Príncipe Equivocado [Changlix]

Capítulo 006: Noche Estrellada

Ya era de noche cuando Félix menos se lo esperaba, su ánimo era como sus ganas de vivir, a veces hay y otras no.

Se encontraba en "su habitación" ya que hace unas horas había cenado junto al embajador y Wooyoung, el asistente de Seo. Chan se había ido a su casa, pero volvería al día siguiente con ropa y algunas cosas más ya que prefiere estar al pendiente del asunto de Félix.

O reírse de su miseria.

El rubio con aburrimiento sale de la habitación, dirigiéndose al enorme jardín que aquel lugar posee. A Félix siempre le ha gustado salir a mitad de la noche, mirar el paisaje nocturno junto a las estrellas le daba un calma que no podía explicar.

-- ¿No se supone que debería estar durmiendo, príncipe? -- el menor casi se cae de cara al escuchar aquella voz, pero al notar que era el embajador Seo lo mira confundido --. Son las doce de la noche.

-- No podía dormir -- Félix intenta no mirar al embajador, y es que aquel hombre lo ponía nervioso --. Me gusta mirar el cielo estrellado, cuando vives en la ciudad no puedes verlo.

-- ¿La ciudad? -- el menor se golpea mentalmente por lo que dijo --. No sabía que usted había ido por ahí.

El embajador parecía interesado, algo que Félix pudo ver en su forma de mirarlo, como si quisiera saber más de él. Eso le pareció lindo, no siempre encuentras a alguien que quiera escucharte o saber de ti.

Ambos se sentaron en una de las bancas del jardín, Seo le preguntaba una que otra cosa a Félix, y este no dudaba en responderle.

-- Según me habían dicho, usted no suele salir -- genial, Félix la acaba de cagar de nuevo.

-- Bu-bueno... –- "vamos Félix, piensa en una buena excusa, idiota", incluso su mente estaba un caos --. A veces suelo salir, cuando nadie me ve.. Sí, eso.

-- Joven príncipe -- el embajador sonríe con complicidad, causando un leve grito interno en Félix -- ¿A caso me esta diciendo que se escapa?

-- ¿Quién? -- el menor estaba rojo de vergüenza --. ¿Yo? pff por favor embajador.

La risa que salió de los labios del otro; causó en Félix la misma paz que siente cuando ve las estrellas, aquel sentimiento le parecía raro, pero intenta ignorarlo.

Lo peor que puede hacer es sentirse así por él.

-- Bueno, creo que lo mejor sería que cada uno se vaya a dormir -- el mayor se puso de pie, para luego extender su mano hacía el pelinegro --. Fue agradable hablar. ¿Te importa si te trato informal?

-- Sería mejor, el "usted" me hace sentir más viejo -- toma la mano del castaño, poniéndose igualmente de pie --. Buenas noches, embajador.

-- Buenas noches -- se acercó a Félix.

Los labios del embajador besaron la mejilla de Félix, el cual se sonrojo por el acto. Seo se fue, dejando al menor con aquella extraña sensación en el pecho.

No, estar así no es bueno.