No me pienso ir

684 70 29
                                    

Mis manos quemaban de ganas de sentir su piel, verlo fue una oleada de sensaciones y sentimientos que me habia propuesto esconder en lo profundo de mi ser, pero ahora él estaba acá

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mis manos quemaban de ganas de sentir su piel, verlo fue una oleada de sensaciones y sentimientos que me habia propuesto esconder en lo profundo de mi ser, pero ahora él estaba acá.
Buscandome, me habia encontrado, y una punzada dolorosa se había instalado en mi pecho apenas lo vi sentado en el recibidor del hotel. ¿Cómo dio conmigo? ¿Por qué? No podia ser posible. ¿De verdad él había cruzado el estado para buscarme? Miles se sentimientos encontrados se hicieron eco en mi cabeza y en mi corazón. Necesitaba respuestas, pero no sabia si tenia la fuerza y determinación para afrontarlas. ¿Estaba aca por mi? ¿O tal vez por mi bebé?

Aquel aspecto, que jamás en su vida le habia visto, me decían lo cansado que estaba de viajar, sus pronunciadas ojeras, su rastro de barba, denotaban el agotamiento en su rostro, la suplica en su voz, me había dejado paralizada al pie de la escalera, no habia forma alguna en que me pudiera negar a él.
Aún asi, el dolor de tantos meses aguantando sola esta situación, me golpeo con fuerza.

Con pasos temblorosos, y una falsa seguridad que realmente no tenía, volvi a la habitación, seguida de cerca, tan cerca que podia sentir su respiración en mi nuca.

Entre, dejandolo de pie junto a la puerta y fui directo al baño por agua, él observaba el pequeño y modesto cuarto.
Sus ojos se posaron sobre el aparador, donde en una sencilla canasta de mimbre iba juntando lo poco que había comprado para mi hija. Sobresalía un osito blanco con un corazón donde se leía "Bienvenida" en color rosa.

Saque valor de donde no tengo la más minima idea, y lo encare decidida.

-¿Por qué estas aca Itachi?- las palabras peleaban por salir todas juntas de mi boca, entre temblores corporales que me obligaba a esconder.

Me miro con ojos cansados, y llorosos. Por una milésima de segundo no me tire en sus brazos derrotada. Verlo después de meses de necesitarlo tanto, era demasiado fuerte para mi.

Un mareo intenso de esos que no experimentaba hace tiempo azoto mi cuerpo, y tras balancearme insegura, logre sentarme sobre la cama.
Él asustado se arrodillo junto a mi, y sin reparo alguno, ante la posiblidad de ser cruelmente rechazado, dejo caer su cabeza sobre mis muslos.
Me quede de piedra ante su accionar. Aquel gesto me dejaba expuesta incluso tanto o mas que a él, fue cuando note que Itachi lloraba en silencio, la húmedad en mi ropa y los leves espasmos de su cuerpo eran prueba suficiente.
Me removi incrédula de estar en esta situación.
Pero mi cuerpo reaccionó por si sólo.

Pase mi mano por su cabeza, y me detuve en su hombro, obligandolo a levantarse, queria verlo a los ojos, corriendo el riesgo de caer en su hechizo, pero él se pego con más fuerza a mis piernas, y rodeo con sus brazos mi cintura.

-¿Por qué?- dije en un apenas audible susurro.
Quería que me explicará algo, lo que fuera, mis pensamientos corrían como locos dentro de mi cabeza, chocandose con la intensa lista de teorias que estaba formulando, las cuáles chocaban a su vez con los miles de recuerdos compartidos. El caos en su máxima expresión se había desatado en mi cabeza.

Mi Decisión (Ita-zumi +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora