Cap.10 Milagro de amor

9 0 0
                                    

Estoy triste, nunca me he llevado bien con el uso de las redes sociales, a veces el poder que le damos a esa información que encontramos en ellas nos hacen pensar y/o generar conflictos.
Ayer por la noche estaba revisando mis redes sociales y vi unas fotos que puso mi novio en donde él y yo estábamos juntos, en alguno de los comentarios que habían puesto alguien preguntaba que era de mí y el respondió que era su amiga. Sentí un terrible nudo en la garganta y gran decepción pero no quise acelerarme a reclamar o hacer una escena puesto que lo vería al día siguiente y tenía la oportunidad para hablarlo con él directamente.

He abordado el autobús, estoy triste y un poco decepcionada por lo que vi la noche anterior, no he puesto atención a ver el panorama, estoy pensando qué y como decir cuando lo vea, no quiero herirme ni herirlo ante ésta situación. Al llegar a la central de autobuses lo veo venir y lo saludo con total normalidad, con toda la calidez y amor que siempre nos ha caracterizado, le pido que vayamos a desayunar y mientras me adelanto a pedir un café le digo:

- Me gustaría que pudiéramos hablar de algo que vi ayer por la noche y que me ha disgustado y confundido, sería de gran ayuda si tú me ayudas a resolverlo.

Me mira, frunce el ceño y muerde su labio, posterior a esa mueca dice:
- ¿Qué pasa amor, cuéntame?
- Vi que publicaste unas fotos en las que comentas que somos amigos, yo tengo muy claro que tú pediste que fuera tu novia, si quieres que seamos amigos no tengo problema en ello pero tienes que tener en cuenta que hay una gran diferencia en ambas relaciones y es evidente que nada de esto será igual a cómo es ahora.- Le he dicho.
- Perdón, nunca me ha gustado que la gente sepa de mi vida y cosas personales por ello comenté que eras mi amiga pero sabemos bien que no es así, no lo tomes a mal, te amo y disculpa si eso te causó algún sentimiento que te haya herido.- Me dice mientras ve venir al mesero y guarda silencio absoluto.
- No ha sido fácil para mí estar en esa confusión y haberme decepcionado pero mira, no sucede nada malo, la relación de noviazgo puede terminar y convertirse en una buena amistad para que no te cause problema decir que tienes pareja, esto nos servirá para no cometer los errores que a lo largo se este tiempo hemos podido tener y cuando tengamos alguna relación las cosas marchen bien. -Le dije con un dolor en mi alma que no podré explicar jamás.
- Sabes que yo no quiero eso, yo no quiero que nuestra relación sea diferente y no te quiero como mi amiga, perdóname por favor por ese error.- Dice con tono cabizbajo.

El mesero está trayendo los alimentos a la mesa y no hay mucha oportunidad para hablar abiertamente este tema, tomo el café y le digo que no estoy segura ahora de que lo mejor sea continuar la relación porque hay cosas que me causan duda y en ellas está eso que vi. Nos quedamos callados algunos minutos, luego él se acerca a mí y me trata de dar un beso que logro esquivar, su rostro toma aspecto de tristeza y luego me dice:
- Ven, vamos, hablemos en otro lugar.
Tomo mi bolso y me pongo de pie, camino hacia la salida del lugar y él viene detrás mío, mientras caminamos por los callejones él me va pidiendo que no terminemos la relación, que él no quiere estar con nadie que no sea yo y que ese error no lo cometió con el afán de herirme, era con la finalidad de que la gente no supiera de su vida ni de la mía. No puedo discernir si lo que dice es verdad, no quiero dejarle pero tampoco quiero seguir dudando de si la elección de estar con él fue la mejor. Llegamos a un mercado, me ofrece algún postre, algún recuerdo o alguna bebida y le digo que así estoy bien, que no se me antoja nada y que quiero dejar claro todo para poder irme. Me he portado muy cortante, seca, fría y probablemente grosera por las actitudes que tengo de rechazarlo en todo, ha ganado el sentimiento de decepción, enojo, coraje y dolor y esos mismos me impiden solucionar las cosas. Tras dar algunas vueltas por el mercado y hablar entre cortado de la situación, me pongo frente a él y le digo:
- Mira, dejemos de darle vueltas, estoy enojada, siento tristeza, no sé si creer en tus palabras y no quiero seguir más con esto.
- Te entiendo, pero estás actuando desde el enojo generado y no desde lo que siente tu corazón. Te invito a estar tranquilos y pensar bien mientras desayunamos con calma porque tantas vueltas hemos dado que ni tiempo para comer hemos tenido.- Me toma de la mano y me da un beso en la frente.

Vamos ahora rumbo a la casita amarilla, en el trayecto del autobús vamos platicando de otras cosas diferentes a las de la discusión que hace unos minutos hemos tenido, él actúa normalmente y sigue en su papel de ser mi novio cosa que no me ha agradado porque mi enojo no accede a desaparecer y le pido que no actúe como si nada pasara porque no es así. Llegamos, nos bajamos del autobús y entramos a la casa. Me siento en un sillón, él se sienta frente a mí y me ofrece la comida que hemos comprado anteriormente, mientras comemos hablamos más tranquilos del tema, él se muestra muy seguro de querer estar conmigo, me pide que me vaya a vivir con él y que no dude más. Yo estoy segura de mis sentimientos por él pero no de seguir la relación cuando él tiene temor de mostrarme como su novia ante sus redes sociales y a saber ante que más.
Terminamos de comer, le digo que tengo los sentimientos muy claros pero que está situación me ha sacado de contexto y que no sé si vale la pena continuar. Se acerca a mí, me abraza, me pide que le mire a los ojos y exclama:
- ¡Te amo y no quiero dejarte nunca!
Al oír esas palabras mi corazón late fuerte, la mente ha bloqueado el coraje y dolor que tenía, lo abrazo con todas mis fuerzas y lo beso apasionadamente. Poco a poco los besos nos llevan a otro nivel, vamos a la recámara y sucede lo que marcará mi vida para siempre.¡Hacemos el amor! Y lo llamo así porque eso he sentido con él, el acto está lleno de amor, conexión, magia, dulzura, en fin, de una serie de sensaciones que difícilmente se explican. Me acuesto sobre su pecho y nos quedamos así hablando por horas de todo lo que nos ha sucedido; de los inconvenientes en el trabajo y familia que se han suscitado, de nosotros y de los planes que tenemos porque hemos decidido que viviremos juntos pronto.

Me voy a casa y me ocupo de mis obligaciones, al final esa situación la pudimos resolver y continuamos nuestra relación. Los días han pasado de prisa y en mi trabajo las cosas no marchaban bien así que decidí renunciar para buscar algo nuevo mientras en la vida de mi pareja pasaba algo similar; se ha quedado sin trabajo y ahora está en busca de el. La vida nos está jugando un juego que no estábamos listos para enfrentar porque ahora que viviríamos juntos la economía no nos podrá ayudar, mi periodo menstrual no ha llegado y yo estoy cada día más atemorizada por lo que sucederá.
Cuando voy en busca de la razón por la cuál no se ha presentado mi periodo menstrual descubro que algo se está cocinando a fuego lento, que algo llena mi estómago, que alguien muy pequeñito y especial viene en camino para llenar mi vida de amor, ternura, confusión, retos y muchos obstáculos que pasar incluidos obstáculos con mi pareja que ahora tiene algunos más que yo. Aunque suene ridículo un milagro está por llegar a mi vida y es resultado de este amor a kilómetros y de los kilómetros de amor que tengo por esa persona que ahora se convertirá en el papá de mi bebé. 

FIN

Amor a kilómetros y kilómetros de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora