Capítulo 8

3.1K 238 25
                                    

- Venga Anna ayúdame, ¿cuál te gusta más?

Estaba muy indecisa, no sabía que vestido coger, me habían gustado mucho dos: uno rosa clarito y otro amarillo. El primero era más ceñido a la cintura y luego caía al suelo con detalles en dorado, mientras que el amarillo era más suelto y tenía detalles en negro.

- El rosa, estoy casi segura. Es que el amarillo, para tu color de piel... Pareces un pollo.

- Gracias amiga, me encanta tu sinceridad - nos empezamos a reír a carcajadas.

Me volví a probar el vestido rosa y sí, estaba decidida, este era el elegido. Tenía además una diadema de mi hermana en casa de los Shelby de color dorado, para poder hacerme un recogido elegante.

Al final no me costó mucho, ya que los padres de Sarah me descontaron una libra del vestido. Fueron muy amables conmigo, así que les dije que me buscaran si necesitaban algo.

Cuando acabé, comí algo en mi casa y llamé a Ada, que pasó a recogerme para ir a casa de los Shelby, casi todos iban a estar allí, puesto que  hoy era el día de la cena con el señor Brown. Cuando llegué, busqué a mi hermana, que estaba en su habitación cambiándose.

- ¡Lizzie! - ella se giró y me dio un abrazo - Me he comprado un vestido para hoy. Es rosa y de seda.

- Ay, es precioso - me dijo mientras se lo enseñaba -. Quédalo en la habitación de la izquierda y luego subes a vestirte. Ahora saluda a todos, que están abajo en la cocina - me sonrió.

Así hice, dejé las cosas en la otra habitación, donde ya había dejado sus cosas Ada, así que supuse que dormiría con ella y con su hijo. Bajé a la cocina y me encontré a casi todos allí, estaban los miembros de la familia y faltaban el resto de los Peaky Blinders.

- ¡Hola! - dije con una sonrisa y todos se giraron a verme y me saludaron.

Michael, Finn y Gina estaban en una esquina, así que le di un abrazo a Polly y fui a verlos.

- ¿Qué tal lleváis la resaca? - me reí.

- Que no tengo resaca - repitió Finn riéndose también.

- Yo lo llevo fatal, he vomitado dos veces esta mañana y pienso meterme lo que sea para llegar bien a la cena, pero yo no me quedo sin probar la bebida - dijo Michael mientras Gina ponía los ojos en blanco.

- Bueno - Arthur llegó desde atrás poniéndonos una mano en el hombro de Finn y la otra mano en el mío que nos dio un susto -. Si preguntan, vosotros dos vais juntos a la cena.

Finn y yo nos miramos entre nosotros confundidos.

- ¿Desde cuándo hace falta llevar pareja?- preguntó Finn un poco enfadado.

- ¡Para que no os intenten juntar con hijos de la familia Brown idiota! Para negocios lo que sea, pero no quiero su sangre en mi familia - respondió Arthur escupiendo las palabras de mala gana.

Después de esto estuvimos un par de horas haciendo tareas en la casa para que todo quedase perfecto. A Polly y a mí nos tocó encargarnos del comedor, sacamos todas las botellas de alcohol caro que tenía Thomas y mandamos a poner la mejor cubertería.

Cuando todos acabamos de hacer nuestras cosas, la casa estaba preciosa, más elegante de lo normal y olía a lo que Arthur llama el "éxito", olor a madera nueva mezclada con whisky. Poco después, Ada y yo subimos a prepararnos a la habitación que compartiríamos.

Me puse mi vestido nuevo, con el que me sentía guapísima y me hice un recogido sencillo con la diadema dorada de mi hermana, me puse unas pulseras y unos zapatos altos y me arreglé el maquillaje.

- Estás preciosa Lydia- dijo Ada admirándome de arriba a abajo.

- Gracias Ada, tu también estás muy elegante - me sonrió mientras peinaba a su pequeño, ella llevaba un vestido añil hasta la rodilla y un tocado con plumas en la cabeza.

-¡BAJAD TODOS, YA ESTÁN AQUÍ! - se oyó desde la planta de abajo al hermano mayor de los Shelby gritando, así que todos bajamos rápidamente.

