"Toda eleccion tiene su precio"
Decidí convertirme en su sugar baby. Siempre disponible, siempre fiel, a cambio, él no me dejaría faltar nada.
Era simple, debía ser fácil, pero me enamore. Como una verdadera estúpida, perdí mí cabeza y mí corazón p...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Itachi, Ita despierta...- Lo samarreaba pero se encontraba bastante cansado, no podía culparlo, yo en su lugar tendría la lengua acalambrada. Hacia tiempo no tenía tantos orgasmos seguidos sólo con sexo oral, y para completar la faena, me había hecho el amor por tres horas, paraba y volvíamos a emprezar, fue una maldita locura. Cayó rendido a mi lado, y quedó profundamente dormido.
Necesitaba llegar al baño, pero él seguía dormido, por un instante me perdí en mis pensamientos, mientras veia el acompasado movimiento de su pecho, y su respiración relajada.
-¡Ita! ¡Necesito ir al baño!- Se sentó sobresaltado, miraba para todos lados, creo que no sabía donde estaba, aún se encontraba medio dormido. Sonreí y me senté en la cama, cuándo me puse de pie, no di ni dos pasos que senti como un liquido tibio corria por mis piernas. Roja de vergüenza me gire para ver a Itachi que me miraba asustado.
-No sé si me hice pis...O rompí bolsa.- mumure angustiada. Itachi saltó de la cama aún dormido, patino en el liquido bajo mis pies y se desparramo de espalda en el suelo. Comence a reir sin poder parar, y el desde su asquerosamente cómodo sitio hizo lo mismo.
-Amor, ¿que tal si no entramos en pánico y nos metemos rápido a la ducha?- Me sugirió, pero creo que era más para él que para mi la recomendación. Se puso de pie, algo adolorido por la caida, y se desnudo, luego me ayudo a quitar la ropa a mi, y nos metimos a la ducha. Me enjabono de manera suave, el agua corria caliente por nuestros cuerpos, llevabamos unos quince minutos en el baño, cuándo comencé a sentir las contracciones, eran suaves, pero de todas formas molestaban bastante. Mi estómago se ponia como una piedra, y mi útero punzaba. Aferrandome a su espalda jadee con dolor.
Itachi se apresuro a secarme y luego de vestirse me ayudo a mi con la ropa. Ya tenia armado un pequeño bolso con lo necesario para ambas. Los cargo en el auto, y manejo de prisa hasta el hospital. Aunque queriamos estar tranquilos los nervios nos jugaban una mala pasada a ambos.
Mei ya habia sido avisada por Tenten que ibamos en camino, por lo que se encontraba esperandonos en el hall del Hospital. Bajamos tan apurados que dejamos los bolsos dentro del coche. Al darse cuenta Itachi farfullo algunas maldiciones y regreso por ellos, aprovechando la oportunidad para darle una llamada fugaz a Sasuke, y avisarle que su sobrina había decidido interrumpirnos el descanso.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
