Capitulo 8

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Octavo capituló
Sarah la mirana atenta mientras sonreía. —espera un día conocer a la señora Catherine. — rio. —He intentando, pero no tengo confianza. Solo Liz lo sabe... me apoya al 100% y espero en este verano salir del closet. Estoy harta. - rio mirándola. - Por supuesto que me molesta Jessica, la langosta es exquisita. - bromeó riendo. - Jess... ¿alguna vez haz sentido atracción por una mujer? - La miró

Tendré que azotarte como te gusta. —Dijo con la voz más ronca de mi habitual. — Sue, no hagas eso. Luego me duele todo cuando no completamos el acto porque eres una inconsciente con mi amigo que tanto placer te da. — bromeó mientras posaba su enorme mano en su pierna también

Jessica miro hacia abajo, le parecía tan estupido e injusto que alguien tuviera que salir del closet y que aún fuera un caos cuando alguien decidía amar a otra persona, Jessica subió la vista y la miró tiernamente —no tienes que anunciar nada, simplemente decir a quien amas cuando el tiempo llegue y a nadie le deberás explicación alguna— Jessica dijo firmemente y tomándola de la mano —¿Yo? ¿Por una mujer?— frunció el ceño y los labios pensando cuidadosamente en su respuesta —No. No lo sé, creo que no, realmente nunca supe ver o aceptar atracción por nadie más que no fuera Alec— Jessica dijo honestamente.

¿No eres capaz de abstenerte por un par de minutos? —quitó su mano volviendo su lugar — ¿entonces, tú y Holland como quedaron ? —volvía su vista a su teléfono— quiero decir ... dudo que se vayan a separar o, ¿quieres que a Jane le dé un infarto?

Sarah asintió mordiéndose el labio nerviosa, malditos Tics. —Lo haré. Los enfrentaré. Ya estamos en pleno siglo 21 y aún conozco gente que hace comentarios y chistes estupidos delante de mi sin saber lo que duele. Odio el hecho de que juzguen a alguien por eso. —Dijo molesta y frustrada. —no quiero terminar siendo Holland, casada con quien no amo. — La miró. — Pero ahora no tienes a Alec y puedes ver atracción en cualquiera sin sentir culpa, por ejemplo... —rio — ¿Que opinas de La Doctora Cate?

Pierce negó. — No, no se si trata de ti. Que me gustas y enciendes mucho. — Su mano siguió subiendo peligrosamente por el muslo de Susan

Bueno yo estaría orgullosa de ti de todo lo que eres, a quien deseas no es asunto de nadie, lo único que importa es como eres y créeme que eres fantástica, maravillosa  y mira que ora que yo diga algo así es difícil— Jessica se comenzó a reír y soltó la mano de Sarah despacio —¿Que tiene que ver Cate? ¿Qué me parece de que?— se hizo la ingenua.

Sarah rió al oírla — me siento halagada, muy halagada Doctor. Usted no es así con nadie. ¿Por qué conmigo si? —La miró fijamente —y también se que eres lo suficientemente lista para saber hacia dónde va mi pregunta de Cate. —rio. —eres experta en estas situaciones Jess, te admiro.

Quizás por qué alguna vez cuando sentía que no podría levantarme tú llegaste y me ayudaste como nadie más lo hizo, te preocupaste por mi sin siquiera conocerme, tú eres... especial para mi, siempre lo seras, estoy convencida— Jessica aseguró —No, no lo sé. Explíqueme su pregunta Señorita Paulson

Sarah asintió mirándola fijo —ese primer día que me dijiste que iríamos al quirófano de entrada me hizo sentir segura y fuerte. Me sentí confiada que podía. Gracias por eso, nunca lo agradecí pero ya que estamos aquí. Pues, te lo cuento —Sonrió. —Bueno, una más fácil. ¿Que te gusta de ti? De tu cuerpo...? De tu físico?

Bueno me inspiraste confianza. Me gusta la gente profesional y lista, y tu fuiste todo eso, aún lo eres por eso quiero que salgas adelante y superes todo lo que hablábamos hace un rato— Jessica le dijo con seriedad. —Paulson, ¡por favor! ¡¡Eso es aún más difícil!! Pero diré mis piernas, no han envejecido— Jessica se rio fuerte.

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