Cap.7 Día de muertos

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Ha llegado la celebración del día de muertos, las calles se visten de adornos, calaveras gigantes hechas de papel, ofrendas, niños disfrazados, velitas, luces, flores, exposiciones, comida y música. Detrás de mí, sus brazos alrededor de mi cintura, su cabeza recargada en mi hombro, miraqmos juntos una exposición que se ha realizado en un museo del centro de la ciudad, vitrinas con ofrendas y calaveras gigantes vestidas con un toque de elegancia, música de fondo acorde al día celebrado, multitud de personas pasando a nuestro lado para admirar lo que se expone, este día al lado de la persona con la que he elegido compartir un poquito de mi vida apenas ha comenzado.

Afuera se comercializan dulces típicos, bebidas, vestimentas tradicionales, globos y juguetes muy bien elaborados, buscamos un rebozo para llevarle a mi madre pero ninguno se me hace lo suficiente bonito para ella. Hemos recorrido lentamente algunas calles, tomados de la mano caminamos observando que podemos consumir, no hay duda de que nuestro país tiene una hermosa cultura y una gran diversidad de tradiciones porque hemos encontrado de todo en este día.
De pronto llegamos a dónde está el auto y él me hace subir, conduce hasta que llegamos a un callejón y ahí nos estacionamos, me pide que cierre los ojos y solo siga las instrucciones que él me dará, no entiendo nada de lo que hace pero solo hago lo que me dice.
Voy caminando con los ojos cerrados solo sosteniendo su mano y escuchando su voz, se ríe, se pone nervioso y de pronto escucho que dice:
- Amor, abre los ojos por favor.
Abro los ojos y veo frente a mí una enorme calle que contiene algunas subidas y en esas subidas unas escaleras que tienen pintadas algunas calaveritas preciosas, alrededor las casas están en silencio, la tarde comienza a caer y el viento recorre nuestros cuerpos, tomo algunas fotos del lugar mientras él abrazándome me explica el significado de cada cosa que veo alrededor y me muestra los pequeños detalles que tiene, guardo en mi memoria esta sorpresa y las emociones que trajo con ella.
Nos detenemos en alguna callecita y le beso lento, coloco mi mano sobre su mejilla y le digo que le amo y que me ha encantado esa sorpresa. Me mira, me devuelve el beso, me abraza muy fuerte y continuamos caminando.

La tarde es fría, me arropa con su propio cuerpo hacia el auto y subimos a él, ahora no sé a dónde se dirige ni quiero preguntarlo. Estaciona el auto, descendemos de el, a unas cuadras se observa un pequeño bosque pero todo está un poco oscuro y no alcanzo a percibir más que unas lucecitas parpadeantes brillando. Nunca suelta mi mano al caminar, cruzamos la calle y al irnos acercando confirmo que ese lugar es un bosque, bromea diciendo que me va a raptar para nunca dejarme ir y al reírse detiene su paso y se voltea hacia mí para decirme lo que tengo hasta hoy tatuado en el alma:
- Te amo y quiero poder estar contigo muchos días de mi vida.
Estoy ruborizada, una sensación de calor corre rápidamente en mi cuerpo, no entiendo lo que está tratando de decir, así que le respondo:
- También yo te amo y te amo mucho, gracias por estar en mi vida.
Cómo si el timbre nos hubiese salvado se escuchan a lo lejos muchas risas fuertemente, no nos podemos quedar con las ganas de averiguar y vamos a ver qué sucede, tenemos que descender porque el bosque tiene algunas inclinaciones y para ello es necesario bajar por algunas rocas que me han costado trabajo pero con su ayuda he logrado hacerlo, sostuvo fuertemente mi mano y me fue guiando hasta llegar al punto que necesitábamos. Llegamos a un pequeño riachuelo en el que se están contando historias de terror a los niños que están sentados alrededor del mismo, las risas provenían de ahí. Las lucecitas que se vislumbran son algunas antorchas que los niños traen para hacer más emocionante la estancia en el bosque, escuchamos alguna que otra historia y luego nos retiramos del lugar.

Ya es de noche, no hemos tenido oportunidad de cenar, vemos una tienda de autoservicio y nos dirigimos a ella para adquirir comida, compramos algunas cosas y nos vamos al auto, estando dentro de el decidimos quedarnos juntos esta noche fría que hace unas horas estuvo llena de emociones y felicidad. Vamos a casa de la madre de mi novio para saber cómo está y comprarle algo para cenar, ella nos recibe con mucho cariño, le comentamos que queremos cenar con ella y nos manda a comprar algunas cosas para la cena, él y yo vamos a un pequeño negocio de antojitos mexicanos y compramos algunos pambazos para luego regresar a casa de su mamá y compartirlo. Cenamos juntos y luego nos despedimos de ella, subimos al auto y nos vamos rumbo a la casita amarilla.

Disfruté mucho este día, me gusta la forma en la que esta persona y yo conectamos, me gustan las sorpresas, el cariño y el tiempo que me regala, ha inundado mi corazón de amor y mi alma brinca de alegría. Vamos a la cama, tengo mucho frío, él se acerca a mí y me susurra en el oído:
- ¡No tienes idea de cuánto te extraño cuando no estás junto a mí, mi amor, ojalá pudiéramos estar así todos los días!
No puedo dormir, doy vueltas en la cama, el frío congela mis pies y mi cabeza no deja de imaginarse una vida con él, me abraza y me da muchos besos, platicamos y jugamos,  no recuerdo en que momento nos hemos quedado dormidos pero al abrir los ojos sé que aún tengo ganas de seguir durmiendo, el sol ya se asoma por la ventana y tengo que volver a casa. Que gracioso es ver su rostro, sus ojos brillantes y su sonrisa coqueta al despertar, que bonito es amanecer con unos brazos rodeando tu cuerpo, que lindo es sentir tu corazón palpitando a la par del de alguien más. Me ha dado un beso y me ha pedido que no me vaya, pero a besos le tengo que explicar que tengo que volver a casa y cumplir con mis obligaciones que por cierto ahora son muchas en mi trabajo.

Este fin de semana como otros tantos son momentos que se incrustaron en mi alma y que no tienen la intención de salirse de ahí y bueno, al fin de cuentas no tengo problema en ello porque sé que esos momentos me dibujan una sonrisa cuando se hacen presentes como recuerdos maravillosos que tuve con alguien a quién amo.

Amor a kilómetros y kilómetros de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora