💔

307 34 1
                                    

4



Permanecieron un buen rato fondeados frente a la antigua iglesia de piedra, mecidos por el suave balanceo del barco y charlando amigablemente. 

—Dime, Kook, ¿por qué trabajas tanto? —preguntó Jimin en un momento dado,mientras dejaba resbalar una mirada soñadora por el pintoresco paisaje. 

—No trabajo tanto —contestó Jungkook, tumbado perezosamente sobre el banco de plástico de la bañera, mientras estudiaba a Jimin con disimulo por entre sus párpados entornados. 

—Una persona que está más de un mes sin pasar por su casa, tiene pinta de trabajar un montón, ¿no? —comentó el joven, al tiempo que alzaba su cara hacia el único rayo de sol que había logrado traspasar la espesa capa de nubes. 

—Era una operación especial que me llevó más tiempo de lo que pensaba.Normalmente, aunque viajo mucho, no suelo pasar más de dos o tres días fuera. Y tú, Jimin, ¿a qué te dedicas? —interrogó a su vez, deseoso de conocer algo más de su desconcertante vecino. 

Al oír su pregunta, Jimin abrió los ojos, volvió el rostro hacia él y contestó: 

—Soy profesor de dibujo. Trabajo con personas discapacitadas —Jungkook se la quedó mirando con fijeza; era lo último que esperaba oír—. ¿No te lo crees? —preguntó el adivinando sus pensamientos—. Seguro que pensabas que soy un chico superficial, a el que lo único que le interesa es ir a fiestas y divertirse lo más posible. 

—Reconozco que me has sorprendido. 

—En cambio tú a mi no —respondió el con las pupilas chispeando, traviesas—.Sé con exactitud la imagen que tienes de mí, eres un tipo tan predecible como el tiempo en Inglaterra. 

Jimin cerró los párpados dispuesto a gozar una vez más de los débiles rayos de sol que de vez en cuando conseguían atravesar las nubes, cada vez más densas. De nuevo, a Jungkook le irritó que se burlara de él. Predecible, ¿eh? Se iba a enterar ese pequeño brujo de lo predecible que era. 

—¿De verdad crees que lo soy? —con lentitud, bajó sus largas piernas del banco. 

—Ajá —respondió el sin abrir los ojos—, eres el tipo de hombre que mi amiga Fiona y yo siempre hemos clasificado como TOP. 

—¿TOP? —preguntó acercándose a el con sigilo. 

—Trabajador obsesivo y prejuicioso

De repente, unos brazos poderosos lo aferraron con fuerza y lo obligaron a ponerse en pie. Sin saber muy bien cómo, Jimin se encontró atrapado contra un pecho duro como el hormigón. 

—¡Eh! ¿Se puede saber qué haces?— preguntó Jimin, abriendo los ojos, sobresaltado. 

—Solo quiero demostrarte que no soy tan predecible —respondió él en un tono sosegado, a pesar de que sus ojos grises despedían destellos malignos. 

Una enorme sonrisa iluminó la cara de el joven al ver su expresión y, divertido, le preguntó: 

—¿Qué vas a hacer? No creo que puedas violarme en este pequeño cascarón, la verdad, resultaría terriblemente incómodo y, además, podríamos volcar —por un instante, Jungkook se quedó desconcertado; al menos había esperado asustarlo un poco. 

Algo más que vecinos •kookmin• AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora