Min Yoongi In Seoul Town

Posible lluvia

Seokjin terminó de anotar en su libreta antes de sonreírle a Yoongi.

— Muy bien, los dejaré por mientras, ahora voy a ver a los nuevos artistas que llegaron y vendré por Jimin en un rato más.— Antes de irse se giró para ver a Taehyung y a Jungkook. — ¿Ustedes son trainees? — Los dos asintieron— ¿Entonces qué hacen aquí? Vayan a la sala de ensayo ahora.

Sin pensarlo los dos chicos se fueron pidiendo disculpas y finalmente Seokjin también se fue, dejando a Jimin y a Yoongi solos.

— Si tienes algún pendrive puedo pasarte las pistas ahora, si no las enviaré a tu correo y veras después que hacer, si quieres saber el concepto de los chicos o de las chicas tienes que hablarlo con ellos. — Jimin asintió sentándose al lado suyo.

— Es un gusto conocerlo, y muchas gracias por darme de su tiempo. — Yoongi asintió. — Y traje un pendrive, lo encuentro más cómodo ya que no voy más allá en la tecnología.

Jimin se rió mientras le entregaba el pequeño objeto con dibujos de gudetama, Yoongi lo encontró adorable y le sonrió mientras abría los archivos que el nuevo chico necesitaba.

— Así que... ¿Cuántos años tienes? — Preguntó Yoongi, tratando de sonar casual.

— Tengo 23 — Justo como Taehyung, entonces ambos son dos años mayores que Jungkook— Aunque muchas veces me dicen que me veo más joven.

— Bueno, la verdad es que tienes cara de niño — Yoongi no pudo evitar reír. Jimin igual rió.

— ¡Muchos creen que soy menor de edad! De hecho, cuando entré al edificio el guardia me dijo que no había tour para estudiantes. — Yoongi esta vez rió a carcajadas.

— No puedes estar hablando en serio.

— ¡Es verdad!

Una pequeña y bastante cómoda conversación siguió en los dos después de aquello, incluso cuando Jimin ya tenía los documentos el chico se tomó el tiempo de quedarse y escuchar a Yoongi hablar sobre su producción en las nuevas canciones, y como preparaba cada melodía según las voces y personalidades de con quienes trabajaba.

Incluso si sólo estuvieron hablando por unas horas, Yoongi encontró a Jimin un chico igual de encantador que él de su sueño, aunque no podía evitar sentirse un poco asustado por el parecido que tenía el chico con la otra persona.

Eso significaba que su sol era igual al de su sueño, ¿cierto? ¿Eso significaría que lo reconocería apenas lo viera? ¿Y como lo iba a encontrar? Ni si quiera sabe su verdadero nombre, solo sabe que es un chico muy lindo.

— ¿Hyung? — Yoongi alzó la vista al notar la mirada preocupada de Jimin.

— ¿Ocurre algo?

— No, solo quería avisarle que debo irme. — Jimin le sonrió antes de levantarse de su asiento. — Fue un gusto haberlo conocido y espero que volvamos a hablar pronto.

— Claro, nos vemos Jimin, cuídate. — Jimin le sonrió y Yoongi suspiró cuando el chico finalmente se marchó, miró la computadora frente suyo y decidió apagarla.

Teniendo aún tiempo libre se sentó en su sillón y tomó una libreta, comenzando a dibujar los pequeños recuerdos que tenía aún claros de su sueño.

Dibujó un pequeño avión, algunas montañas... Necesitaba agregarle rojo, rojo y verde y celeste... ¿Pero desde cuando tenía lápices de colores en su estudio? Gruñendo se levantó de su lugar y tomando su mochila se dirigió fuera de la empresa, caminando hacia cualquier lugar que vendiera lápices.

Fue mientras esperaba su turno en la fila de la tienda que vio como el día se nubla a y empezaba a llover, fue mientras miraba las gotas caer que notó que alguien destacaba entre las personas que comenzaban a sacar sus paraguas.

Yoongi siguió mirando solo por curiosidad, el chico sacó un paraguas transparente, pero lo que llamaba la atención de Yoongi era su chaqueta llena de diseños que juraba reconocer...

Trató de acercarse y pudo reconocerlo con una sonrisa. ¡Claro! Había ido a una galería con Namjoon para verlas, son las flores de Takashi Murakami. Y aparte de esa linda chaqueta el chico llevaba un gorro de pescador que era completamente rojo, con un pequeño diseño de avión y al lado estaban en brillantes y grandes letras de colores la palabra-

Oh.

Oh por el cielo y las estrellas.

Yoongi ni si quiera lo pensó cuando salió corriendo a la lluvia, incluso si sintió que el de seguridad lo seguía el siguió corriendo tratando de atrapar al chico de chaqueta de colores, pero él iba demasiado adelante y el resto de personas evitaba que Yoongi pudiera correr.

No fue hasta que llegó a una esquina que lo perdió de vista, y Yoongi no pudo ni si quiera llorar de frustración cuando el guardia lo empujó al suelo.