Capitulo 4

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Volkov

La mirada que me dedicó Horacio era extraña, me daban ganas de ponerme frente a el, y pedir todo tipo de explicaciones. Aunque no las mereciera.

Estuvimos varias horas hablando sobre el operativo. Detallando cargos, movimientos anteriores de la mafia que no conociamos y en los que Gustabo y Horacio habían estado implicados. Limpiamos sus nombres de los cargos que les habian atribuido cuando los pillaban haciendo algo.
En algún momento apareció Michelle. Traía un maletín con ella. Tras una rapida presentacion, lo abrió.

M: Oficialmente, sois miembros del CNI. Estas son vuestras nuevas placas. Sois agentes rasos, pero os veo futuro. Jack me ha dicho todo lo que habéis conseguido, cómo habeis engañado a la mafia y a todo el cuerpo. Buen trabajo. Y bienvenidos.

C: Fred y Dan han desaparecido. Vuestra mafia esta desmantelada y ya no teneis que seguir con las identidades falsas. Pronto haremos un comunicado a toda la malla informando dela situacion. Emhorabuena, subcomisarios.

H: ¿como?

G: Otro sub... pero este me molesta menos, Horacio, fijate...

Le sonrió. Habian ascendido. Como querian, imagino. Mire a Gustabo. Le veía contento. Conway los miraba con orgullo a través de sus gafas. Michelle asintió. Yo no hice ningun movimiento. No sabia como reaccionar, pero habian hecho un buen trabajo, se lo merecian. Horacio se lo merecia.

H: Conway, no se Gustabo, pero yo necesito tiempo. Algunos dias para asimilar todo. Han sido tiempos dificiles.

C:  justo eso os iba a decir. Hemos desmantelado la mayor mafia y amenaza de la ciudad y sobretodo, del CNP. Os mereceis descansar. Incluyo yo me tomare el resto del dia libre. La ciudad estara tranquila este par de días, seguro.

V: Descansen, yo me encargare del cuerpo durante este tiempo, superintendente. Ya me tomare mi descanso.

C: Afirmativo. Bien. Pues siendo hoy... martes, volvere el jueves, solo necesito un par de dias. Horacio y Gustabo, tienen hasta el martes siguiente, una semana. Y tu, Volkov, cuando yo regrese se tomara libre el resto de días hasta el martes. ¿Todos conformes?

Todos asentimos. Note a Horacio mucho mas relajado al saber que tenia una semana de vacaciones. Se lo merecia. Si han estado infliltrados desde que supuestamente fueron expulsados del cuerpo, llevan 3 meses en la misión, mas el trabajo de subinspectores.

Tras aclarar el papeleo y hacer oficial el ascenso de los chicos, fui al vestuario a darme una pequeña ducha. Necesitaba agua fria para calmar mi cabeza. Las palabras de Conway resonaron en mi cabeza y tuvieron mucho sentido, ¿que le habia hecho la mafia a Horacio? ¿Por que era tan distingo ahora?

Escuche la puerta de vestuarios abrirse y cerrarse. Pensaba que estaba solo en comisaria.
Cogi una toalla y sali de las duchas. No imaginaba encontrarme a Horacio ahi.

H: Disculpe, no sabia que se encontraba aqui. Solo venia a darme una ducha rapida antes de ir a casa. Apesto casi tanto como la mafia.

Rio un poco y senti vertigo en mi estomago. Era la primera vez que veía un atisbo del anterior Horacio en mucho tiempo.

V: no se preocupe, ya salia. La ducha es toda suya, subcomisario.

Pase a su lado. Y el me siguió con la mirada antes de entrar en las duchas.

Me vesti. Tenia el pelo empapado, asi que me lo peine como pude. Me sente en un banquillo. ¿Que debia hacer ahora? Solo estaba yo para atender las emergencias, el resto de agentes tenian el día libre.

Suspire y me levanté justo cuando Horacio salía de la ducha envolviendo su cadera en una toalla.
Sali corriendo avergonzado, justo cuando alguien entraba a comisaria.

Era algo rutinario. Robo de coche.

Hubo varias personas como él. Tras un par de horas, cai en algo, ¿y Horacio?
Cuando acabé con una denuncia cerré la puerta de comisaría para que no entrara nadie mas y me acerque a vestuarios. Le vi ya vestido de paisano, sentado en uno de los bancos. Mirando fijamente su pasamontañas.

V: ¿hay algún problema, Horacio?

El se levanto y me miró.

H: Ninguno. Estoy bien, comisario. Solo estaba pensando en que todo ha acabado al fin. Ya me voy. Buen servicio.

V: De acuerdo, descanse. Tiene mi numero de teléfono, por si necesita algo.

H: Je... si, claro. Gracias, supongo.

Sonrió de forma amarga, y paso por mi lado para irse. Algo le pasaba conmigo, lo podía llegar a entender pero... ¿por qué me jodía tanto?

Semper fidelis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora