Búsqueda Mortal |L. S|

IX: Mon oméga.

Estaban en la gran mesa sentados el uno junto al otro durante su comida, Louis se rehusaba a sentarse frente a él en el otro extremo de la mesa excesivamente larga para su gusto, solo era para cuatro personas ¿por qué tener un comedor de tantos metros? Insistió a Harry que deberían cambiarla, pero su tonto alfa solo decía que algún día lo haría.

A pesar de llevar casi dos meses en Francia y disfrutar gran parte de su gastronomía, el británico interior de Louis no se podía alejar del té y los clásicos desayunos ingleses. Harry sabía que Louis extrañaba Inglaterra aunque no lo admitiera.

Sería el primer cumpleaños de Louis fuera de su país natal, Harry quería recompensar la situación y qué mejor que llevarlo a Grecia.

Eligió seis museos para visitar. Sus exposiciones ricas en cultura griega y mitología de la misma, desde esculturas de mármol representando a sus dioses, así como cuadros, armaduras y vestuarios de la antigua Grecia.

Louis seguramente daría un grito al cielo por la emoción, tal vez lloraría; y tenía toda la razón.

-Saldremos por tu cumpleaños, si estás de acuerdo. -inició, llevándose un bocado a la boca.

-Uh, claro -el invierno lo ponía muy perezoso y nunca hacía algo especial por su cumpleaños, además esta vez no estaría con su familia, pero reconfortaba tener a su alfa- ¿Qué tienes en mente? -cuestionó, mientras usaba el cuchillo y tenedor para cortar los tomates de su plato.

-Pensaba en un viaje a Grecia, Atenas para ser más exacto. -levantó la mirada cuando escuchó impactar los utensilios contra el plato de porcelana.

Louis lo miraba incrédulo y sus cejas alzadas.- ¿Estás jugando conmigo? -fue lo único que pudo formular.

-No, de verdad quiero que conozcas Grecia, pasar por algunas exhibiciones y eso. Lo que tú quieras. -su semblante estaba totalmente relajado, queriendo dejar claro que no estaba bromeando.

-Oh, dios. -susurró, apenas audible. Llevó sus manos a su boca para evitar que los sollozos salieran, el olor a felicidad que estaba desprendiendo puso una pequeña sonrisa en los labios cereza.

- ¿Estás de acuerdo? -claramente sabía la respuesta después de ver la reacción del omega. Recibió un grito cargado de emoción como respuesta positiva, había algunas lágrimas deslizándose por las mejillas carmín de Louis.

Se lanzó a Harry para envolverlo en un abrazo y susurró-: Me encantaría, Harry. Je t'aime, merci.

-Je t'aime aussi, ce sera un bon anniversaire, je te le promets. [también te amo, será un buen cumpleaños, lo prometo] -correspondió rápidamente el abrazo, siendo envuelto por el aroma a cacao de su pareja-. Nos iremos mañana, empaca toda la ropa posible para abrigarte bien. -dijo después de separarse del abrazo.

Debido a que Louis se vestía diariamente con ropa de manta, fue necesario comprar prendas adecuadas para el cambio de clima. Aunque estaba totalmente disgustado por usar calcetas para que sus pies no se congelaran, tuvo que acceder, prefería aquello que estar todo el tiempo calzado. Con un alfa sobreprotector, se abrigaba el doble de lo necesario bajo su compañía, todo el tiempo le repetía que quería un omega sano.

Le recordaba a las primeras semanas viviendo con él, insistiendo que estaba muy delgado y que debería comer más, siempre tratando de verse distante e indiferente pero dejando órdenes de hacer comer a Louis cinco veces al día con dietas balanceadas, y si el omega pedía algún postre, claro que se le daría, rara vez pasaba, ya que nunca quería pedir cosas de más a las sirvientas y terminaba bastante satisfecho con sus comidas.

Después de terminar el desayuno, Harry tuvo que retirarse para atender asuntos pendientes. Faltaba una semana para el cumpleaños de Louis, pero Harry dijo que pasarían cada día visitando un lugar diferente.