veinticuatro.

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Maia.

Terminamos en una casa que quedaba una hora de mi casa. Tenía buen aspecto, pero el simple hecho de que estuviese Ryan, no era agradable.
Preparó la cena, pero no tenía ganas de comer, solamente quería vomitar, por más que no haya comido nada desde anoche.

-Debes comer algo y descansar bien. Te voy a hacer esos mimos en el cabello que tanto te gustan. -comentó mientras comía de su plato.

-No tengo hambre. -solté a secas- ¿Cuánto tiempo pasaremos aquí? Yo, debo trabajar mañana. -mentí.

-Oh eso, no vas a ir. Es más, tu amigo el rubio llamó varias veces. -me mostró el celular y las notificaciones- En un rato vas a llamar y comentar que todo está bien, ¿escuchaste?.

-Decime a dónde vamos a ir. -bufé.

-A ser felices. -tomó mi mano y comenzó a acariciarla- Por cierto, te vas a hacer un nuevo look. Mañana traeré a una peluquera de la zona y te hará un lindo corte.

-¡Estás loco! -me levanté rápidamente del asiento- Ni sueñes.

-Ya la contraté. -se incorporó a mi par- Mejor que obedezcas, Maia. -apretó de mis muñecas, lo cual produjo que suelte un leve gemido.

Salí de esa escena para ir al baño y vomitar, me sentía débil, pero no tenía ganas de ingerir nada.
Mi vida no paraba de ser un círculo lleno de problemas, del cual ya estaba cansada.
Lentamente bajé las escaleras en busca de algo para comer, estaba mareada y, para no caerme al suelo, me agarraba de las cosas que estaban al alcance. Ryan, al ver mi estado, se acercó rápidamente hacia mí y me ayudó a sentarme. Trajo un buen plato de comida y comencé a comer lentamente.

-Ahora vas a llamar a tu amiguito, el carilindo ese. -tendió el teléfono al frente de mi cara y tomé el mismo. Suspiré y marqué el número. Obviamente tuve que poner el altavoz.

-Hasta que al fin contestas, Maia. -hace una pausa- ¿Cómo estás? ¿Qué estabas haciendo?.

-Uhm, estaba comiendo algo, todo normal.

-Maia, ¿qué pasa? te escucho... rara.- Ryan me mira de mala manera.

-Oh, nada. Ya sabes, no descanse bien. Aprovecharé la noche de hoy y dormir temprano.

-Puedo cantarte otra canción para que puedas dormir, me gusta hacerlo.

-No, Luke. Quédate tranquilo que es- estaré bien. -miré al morocho y suspiré- Que disfrutes el resto del viaje, te amo. -corté.

-Wow, que gran actriz eres. -comentó Ryan mientras arrebataba mi teléfono.

Rodé mis ojos y, luego de unos minutos, terminé la cena.
Llegó la hora de dormir, pero para mi suerte, el morocho, había optado por dormir en otra habitación. Era gracioso porque no quería incomodar, cuando me trajo a un lugar que no tenía idea que existía.

-No te podré cantar como tú amigo el lindo, pero te haré caricias en el cabello. -se posicionó al lado mío y comenzó su accionar, mientras yo miraba hacia otro lado con asco y desprecio.

Después de un buen rato fingí que me había dormido y el idiota de Ryan se lo había creído. Se fue de la habitación, no sin antes susurrar "Buenas noches hermosa, MI hermosa" resaltando esa ante última palabra.
Corroboré que en verdad se haya ido de la habitación y opté por tratar de abrir alguna ventana, lo cual fue en vano, todo estaba trabado.
Quería salir de ahí, quería mi vida normal de vuelta. Odiaba sentirme en un calvario.

lover of mine // ashton irwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora