lover of mine // ashton irwin

diecisiete.

Maia.

Calum estaba almorzando con nosotros mientras compartíamos una agradable conversación. Extrañaba este tipo de cosas y, en momentos como el que estoy pasando, se apreciaba el doble.
Luke hizo una riquísima pizza a la parrilla, la cual me hacía pensar en por qué no deja la empresa donde trabaja y se dedica a la gastronomía. Pero se lo veía muy contento en el trabajo donde se encontraba, que por cierto estaba tratando de encontrar el puesto de secretaria para mi, en estos días íbamos a tener novedades respecto al tema.

El timbre de la casa del rubio sonó y fui a fijarme quién era ya que Luke estaba cortando una nueva pizza que había recién sacado de la parrilla.
No esperábamos a nadie, lo cual resultó raro. Abrí la puerta y vi como Julia no paraba de llorar. Al verme, se abalanzó hacia mi para abrazarme.

-Ay Maia -sollozaba- perdón que te moleste pero te necesito. -no pude evitarlo y la abracé.

-Tranquila, pasa. -nos separamos lentamente y la llevé hacia el comedor- Chicos, Julia va a almorzar con nosotros. -mis amigos me quedaron mirando asombrados sin saber que decir. Fue muy gracioso ver como Calum estaba helado con su boca abierta mientras sostenía la pizza a centímetros de sus labios.

-Perdón, no sabía que estaban todos aquí. -soltó mientras agachaba la mirada.

-Tranquila, no pasa nada. -comentó Luke mientras le daba un vaso con agua.

El moreno seguía sin entender lo que estaba pasando, hasta que la pelirroja habló y comentó lo ocurrido ayer. Nombró a la novia de la infancia de Ashton y Calum me miró, yo le respondí dándole una pequeña patada por debajo de la mesa. Julia no sabía que yo era esa chica y no lo iba a saber.
Traté de calmar a la chica y comenzamos a hablar de otras cosas, que por cierto los chicos aportaron mucho y la hicieron reír.

-Gracias, no sabía qué hacer ya que aquí en Sydney no tengo amigos. Todos se han marchado por cosas de trabajo. -hizo una mueca.

-¿Te parece si vamos a comprar helado? -pregunté y la chica asintió. Tomé mi billetera y marchamos hacia una heladería que estaba cerca de la casa.

Luke.

Levantamos las cosas que había en la mesa para así poder degustar el helado que Maia y Julia iban a traer en cuestión de minutos.
Calum me miraba con una sonrisa mientras negaba con la cabeza, yo seguí limpiando los vasos.

-Ay Hemmings, no cambias más. -río.

-¿Disculpa? -pregunté mientras secaba mis manos con un repasador.

-Sigues siendo el mismo rubio transparente que no oculta lo que siente. Lo mismo pasaba con Kayla, ¿recuerdas?. -asentí recordando a mi novia de secundaria.

-Igual sigo sin entender. -volví a limpiar lo que estaba en la mesada.

-Que me doy cuenta como miras a Maia y me recuerda a cuando estabas loco por tu ex, eso. -apoyó su cintura contra el mueble de al lado nuestro. Uno de los vasos que estaba limpiando se patinó de mis manos al escuchar las palabras del moreno. Por suerte nada se rompió.

-Sabes que no puedo mentir. -suspiré y nuevamente dejé de hacer lo que estaba haciendo- Pero no digas nada, no quiero perder lo lindo que tenemos.

-Tranquilo, sabes que soy una tumba. -levantó sus manos en modo de defensa, lo cual me hizo reír.

-A veces se me complica tanto, Calum. Parece que las ganas de besarla me ganan, pero después pienso en ella y Ashton... ya sabes, y todo vuelve a su lugar. -encojo mis hombros.

-La verdad que no sé en qué va a quedar lo de ellos, Ashton me dijo que se la pasaban discutiendo en la empresa. No es bueno para ninguno de los dos. Quizás es hora de cambiar la página y esto le hará bien a ella.