Si estas conmigo

Un día como todos

-¡Diann!¡Diann! - despierto al escuchar a Margot gritar

-Si ya voy - grité sin ganas

Me levanté de la cama, aun desganada, salí de mi habitación directo al baño.

-Buenos días Margot -digo amablemente

-Buenos días -me dijo sonriendo mientras hacía el desayuno

Salí media hora después, me cambié, escogí un bonito atuendo ya que era el primer día de clases. Miré mi reloj, era demasiado temprano. Me tiré nuevamente a mi cama.

Margot me había levantado temprano por las puras, pero supongo que se preocupa por mi. A decir verdad ella es la única adulta que se ha preocupado por mi desde que era una niña, siempre estaba ahí cuanto más la necesitaba y me daba ese apoyo maternal que necesitaba.

Mi celular sonó, lo revisé, era un mensajé. Al ver lo que decía sonreí.

"Amor espero que no llegues tarde el primer día, te he extrañado mucho así que tengo muchas ganas de verte, te amo"

"Te veo allí. Te extraño y te quiero mucho" -respondí

Salí de mi habitación, encontré a Margot en la cocina sirviendo el desayuno.

-Te ayudo -le digo

-Gracias -sonrió

-Se ve delicioso

Nos sentamos y empezamos a desayunar.

-¿Estas ansiosa por llegar al colegio? -me preguntó

-Pues claro -le dije sonriendo -hace una semana no veo a Zoe ni a Diego, ya que se fueron de viaje junto a su familia

Mostró una sonrisa triste, casi podía notar que trataba de compadecerse.

-Adivina que, tengo una sorpresa -dijo emocionada

-¿Cual es? -hablé sin ánimo

-Tus padres llamaron ayer diciendo que vendrían el viernes antes de tu cumpleaños

-¿Deberia alegrarme por eso?

Margot suspiró.

-Bueno creo que ya es hora para que vayas al colegio

Asentí y salí.

Cuando llegué al colegio encontré a Diego parado en la puerta del colegio, corrí hacia él y le di breve beso. Al separarnos el me miró con una tierna sonrisa.

-Hola, amor

-Te extrañé -le dije

Ahora el me besó, esta vez apasionadamente. Pero el timbre malogró el momento.

-Deberíamos ir

Me tomó de la mano llevándome hasta adentro, buscamos nuestros nombres en los salones el mio estaba en el salón "A", al darse cuenta de que su nombre no estaba ahí me miró e hizo un puchero.

-Lastima que no estemos juntos -le devolví el puchero

-Nos vemos amor, iré a buscar mi salón -me dijo yéndose

Entré al salón, para mi sorpresa todos estaban ya sentados, la profesora me miro con desprecio.

-Tarde, ¿y el primer día?

El tono con el que me lo dijo parecía ensayado, como si lo hubiera estado practicando toda la noche para decírselo al estudiante tardón.

Reí por mis pensamientos.

-Siéntese al costado de Carson -señaló -y deje de reírse

Me dirigí a mi pupitre, el chico con el que iba a compartir asiento todo el semestre me miraba de forma despreciable. Que incómodo.

-Hola -saludé, pero el tipo ni siquiera me hizo caso

Claro, yo con todas las ganas de agradarle pero el termina ignorándome, estúpido huraño.

Luego de eso miré lo que escribía, estaba resolviendo unos problemas de matemática. Supongo que estaba tan concentrado que no oyó mi saludo.

-¿Sabes lo que toca ahora? -me preguntó

Asentí y le dije los cursos.

-¿Tienes nombre? -le pregunté tímidamente

-Si -habló en tono burlón -todo el mundo tiene uno

Se recostó en la carpeta para dormir.

Soy una estúpida total, solo a mi se me ocurre formularle esa pregunta tan tonta a un huraño como él. Pero no malograré más mi día por tipos como este.

Despejé mi mesa para sacar mis cuadernos y entrar al mundo matemático.

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