelta--¡Te traje las galletas que te prometí!.

La joven Kunoichi noto que solo estaba su sensei y no sus otros dos compañeros.

¿Eh? ¿Sensei?--dijo la tímida chica mirando a su alrededor--¿Dónde están Kiba-kun y Shino-kun?.

Me los encontré en el camino--respondio la pelinegra de ojos rojos a su alumna--Kiba entrenara solo con Akamaru por un tiempo hasta dominar un nuevo Jutsu y Shino parecía hacer lo mismo, por lo que seremos tú y yo por un tiempo.

Oh...--dijo Hinata bajando un poco la mirada hasta que nota como su sensei extendía la caja para ella--¿Eh?.

Te las hice para ti, desde ahora te tendré bien alimentada--dijo Kurenai con una sonrisa sonrojando a Hinata por el comentario--es mi deber como sensei.

G-gracias--dijo para agarrar la caja y abrirla, de inmediato sintió un olor delicioso salir de la caja, olían tan bien que hasta le volvió a dar hambre--Kuranai sensei, s-se que podría ser mucho, ¿P-pero también podría traerme el desayuno? Es que...

No digas más--detuvo la mujer a su alumna haciendo una señal de alto con su mano--con gusto te traeré un buen desayuno, lo suficiente para satisfacer tu estómago, pero procura también comer cosas sanas, ¿Ok?.

S-si--asintio Hinata rápidamente para hacer una reverencia--muchas gracias.

Bien. Comes tus galletas y comencemos a entrenar--dijo Kurenai para que Hinata se sentara en el césped y comenzará a comer--que cuando termines te cocinare algo antes que te vayas a tu casa a almorzar.

Los días empezaron a pasar con la nueva rutina que tenía Hinata con su sensei alimentándola, por razones obvias solo lo hacían tres o cuatro veces por semana para que la ganancia de Hinata no fuera tan obvia con tan rapidez, pero eventualmente empezó a engordar. En seis meses Hinata había engordado 40 libras con la ayuda de Kurenai sensei.

En la sala de la pelinegra tenia una balanza que solo los hospitales de Konoha tenían y pudieron comprobar su peso actual. Antes de que Hinata comenzará a engordar era la tercera chica más delgada de las Kunoichis que conocía, por encima de Tenten y la chica de la arena llamada Temari, llegando a pesar 80 libras por su altura y edad siendo una ninja estaba bien, y ahora que pesa 120 libras los cambios se le notaban con tan solo mirarla bien.

Sin la chaqueta gruesa estorbando, se podía apreciar una barriga empezando a sobresalir con pequeños rollos que se notaban cuando se sentaban, también había obtenido unas caderas anchas y llenas con muslos algo gruesos, pero no lo suficiente para que choquen entre ellas, su pequeño trasero también había obtenido algo de crecimiento, llegando a captar la atención de algunos jóvenes durante su última misión, llegando a subir dos tallas de pantalones algo apretados, haciendo que su culo sobresalga un poco.

Lo que no esperaba la joven, fue que también la pubertad empezará a pegarle y afectarla, con ya 15 años había empezando a desarrollarse. Hinata no espera que le crecieran tan grande los pechos, le daba algo de vergüenza ir tan seguido a la tienda de ropa de mujeres para comprarse nuevos sostenes ya que los que tenías les empezaban a quedar apretados, sin contar que con su recién aumento de peso les habían agregado otra o dos copas más a su sostén.

Historias Del FeederismDonde viven las historias. Descúbrelo ahora