💔

238 28 1
                                    

15



Jimin se dio un largo baño caliente y se puso uno de los sencillos conjuntos que había llevado. No sabía si la cena sería muy formal, pero se encogió de hombros; esa era su ropa y no había nada que pudiera hacer al respecto. Cuando entró en la sala que Bates le indicó, vio a Jungkook, muy elegante con unos pantalones oscuros y una camisa blanca, que lo esperaba con el brazo apoyado sobre la repisa de la chimenea.

—Estás muy guapo —le dijo mirándolo con evidente admiración.

—Gracias.

En ese momento, entró su madre con un elegante vestido de seda gris.

—Ah, queridos, ya estáis aquí. He invitado a los Atkinson a cenar.

Jimin observó cómo su vecino apretaba las mandíbulas e intuyó que la noticia no le hacía muy feliz. Justo entonces, la puerta se abrió y Bates anunció:

—La señorita y el señor Atkinson.

Una mujer parecida a Alison, solo que en versión pelirroja y algo más joven, entró seguida por un atractivo hombre de pelo rojizo, apenas unos centímetros más alto que el propio Jimin.

La madre de Jungkook hizo las presentaciones.

—Min, estos son Pamela y Robert. Somos vecinos desde hace años.

—Encantado —respondió el joven.

—¿Así que tú eres el prometido de Jungkook? —preguntó el hombre recorriéndolo lentamente con unos descarados ojos azules.

—En efecto —afirmó Jungkook que se apresuró a rodear la cintura de Jimin con un brazo y lo apretó contra su costado con un ademán posesivo.

—Me gustaría saber cómo os conocisteis —declaró la pelirroja, dirigiéndole una mirada rencorosa y con un tono que desmentía por completo el significado de sus palabras, añadió—: Me encantan las historias de amor.

—Verás —respondió Jungkook enseguida, con una lucecita maliciosa en sus ojos—,somos vecinos y nuestras terrazas están separadas por una ligera barandilla de cristal. Nunca olvidaré la noche en que Jimin salió a la suya envuelto tan solo en una toalla de baño...

—Cariño, no es necesario que des todos los detalles —Jimin escondió la cara en el brazo masculino con fingida confusión.

A Jungkook no le pasó desapercibida la mirada asesina que Pamela le lanzó al joven, pero cuando vio la expresión lasciva que se dibujó en el rostro de Robert, la situación ya no le hizo tanta gracia.

—Desde luego es mejor no dar tantos detalles —afirmó la señora Gallagher mirando a su hijo con desaprobación.

—Tienes razón, mamá, no quiero avergonzar a Jimin —respondió Jungkook alzando la barbilla de Jimin con dos dedos y depositando un apasionado beso en sus labios. Después de lo que al joven se le antojó una eternidad, Jungkook se apartó de él con lentitud sin dejar de mirarlo a los ojos y Jimin sintió que se ruborizaba, esta vez de verdad, pero la voz aguda de Pamela enseguida lo sacó del extraño trance en que lo había sumido los labios masculinos.

Algo más que vecinos •kookmin• AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora