Perfect two

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Por lo que Jungkook lograba ver, el lugar era sumamente enorme, como un castillo, uno al que definitivamente no entraría si no fuera por necedad. ¿Aterrado? un poco, ¿curioso? mucho, ¿extasiado? en demasía. Se adentro en aquel lugar, y podia escuchar música instrumental como de película, así que decidió seguirla, ocultando sus manos en los bolsillos de su chaqueta de cuero, pero no sin antes ajustar su gorra para no destapar su cabeza.

El lugar era enorme, y sin duda muy frío. Habían pocas personas que miraban a alguien en el hielo, así que él busco entre esas personas a Taehyung, pero no, y por algún motivo, miro a la pista, al chico de traje artístico ajustado, y cabellera... negra.

Sus movimientos lo cautivaron, era preciso, delicado, sutil e hipnotizante, ¿cómo podía ser ese tipo tan bueno?. Aquel tipo se detuvo de patinar luego de aquella práctica, y miro hacía el frente, sonriendo y Jungkook quedando en shok.
- Jeon Jungkook, es una total sorpresa verte aquí.
- Kim Taehyung...- él ahora pelinegro, se deslizó hasta quedar a una distancia considerable del contrario, más que nada por la pared entre las sillas y la pista de hielo.
- ¿Me extrañaste que no pudiste evitar a venir a verme?
- Quiero hablar sobre el trabajo que me ofreciste.
- Pues llegas en pésimo momento. Cuando vengo a patinar, no me gusta hablar del trabajo, así que viniste de embalde. - Taehyung se giró en sus talones pero Jungkook puso en trabajo a su cerebro, debía convencerlo.
- Estare disponible para ti las 24 horas- entonces se frenó a si mismo - No me quejare de los horarios, accedo a tus condiciones.- interesante ofrecimiento; Taehyung se giró de nuevo, y avanzó hacia el con los brazos cruzados.- tu dime lo que quieras, ahi voy a estar.
- ¿Porqué el cambio de decision?
- Eso es lo único que no responderé.
- Soy una fotografía sin esencia, sin vida, no tiene lógica.
- La tendrá en cuanto sea yo, quien te tome las fotos. - Taehyung solo lo miró, y se dio la vuelta como si nada; genial, Jungkook había ido a aquel lugar por nada, así que también se dio la vuelta y salió por donde entro, pero algo lo detuvo.
- ¡Jeon! - miro hacía atrás, y venía Taehyung corriendo, al parecer se había ido a cambiar de patines por pantunflas y una chamarra, extendiéndole un folder y una pluma.
- ¿Y esto?
- Eres mío. Mi fotógrafo, es un contrato de exclusividad por un año, si llegas a faltar con alguna de estas condiciones, deberás pagarme 526.
- ¿Billetes? Pan conmido.
- 5,263,327 wones por incumplimiento.- esa sonrisa cuadrada se la borraria Jungkook, pero viendo su situación, debería soportarlo.
- Déjame leerlo... y mañana lo llevo a tu oficina. - Cuando lo tomo, Taehyung no lo soltó, sonriendo ladinamente.
- ¿Cómo me veo?
- ¿Disculpa?
- Que como me veo; quise intentar algo nuevo con mi cabello, ¿te gusta?- tenía que salir de ahi rápido, a este paso ese Kim querría secuestrarlo. Así que solo le arrancó el folder de las manos, y sonrió sin ganas.
- Te queda bien, adios.- una sonrisa se modelo de mejor manera en Taehyung cuando lo vio alejarse a toda velocidad.
- Sin siquiera saberlo Jungkook... ya me tomaste fotos con la mirada. Lindo.

- Duérmete, duérmete, duérmete...¡carajo JK duérmete!- gracias al cielo Jin aún no había llegado, y mejor para el, porque Taehyung definitivamente se había pasado con las normas de trabajo, que estaba seguro no eran para todos los empleados, causándole repugnancia.

NORMAS DE TRABAJO BAJO EL CARGO DE FOTÓGRAFO

1.Estarás disponible las 24 horas del día durante los 7 dias de la semana para mi.

2. Tendrás dos días de descanso, en los cuales puedo pedir tu presencia.

3. Debes estar conmigo cuando lo necesite.

4. No debes faltarle el respeto a tu jefe, a menos que el lo permita.

5. No puedes tener otro contrato con alguien mas, eres exclusivo.

6. Lo que pase dentro del trabajo, se queda entre tu y yo.

7. Si incumples alguna de estas normas, deberás pagar 5,263,327 wones (100,000 pesos mexicanos).

8. Debes atender todas mis llamadas.

9. Debes en cuando tendrás que dormir en mi casa por cuestiones laborales.

10. Primero yo, después yo y al último yo.

- Padre nuestro que estas en el cielo, santificado sea tu nombre...tu hijo, los apóstoles... quien sea que este aya arriba...por favor ayúdame a no partirle la cara a ese mocoso mimado, amén.- respiró hondo, se propuso contar hasta 100, y al llegar al 75, cayó dormido. Necesitaría mucha fuerza de voluntad para no matar a su jefe.

 Necesitaría mucha fuerza de voluntad para no matar a su jefe

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