Me pasé toda la noche con Gina, que estaba molesta con Michael por no ser consciente de que ella necesitaba más cariño y afecto por parte de él, hasta que por fin la convencí para que le dijera qué le pasaba.
Se acercó a él, que estaba con Finn e Isaiah y le agarró del brazo con decisión, yo la seguí y me puse al lado de los chicos. Michael la miró tajante y ella solo le dijo un suave "tenemos que hablar" y todo el mundo sabe que esa frase significa problemas, así que se fueron fuera de la casa y los perdimos de vista.
- ¿Qué coño le pasa ahora?- preguntó Finn antes de beber de su vaso.
- Cosas suyas, déjalo - dije sin mirarle.
- ¿Y a ti qué? - me miró.
- A mi no me pasa nada idiota - le dije riéndome -. Solo me aburro un poco.
- Yo también... Me voy a echar más whisky - Isaiah se fue dejándonos a los dos solos.
Finn y yo nos quedamos un minuto callados, sin saber qué hacer. Era una situación un poco incómoda hasta que quiso hablar y proponer un plan.
- ¿Cuánto crees que tardaríamos en bebernos toda esa botella? - señaló a la mesa que había detrás de nosotros.
- No jodas, te vas a emborrachar - me reí.
- No cielo, NOS vamos a emborrachar- dijo haciendo énfasis en el "nos".
- Tú necesitas más que yo - le miré retándolo.
Se dio la vuelta, cogió la botella de la mesa sin que le vieran y vino hacia a mí. Me agarró de la mano y me sacó de la sala donde estábamos para llevarme a las escaleras.
De repente oímos voces provenientes del piso de arriba, eran Arthur y Linda borrachos, riéndose mucho e iban a bajar las escaleras. Finn seguía agarrando mi mano, así que lo atraje hacia mí y nos escondimos bajo la escalera. Era un hueco pequeño, pero cabíamos los dos. Una tenue luz de vela era lo único que nos alumbraba mientras nos tapábamos las bocas con nuestras manos intentando no hacer ruido.
Llegaron al piso de abajo y Arthur le cogió la cara a su mujer y le empezó a dar besos por el cuello mientras pasaba su mano por su cadera bajando a sus muslos. Finn y yo nos miramos y abrimos los ojos como platos. No queríamos ver qué pasaba después, así que lentamente salimos de nuestro escondite y subimos las escaleras despacito y sin hacer mucho ruido.
Abrimos la puerta del pequeño salón que tenía Tommy en la planta de arriba y entramos riéndonos a carcajadas. Finn dejó la botella en la mesa y se sentó en el sofá que estaba de espaldas a la puerta y yo me apoyé en esta al cerrarla.
- Pf... ojalá no hubiera visto eso, ahora me voy a tener que lavar los ojos con lejía. - dijo Finn mientras nos servía un vaso de alcohol a ambos.
- Tampoco han hecho nada raro. Lo importante es que no hemos visto nada más... - me acerqué al sofá y me senté cerca de él.
La chimenea estaba encendida y por la ventana entraba la luz de la luna iluminando la sala sutilmente. Finn se quitó la gorra y la dejó sobre la mesa, su pelo rizado se había revuelto un poco y tenía los ojos brillantes y una expresión seria, supongo que el alcohol ya le estaba afectando. Me quité los tacones y puse mis piernas dobladas encima del sofá, hacia él, cogí mi bebida y le di un sorbo.
No me apetecía beber mucho más, ya estaba notando el efecto del alcohol ligeramente y no quería emborracharme.
- Que disfrute de su noche - escupió Finn de repente sobre su tío. Lo dijo con un tono demasiado cortante.
- ¿Por qué dices eso? - le pregunté.
- Bueno, es que Arthur siempre nos está diciendo que tenemos que ser hombres y que debemos dominar. Dice que el dinero y el sexo son las mejores cosas que se han inventado y nos obliga a que pensemos como él. - Dijo y se tragó todo su vaso de un trago.
Le miré pensativa, no sé bien qué quería decirme con aquello, pero parecía que le afectaba.
- Esa es su percepción, pero no tiene que ser la tuya - dije intentando comprenderle. Me incorporé un poco y le toqué el antebrazo.
- Estoy cansado de que me digan que no soy un hombre Lydia - clavó su mirada en mí-. Parece que para ser un hombre tienes que follarte a medio Birmingham y yo no quiero hacer eso.
Por primera vez desde que lo conozco, Finn Shelby estaba sincerándose conmigo y me estaba causando una mezcla de sensaciones. Su mirada puesta en mí estaba haciéndome temblar por dentro, me estaba volviendo loca.
- No tienes que pretender ser alguien que no eres - le contesté de forma sincera.
- Con ellos sí.
- Conmigo no, me gustas así, siendo tú. - le dije deseando que entendiese la indirecta y a la vez que no lo hiciese. Estoy muy confundida.
Al parecer sí entendió la indirecta porque dos segundos después de decirle eso, me agarró del brazo y me atrajo hacia el. Nos quedamos muy cerca. De la inercia, puse mis manos en su pecho y podía sentir su respiración subiendo y bajando. Su corazón latía muy rápido, pero aún más lo hacía el mío. Me miró como nunca lo había hecho, tenía una mezcla de lujuria y miedo en su mirada.
- Joder Lydia - susurró.
Entonces puso su mano derecha en mi mejilla y me besó. Al principio no me lo esperaba, pero en seguida le seguí el beso. No lo sabía, pero llevaba esperándolo desde hace mucho. Coloqué mi mano en su nuca, atrayéndolo hacia mí y él me agarró de la cintura. Todo fluía y parecía como si no pasara el tiempo. Una lluvia de emociones me estaba inundando mientras sus labios se entrelazaban con los míos en una tormenta perfecta. Era jodidamente perfecto.
Nos separamos para coger aire y le solté el cuello, él quitó la mano de mi cara pero mantuvo la otra en mi cintura. No sabía qué decir, estaba en shock. Finn Shelby acababa de besarme.
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La nueva Blinder [Finn Shelby]
ФанфикLydia Stark, la hermana pequeña de Lizzie Stark, una chica responsable y valiente, empieza a trabajar con los Shelby y se adentra en la banda, enfrentándose a problemas que no había vivido antes. Además crea fuertes amistades con algunos Peaky Blind...