Boruto. Sakura tiene la solución (parte 5)

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Sakura fue la que más se tardó en llegar, no por su peso, sino por estar metida en sus pensamientos, no se quejaba sobre el peso adicional, podría acostumbrarse, pero el hecho que todas sus amigas también hayan terminado metidas en esto fue algo que no se espero, pero no se sintió sola al menos, lo único que tenía que esperar es que Sasuke estuviera satisfecho con el peso que había obtenido, sino por eso traía la bandeja de sobras que se les fue repartida.

Al llegar a la residencia Uchiha supuso que su esposo se encontraba allí, ya que la luz se encontraba encendida y ella se fue sin encenderlas.

Naruto le había dado a Sasuke un puesto en la junta de reuniones de la aldea y uno especial en la junta de los Kages al tener un papel importante en mantener la paz entre las cinco grandes naciones, por lo que tenía oportunidad de permanecer más tiempo en Konoha como en su casa.

Y eso era lo que estaba haciendo ahora.

¿Sakura?--la voz de su esposo se escuchó desde la mesa del comedor, estaba leyendo unos pergaminos que el Hokage le había encomendado--¿Sarada estuvo contigo en la reunión en la casa de Naruto?.

Sí, se quedará un rato más por allá, le di mi permiso si quería quedarse allá--respondio cerrando la puerta sin moverse del tapete de la entrada, al caminar Sasuke se daría cuenta sobre su nuevo peso--supongo que Naruto también debe de estar en camino ya que estás aquí.

Sí, la próxima semana vendrán los Kages como visita por lo que no habrá mucho que discutir--dijo enrrollando los pergaminos y dejarlos a un lado en el suelo de la mesa--Sakura... Sobre lo de esta mañana...

¿Sí?--a pequeñas pisadas, Sakura comenzó a caminar casi arrastrando los pies para que la madera no rechinara bajo su peso.

No tienes que hacerlo sino quieres, ya has hecho demasiadas cosas por mí sabiendo que desde niños yo siempre estuve centrado en mi odio y mi venganza--dijo el pelinegro azabache con su mirada ocultada en su lado flequillo junto con su Rinengan--que me hayas esperado todo este tiempo y te hayas comportado de la misma manera conmigo sin ningún miedo, a pesar de todo el daño que te cause, me es suficiente para mí.

Oh...--Sakura se detuvo un momento casi a punto de entrar a dónde estaba su esposo, estaba algo sonrojada, adoraba cuando Sasuke le decía esas cosas, porque no lo hacía muy seguido y cuando lo hacía decía todo lo que su corazón guardaba pensando en ella--Sasuke-kun, ¿Eres feliz?.

Esa pregunta lo había tomado por sorpresa, se le vino a la mente todos esos momentos que vivió durante 17 años hasta que comprendió lo importante que era lo demás, tuvo que entender a la fuerza hasta perder un brazo y estar al borde de la muerte para entenderlo.

Sonrió ante la respuesta de la pregunta.

Sí, lo soy--sonrio para recostarse un poco en su silla--Naruto me lo hizo entender, ciertamente tiene razón al decir que también suelo ser alguien muy idiota, pero si soy feliz dónde estoy ahora, en un lugar en donde puedo llamar hogar junto a una familia.

Sakura estaba a punto de llorar, tenía lágrimas en sus ojos, todos estos años de verdad valieron la pena para escuchar al una vez chico seco y revervado hablar con tanta libertad sin que alguna palabra de odio o molestia este en esa oración, y saber que ese chico lo escogió como su esposa, de verdad valía mucho.

Sakura se seco las lágrimas y procedió a sonreír.

¿Y no quieres ser un poco más feliz?--dijo la pelirosa para caminar con normalidad haciendo sonar la madera y llamando más la atención de su esposo--hace años cuando te ibas de la aldea te dije que te amaba tanto que haría cualquier cosa por ti para hacerte feliz, y estoy dispuesto a cumplirlo.

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