Capitulo 9

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Volkov
G: joder, Horacio, que calladito te lo tenias, cabron.

H: fue anoche, no he tenido tiempo de verte para contartelo, Gustabo...

G: ¿ves? Si sabia yo que el "me gustas, ¿te gusto?" iba a funcionar. Soy un genio del amor.

Ese comentario me hizo reir un poco, y no pude evitar contestarle con sorna.

V: A ver, Gustabo, yo le voy a ser sincero... ha funcionado 3 meses despues

G: pero ha funcionado, que es lo que cuenta, ¿o no?

Ellos rieron. Yo sonreí, porque en el fondo estaba muy contento de poder estar con Horacio y que Conway no quisiera encastearme a Sloan. Pero me di cuenta de que Conway estaba muy serio, y cuando Horacio me cogió de la mano y me sonrió, el frunció el ceño.

H: ¿que le pasa, Conway?

C: No suelo aprobar las relaciones ente compañeros.

G: digame que hay un pero, papu, que no piede separar a los tortolitos, mirelos, si son monisimos... un pero, solo uno, viejo

C: pero... os conozco, y no me ibais a hacer ni puto caso, asique podeis estar juntos libremente. Ademas, haceis buena pareja, supernenas.

Se me quitó un peso de encima cuando le escuché decir eso. Por supuesto que no iría por ahí gritandolo, y que no seriamos obvios en el trabajo ni nada por el estilo, pero saber que teníamos la "bendición" del súper era un alivio.  Horacio de abrazo y me dio un pequeño beso en la comisura de los labios. Lo cual me hizo pasar mucha vergüenza. Ya hablaríamos sobre las muestras de afecto en público, le entendía, pero yo aun no estaba preparado a ese nivel.

Tras algo de charla en la que me informaron sobre porqué estaba en el hospital la puerta se abrió.

Me recorrió un escalofrío cuando vi a Sloan cruzar la puerta con una sonrisa demasiado forzada que queria verse amable.

S: veo que ya ha despertado, Volkov. Si me permiten, ¿pueden salir de la habitación? Tengo que revisar la herida y comprobar que no haya infección o inflamación en la zona.

Todos asintieron, menos Horacio, que la miro con desconfianza. Yo le apreté la mano que seguía agarrada a la mia y le dije que saliera. A regañadientes me soltó y caminó, pero se paró en la puerta "ahora nos vemos, Viktor". Remarcó mi nombre, dirigió una última mirada a la médica y salio. No sabía si me gustaba o no verlo celoso, pero entendía que lo estuviera.

S: es la primera persona que oigo que le llama por su nombre, deben ser familiares o buenos amigos, ¿no?

Sabía lo que ella estaba buscando. Quería una respuesta para saber si Horacio era alguien mas para mi, alguien que ella nunca podría ser. Suspiré y me mentalicé para rechazarla definitivamente. Ella empezó a quitarme la venda de la pierna que tapaba mi herida

V: No. No es un familiar, y... es algo mas que un amigo. Es algo así como mi pareja. Lo siento, Sloan. Se que Conway la dijo que usted tenía posibilidades conmigo, pero nunca ha sido así. Lo lamento.

S: Oh. Comprendo. Bueno, no importa Volkov.

Dijo esto muy calmada, pero por alguna razón desconfié.

S: vaya, la herida esta bien y no está infectada, pero parece que se han saltado algunos puntos...

V: ¿Cómo? ¿Está segura? Pero si no he movido la p... ¡ah!

Grité de dolor. Sloan había cogido y abierto la herida con sus manos y estaba haciendo que los puntos saltaran, para volver a abrir la herida.

Por suerte, mis compañeros me oyeron gritar de dolor y entraron rapidamente. Gustabo cogió a Sloan y la apartó de mi, ella tenía las manos manchadas de mi sangre y se reía como una loca. Conway por su parte fue corriendo a llamar a algún medico o enfermera que viniera a curarme y cerrarme la herida de nuevo, mientras Horacio había venido a mi lado a inspeccionar lo que habia hecho.

H: Calmate, Viktor. Estas bien, solo han sido un par de puntos los que han saltado. Pronto vendrá alguien a cerrarte la herida de nuevo. Estas bien. No sangras mucho, estas bien. Vas a estar bien. Aguanta.

Mi mirada de iba poniendo cada vez más borrosa, y apenas escuchaba nada. Solo sentí un pinchazo en la pierna y me dormí.

Cuando me desperté, Horacio estaba dormido a mi lado, apoyado en la camilla, y Conway en una butaca, con Gustabo apoyando la cabeza en su hombro. Intente moverme, despertando a Horacio.

V: Hola...

H: Hola...

Susurramos. Sonreímos. Y me besó.

Semper fidelis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora