Historias Del Feederism

Kitmesu no Yaiba: Nueva rutina de entrenamiento (parte 5)

Cinco años después....

Espérame, Zenitsu, no vayas tan rápido--el nombrado se detuvo únicamente para ver cómo una obesa mujer le pedía un momento, aunque solo estaba caminando y sin darse cuenta la dejo un poco atrás--no soy tan rápida como antes.

Lo siento, Nezuko-chan--Zenitsu, como buen esposo, se acercó a la ex Kamado para ponerse de su lado mientras que ella terminaba de recuperar su aliento, cuando la joven adulta parecía lista el rubio agarró su rostro rodeado de grasa para verla a sus ojos--eres muy hermosa, Nezuko-chan.

Aiw Zenitsu--sus gordas mejillas se sonrojaron al halago de su esposo para compartir un corto beso para sonreírle--continuemos, ¡O la mesa de bocadillos se acabará!.

Nezuko se movió lo más rápido que su pesado cuerpo le permitió mientras que Zenitsu siguió caminando con una sonrisa al pensar lo mimada y consentida que estaba su esposa.

Durante los últimos cinco años el grupo de Tanjiro fue a vivir en la vieja casa de los Kamado, un momento duro al principio debido a que todo seguía igual a como lo habían dejado hace más de tres años al momento de que Nezuko se había convertido en Demonio, pero con todos trabajando en equipo lograron volver hacer esa vieja casa un hogar nuevamente, usando algo del dinero de su trabajo para modificar un poco para ser más accesible y cómodo para todos, pequeños lujos que antes no se podían dar.

Aoi y Kanao los iban a visitar cada tanto, les gustaría decir que podían ir caminando, pero debido a sus cuerpos pesados tuvieron que comprar uno de esos carros que Tanjiro vio en esa ciudad en la que se encontró con Muzan la primera vez. Y así como ella venían a visitarlos, el grupo completo iba a visitarlas en la Finca, también teniendo que comprar un carro por Nezuko que su caminata resultó ser muy larga para ella después de cruzar las marcas de 180 libras, a Tanjiro le dio algo de gracia esto, antes la podía llevar en su caja en la espalda y ahora no sería capaz de aguantar con ella cinco minutos.

De todos Inosuke era el que más iba a Finca, por razones del restaurante que él y Aoi estaba apunto de abrir, y también para tener un momento intimidó el cual Aoi siempre le pedía sin admitirle a nadie más que le había gustado más de lo que creía.

Shinobu y Gyuu se habían ido a vivir en la Finca del agua, después de por fin haber tenido una pequeña ceremonia de casamiento en donde su pequeño grupo de amigos asistió, incluyendo a la familia de Oyakata-sama, los Rengoku, Uzui y sus esposas y Sanemi y Genya, heredando la finca mariposa a su hermana y a Aoi, visitandolas casi regularmente para estar con ellas y comer de los platillos de Inosuke.

Los siguientes en casarse fueron Tanjiro y Kanao dos meses después que Shinobu y Gyuu lo hicieran, por razones justas Tanjiro se mudó a la Finca Mariposa ya que, aunque amaba su casa, no habría suficiente espacio para Kanao, por lo que le dejó la casa a Nezuko y Zenitsu, ya que Inosuke también se iría con él ya que el restaurante abriría en un par de días y como chef lo necesitarían a él todo el tiempo.

Nezuko no se deprimió, Zenitsu se aseguró de mimar y consentir a su ahora pareja con la más deliciosa comida que sus manos podían crear, lo cual fascinó a la Kamado. Y con tanta privacidad que tenían también Zenitsu y Nezuko pudieron tener relaciones sin que nadie los molestara, al principio el rubio se sintió mal creyendo que le estaba fallando a su amigo, pero luego recordó que él había hecho lo mismo con Kanao mucho antes de casarse, por lo que le resto la culpa y siguió consintiendo a Nezuko con más comida.

El alguna vez pequeño cuerpo de Nezuko dejo de existir por la grasa que se extendía por todo su cuerpo, por suerte la misma costurera que se dedicó hacer los uniformes a la sede de los Cazadores empezó hacerle ropa cuando Tanjiro se lo pidió para Kanao, rápidamente los demás le pidieron servicio a la chica por los mismos motivos para sus esposas.