No pude evitar fijarme en Finn, llevaba su traje habitual pero más arreglado y tenía el pelo un poco más largo por los lados de lo que lo solía llevar, lo que hacía que se viese más atractivo que antes. Él me miró entera cuando me coloqué a su lado, ya que era mi pareja y le sonreí.

- No estás nada mal - susurró en mi oído al acercarse a mí. Yo no pude evitar morderme el labio, y aunque fue disimulado creo que se dio cuenta.

En ese momento entró el señor Brown con algunos miembros de su familia: su mujer, sus dos hijos, uno de unos cuantos años mayor que yo y otro de mi edad aproximadamente.

Nos fueron saludando uno por uno y cuando el chico de mi edad fue a darme la mano, se me quedó mirando con una sonrisa y me preguntó mi edad y si era una Shelby. Pero antes de que pudiera responder, la mano de Finn agarró la mía y me dijo en alto:

- Voy a la cocina, te espero allí - me guiñó un ojo, me soltó y desapareció hacia la cocina.

Miré al chico Brown y su semblante cambió hacia una cara de decepción, la verdad era bastante guapo, moreno de ojos oscuros, alto y parecía tener un buen cuerpo, no estaba nada mal, pero no me gustaba. Seguramente a Sarah sí le hubiese gustado, es su prototipo de chico.

Le conté que no era una Shelby, pero que algún día podría serlo, ya que si mi hermana se casa con Tommy, ella se quedaría su apellido y yo podría cambiarlo al vivir con ellos. El me escuchó y me contó un poco sobre su familia por encima, eran muy interesantes.

- Por cierto soy Nick - al final habíamos hablado de nuestras vidas y no nos dijimos nuestros nombres.

- Yo Lydia.

- Bueno, creo que te espera tu novio en la cocina - yo me quedé pensativa y me reí, preferí no decirle que no era mi novio por lo que esta tarde nos había dicho Arthur, así que me limité a asentir e irme a la cocina. El chico parecía buena persona, pero se notaba que todo era por temas familiares.

Fui a la cocina a buscar a Finn, pero no lo encontré, no había nadie allí, así que me dirigí al comedor. Todos estaban allí, la luz de sol estaba cayendo y los chicos empezaban a servirse los primeros tragos de la noche.

Un hombre mayor bastante atractivo estaba hablando con la tía Polly, mientras que Ada, Thomas, mi hermana, Arthur y Linda hablaban con el señor Brown y su mujer en una esquina. Las sirvientas ofrecían comida y bebida a todos, mientras que Michael, Finn e Isaiah estaban con los demás Blinders.

Me acerqué a estos últimos y le toqué el brazo a Finn. Él se giró y me alejó un par de metros del grupo.

- ¿Ya has acabado de ligar?- preguntó serio bebiendo un trago de su bebida.

- ¿Estás de broma? - no me gustó nada el comentario.

- No, lo primero que dice Arthur es que tú vas conmigo y te pones a tontear con el nuevo.

- No estaba tonteando con él, solo me ha preguntado mi edad - le dije calmada -. Además tu te has ido.

- Quería que vinieras conmigo joder.

- Pues la próxima vez dímelo directamente idiota - subí el tono.

Me miró con intensidad durante unos segundos y se bebió lo que le quedaba de vaso, así que resoplé fuerte, le cogí la mano que le pilló por sorpresa y me lo llevé al lado de una mesa donde habíamos puesto las mejores botellas. Le pedí a las sirvientas que nos pusieran dos tragos y le di uno de ellos.

Levante mi vaso ligeramente y le sonreí:

- Idiotas pero felices - hice un brindis, a lo que él no pudo evitar reír, joder lo que me gustaba verlo sonreír.

- Idiotas pero felices - me tocó el vaso con el suyo y bebimos la mitad de nuestra bebida a la vez -. Por cierto, el "no estás nada mal" era antes, ahora estás preciosa - me dijo casi en un susurro, a lo que lo miré sonrojada al tiempo que me temblaban hasta los dedos.

La nueva Blinder [Finn Shelby]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora