La fama oscura de un Dragón. |Drarry/Harco.

01: Agujero Negro.

Créditos al fanart a quien corresponda.

Draco Pov.

Ese verano de 1,996 fue el inicio de la pesadilla la caída irreversible que me costaría la vida misma, ignorante a todo el infierno que me esperaba donde todo el imperio y mi reino se había derrumbado y sobre todo la familia Malfoy había caído infinitamente a lo mas bajo de su vergüenza.

Y había restado la importancia aquel 05 de junio al termino de los tan exasperantes TIMOS no recibir esa gran cantidad de mimos y regalos acostumbrados por mis padres debido a mi cumpleaños. Cuando no era nada bueno cumplir los 16 de edad en el colegio de cuarta como Hogwarts y mi único consuelo era que al final del curso de regreso a casa me darían la bienvenida con una gran fiesta como siempre lo hacían, como alguien tan perfecto como yo lo merecía con todos los lujos y detalles de cada cumplimiento al pie de la letra de mis caprichos en los brazos de mi madre y la sonrisa orgullosa de mi padre.

Esa idea permaneció tan fuerte en mis triviales ambiciones que fue lo suficiente para animarme y mantenerme ¿feliz? En el tren de regreso junto con Pansy que para todos era conocida por ser la princesa de Slytherin y mi pareja por conveniencia por otro lado Blaise Zabini mi mejor amigo de familia Italiana cual se presumía que su madre era "la viuda negra" por sus grandes cantidades de matrimonios fallidos que llevaba a su conyugue a la muerte y Crabbe y Goyle sus fieles protectores tan inteligentes como un troll pero en lo que contaba en lealtades eran los mejores sin duda. Todo marchaba con tanta normalidad en nuestro compartimento de las charlas y comer dulces hasta que logre escuchar una irritante voz que para nadie era sorpresa que pertenecía a la sangre sucia insufrible de Granger parecía estar preocupada por la cara rajada de Potter mi archi rival y la persona que yo mas odiaba sobre la tierra.

Soltando un bufido no lo deje pasar haciendo señas a mis guardas espaldas personales acomode mi tan inmaculada túnica de la casa de Salazar cual portaba con tanta soberbia digna de un Rey listo para pisar a quien sea que osaba con derrumbarme despidiéndome de mi "novia" y mejor amigo decore mi mejor sonrisa altiva con esa expresión tan jocosa de ruin burla en mis finos labios saliendo acompañado hacia el pasillo en busca del patético trio de oro , sobre todo de la cara rajada. Aun no se me olvidaba lo que había pasado con un maldito "moco murciélago" que la comadrejilla de Weasley me había lanzado para escapar de nuestra retención. Si, no se irían a sus patéticos hogares sin un recordatorio de que con  Draco Lucius Malfoy nadie se metía. La venganza era tan exquisita cuando sabias usarla en las mejores oportunidades.

—Vaya, vaya, si es Potter con su ridículo y asqueroso grupo ¿Cómo te fue con el señor oscuro? Ya había apostado que  te asesinaría una lástima en si ya tenia todo planeado para celebrar tu funeral "el niño que vivió para morir~"— De sus labios salían tan cruelmente arrastrando sus palabras con esa esclarecedora diversión sin ninguna gota de empatía por ese maldito Gryffindor y su grupillo desde el rabillo del ojo se percato que Crabbe y Goyle poseían sus varitas en ristre mientras que el seguía despotricando cada palabra para herir aun mas a Potter que permanecía sentado en el compartimento con los ojos verdes hinchados y las pupilas enrojecidas como si hubiese estado ¿llorando? Por un instante todo su cerebro se desconecto de la realidad quedando pasmado en un sentimiento indescriptible era tan bizarro ver a los cuatro ojos en lagrimas vivas mucho peor que cuando Cedric Diggory había perecido el grado pasado. ¿Que dementores le pasaba?

—¡Cállate Malfoy! No celebres tanto yo que tu comenzaría a chillar es seguro que tu papito esta a estas horas pudriéndose en Azkaban, Si Malfoy, Lucius estaba ahí como un asqueroso Mortifago ¿problemas en el paraíso? — Era la maldita voz de esa pobretona Weasley lanzando las mismas puyas para defender al ridículo de San Potter como la arrastrada que siempre era. Sintió como la punta de la varita de la maldita pecosa atenazaba en su mejilla derecha tan pálida con intención de maldecirlo.

¿Su padre? ¿En Azkaban? ¡Mentira! No podía ser verdad, no joder no lo era, su padre nunca seria atrapado ¡No!

Y por un segundo mis orbitas grises del chico adolescente Draco se llenaron de dudas y temor absoluto, consumido por la colera que se internaba haciendo bullir su fría sangre en una velocidad experta desenfundo su varita enviando en un encantamiento de empuje que hace estrellarse a Weasley contra la puerta del compartimiento. —¡Es mentira! ¡No es cierto asquerosa traidora! —

No fue por mucho cuando todo se volvió en un campo de pleno duelo levantando la atención de todos los demás estudiantes que asomaban sus cabezas por sus compartimentos anonados y gritando. Los hechizos, estelas y explosiones volaban a diestras y siniestra alcance a ver como un autómata haciendo uso de mis habilidades para defenderme con un escudo protector mientras Crabbe y Goyle tenían sus caras llenas de pústulas, acné y sin cabello alguno en sus cabezas huían despavoridos detrás del escudo junto detrás de mí. Todos nos atacaban Granger, los malditos Weasley, pero Potter mierda, Potter parecía un muñeco sin vida que se había olvidado a reaccionar en medio de todo este lio siquiera se movía con la mirada tan perdida y apagado en un punto sin retorno. ¿Qué le sucedía?

Apenas note cuando había sido jalado por unos brazos morenos por las túnicas hacia mi compartimento lejos de ahí, lejos de la imagen tan deplorable de Harry Potter, lejos del pleno duelo que se había formado. Y si al parecer yo estaba en una especie de Shock de la cual no me hacia salir a reaccionar a la realidad, el aquí y el ahora era como estar internado irremediablemente en un agujero negro que te succiona hasta la muerte jamás dejándote salir a la superficie para poder respirar la "vida"

—Draco... ¿Estas bien? —La voz de Pansy con ese cariño incondicional que siempre me brindaba resonaba en mis tímpanos podía percibir la tersura de sus dígitos en mi rostro con esa expresión tan lacrada en ella de angustia y ¿amor?

En mi auto defensa por sentirme invadido la empuje sin ningún cuidado clara señal de que se alejase de mi dónde me tense por completo cerrando mis parpados ajeno a mi alrededor no queriendo enfrentar los últimos amargos hechos aun saboreando las palabras dolorosas de esa maldita mentira sobre mi padre. Me negaba a creerlo era una broma de muy mal gusto.

Volví a ser yo en el resto del viaje de regreso a Londres. Olvidando por completo lo que habían dicho de mi familia, olvidando la cara desgraciada de Harry Potter y sobre todo olvidando mi corazón estrujándose de la expectación y el pánico subiendo por mi bilis. Aferrándome a la idea de que al bajar del tren en la estación me encontraría como todos los años a mis padres aguardando por mi como debía ser recibiéndome para volver a Malfoy Manor donde seria un jodido verano perfecto.

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Pero no fue asi, esta vez no lo fue en ese instante que me hallaba con mi baúl ahora cambiado con unas carísimas túnicas de color negro manteniendo con un hechizo de levitación mi equipaje asomaba la cabeza con impaciencia de vez en vez en busca de dos cabelleras platinas entre la muchedumbre, la gran cantidad de padres e hijos mocosos chillando en ridículos abrazos y sus familias con gestos cursis. Los minutos se me parecían eternos estaba a un punto de hiperventilar.

—Draco querido. — Desvié mi vista encontrando la figura tan etérea y decaída de mi madre, mi hermosa madre como un ángel solo que esta vez en sus ojos como el agua ms fresca de un manantial no poseía ese brillo en particular parecía como si todo este tiempo estuviese sin dormir y la tristeza le consumía cada vez más y más. En ese momento fue que todo lo que no quería creer cobraba vida era cierto... trague en seco abrazando a mi madre con la sutilidad y el protocolo ante la sociedad mágica que tanto me habían inculcado de ser un caballero bajo los criterios de la pureza y con gesto gentil bese su frente ya le rebasaba en altura.

—¿Dónde está padre? —Fue lo único que salió de mis labios con la voz afectada y ronca sobre todo una sonrisa tensa a la expectación de su respuesta.

Los segundos de silencio fue algo tan insoportable que me ahogaba ahí mismo, la mirada que me devolvió había confirmado mi más grande temor negó con la cabeza y tenso sus labios tan perfectos en una fina línea.

—Es mejor que hablemos en casa, Lucius ha sido detenido por cargos que no tienen evidencia alguna, pero descuida Dragon nuestro abogado es muy competente para que salga lo antes posible de todo esto. —

Y fue aquí el breve segundo que todas mis expectativas para aquel verano se habían destruido , fue el aviso para mi propio infierno y mi caída , la caída del reino del Dragon.