🔮⁰14⁰🔮Como darte cuenta de tus sentimientos

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Okay, vamos a intentarlo una segunda vez

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Okay, vamos a intentarlo una segunda vez.

Y ahora con chocolate.

Allí estaba Yoongi, jugando con sus dedos de pie en frente de Jimin, pensando que decir, como decirlo y es que cuando vino no pensó exactamente qué iba a decir o venir con algo planeado en especifico, solo llego con el mismo pensamiento de aclarar todo y ahora que lo tenía en frente comiendo una barra de chocolate y mirándolo como si le fuera a arrancar la garganta apenas se diera la vuelta se le había ido toda idea de su cabeza y casi temblaba.

Jimin daba mucho miedo cuando estaba molesto. Cuando Yoongi pregunto luego de entregar el chocolate si ya podía hablar solo le respondió con un gruñido mientras desenvolvía el envoltorio de la barra de chocolate.

—Tienes hasta que acabe mi chocolate. —Hasta su voz salió más grave, casi forzosa y a Yoongi le dieron escalofríos y pensaba desesperado que decir o hacer.

Di algo ya imbécil, lo que sea.

¿¡Pero por dónde empiezo!?

¡Pues por el comienzo cabeza de pez!

—Jimin... yo...

¿¡Pero y por qué mierdas estoy tan nervioso!?

¡A la verga con todo! ¡Solo voy a hablar y él me escuchará! ¡Le guste o no y yo no seré cuidadoso con nadie!

—Jiminalprincipioteodiabaunpocoperoluegomecaistebiencomounamigoperoluegoerestanperotantuquemeterminastegustandoymuchoenano, erestanlindohumildedivertidoyesponjositoquemeflechastelecorazonysimedicescurisevetealamierdaperconcuidadoporquetequiero. —Hablo tan rápido que más bien estaba rapeando como en el escenario y quizás esa habilidad fue lo que le permitió decirlo tan rápido y bien pero quizás se excedió tanto con la velocidad que Jimin solo atinó a inclinar la cabeza mientras alzaba una ceja y masticaba el chocolate que tenía sus mejillas, llenas y con una manchita en un cachete. Realmente confundido.

—¿Qué?

Yoongi tomo aire.

Y hablo.

—Me gustas, mucho y el cómo, porque y cuando no te interesa. Ya te lo dije dos veces. —Resumió omitiendo todo lo anterior y valiéndole madres si Jimin quería saber los detalles y el solamente cerró los ojos. Luego habría tiempo si quiera para toda la historia.

Dio otro bocado y los volvió a abrir mientras seguía masticando y saboreando su dulce.

—¿Ji..

—Cállate... —Yoongi lo miro sorprendido y Jimin seguía serio comiendo.

Eso es todo.

¿Me odia?

¿Me voy?

¿Hasta aquí llegue?

¡PTM!

—Y siéntate. —Se hizo a un lado abriendo la sábana con la que se arropaba del frío horrible con su bracito invitando a Yoongi a sentarse con el bajo la sábana.

Y su imaginación se fue por las nubes... no piensen nada raro, sino que como no fue un no pero tampoco sí para el sino como un sí. Pero pensó rápidamente.

Para empezar no le pregunto si quería salir con él, solo aclaro lo que siente así que no hay nada a lo que responder como positivo y negativo pero el hecho de que le invite a acurrucarse con el bajo las sabanas ya era muy bueno para el por lo que fue tratando de reprimir la sonrisa que se quería formar en su rostro para no espantarlo.

—¿Entonces...

Pero tenía que insistir en que Jimin dijera algo ahora, claro.

—Solo cállate y come. —Con el ceño fruncido tomo un trozo de chocolate y se lo paso a él para que se callara.

Y agradeció el silencio y que el único ruido que hubiera fuera el de sus bocas masticando el dulce.

Los segundos pasaron así como los segundos sin que ninguno de los dos supiera realmente cuanto tiempo había pasado y nadie quería quitar la vista de la pared en frente de ellos para ver la hora, solamente estaban allí comiendo y pasándose chocolate mientras que el único ruido era el de sus dientes masticando.

Nadie dijo nada y solo veía al frente, no volteaba por más que quisiera o se sintiera una víctima de los nervios pero allí estaban ellos dos tan tranquilos solamente disfrutando en silencio la presencia del otro sin necesidad de girar la cabeza. Yoongi no pudo evitar recordar el sueño del lago solo que esta vez en el cuarto de Jimin y con que este estuviera recostado de su hombro, solo los separan centímetros, centímetros que comenzaba a odiar porque cualquier espacio entre ellos dos debería ser eliminado para que pudieran estar paz, respirar bien y sentirse plenos cosa que Yoongi odiaba.

No le gustaba sentirse atado a nadie, sin sus alas pero a la vez le encantaba que sea ese chico sus cadenas, si era él no le importaba necesitar a alguien siempre que fuera él.

El chocolate se acabó entre los dos y en vez de llenas sus bocas con más comida lo hicieron con palabras.

—Entonces... con que yo te gusto. —Dijo con los ojos cerrados y volteando hasta que Yoongi no pudiera ver bien su cara para ocultar sus mejillas sonrojadas con sus manos de deditos regordetes y lindos.

—Sí. —Fue todo lo que salió de sus labios y Jimin decidió que le ahora le importaría poco parecer un tomate por lo que giro a encararlo y descubrir que no era el único con la cara caliente de manera tímida y tierna.

Si no estuviera en esta situación se levantaría y buscaría una cámara para tomarle una foto, porque oh dios ¿Cuántas veces tiene el placer de ver a Min Yoongi con los cachetes rojos?

Lo miro con una cara pícara, sin más rastro de que alguna vez estuvo molesto y solo más amistoso, dulce como el chocolate que habían estado compartiendo.

—¿Y viniste para decirme eso? —El tomo de su voz comenzó a disminuir a medida que seguía hablando, llegando a los susurros.

—Vine para muchas cosas. —También susurro con su ronca y grave voz porque no había necesidad de asegurarse de ser escuchado.

Porque se habían acercado mucho, Jimin empezó y Yoongi al verlo como un permiso se acercó también como dos fuerzas que se atraían por naturaleza. Esto ya parece clase de física pero con un porro de por medio.

Y la física ahora les dice, que deben volver a besarse, mezclarse, respirar, sentirse, tocarse de manera inocente y repartir besos en la piel ajena que es lo que hacen cuando Yoongi sin poder dejar las manos quitas toma la cabeza de Jimin por los costados enterrando sus dedos en su pelo y atrayéndolo a él para besarlo cuando ve claramente, como Jimin baja sus ojos hasta sus labios queriendo lo mismo que el.

¿Y quién es él para negarle eso?

Un beso, un beso que ambos deseaban donde se fundieron sus respiraciones y ambos dieron.

Yoongi avanzaba y Jimin retrocedía hasta estar sobre él en la cama, no tenía segundas intenciones y todo era puro, jugaban mordiendo y Yoongi pasó su lengua pidiendo permiso para entrar y Jimin se lo cedió, todavía tímido porque todo era nuevo y el muy inexperto por lo que solo lo dejó ser y que hiciera lo que quisiera con sus labios y boca, tan sumiso.

El alivio que sintió al tener a su otra parte cerca y ser suyo con solo ese beso lleno de amor nuevo y pequeño que iría creciendo con el paso del tiempo. Con cada mirada y con cada beso que se dieran, fue como un big bang para ellos dos.

Con un brazo se apoyaba de la cama para no aplastar el cuerpo bajo él y con el otro acariciaba con pequeños círculos su rostro mientras que Jimin solo tomaba su cabeza para acercarlo y profundizar más el beso, que tomara más de él y Yoongi solo pensaba que era el mejor beso de su vida.

Se separaron con la respiración ligeramente agitada y solo se recostó en su pecho tirándose a la cama sin mirarlo a los ojos nuevamente, ambos muy avergonzados  pero felices como para decir algo pero Jimin sabe que puede reconfortado solo con acariciar su cabeza con tanta suavidad que parece que se fuera romper en miles de pedazos en cualquier momento.

Hasta que Yoongi habla y alza la cabeza para ver a Jimin, sus ojitos grises brillosos que lo ven como la cosa más hermosa del mundo y del universo y seria mentira decir que no le gusta esa mirada. Le encanta al igual que todo de el.

—¿Te gus...

—Me gustas Yoongi.

Y ambos sintieron un peso titánico salir de su pecho mientras disfrutaban tiernas e inocentes caricias.

Ambos sintieron el colchón hundirse donde estaban sus pies y Jaeji se había subido a la cama con dificultad de un salto muy complicado usando una pila de almohadas porque tampoco bastaba con su impulso y avanzo despacito entre pequeños saltos y pasitos cortos bajo la mirada atenta de ellos dos hasta quedar más abajo de Yoongi cerca de las piernas de Jimin y se recostó de estas siendo humano y conejo quienes usaban a Jimin de almohada y una muy suave cita por cierto.

—Yo también quiero, cariño.

Witchery || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora