¿Quién embarazó a Percy Jackson?

06

Los días pasaban y Percy seguía confundido por muchas cosas. ¡Nada cuadraba!

1. Su papá seguía como el director del campamento.

"En realidad estoy agradecido por eso, aunque no me deja hablar con nadie... Pobre Clovis." —Pensó.

2. ¿Por qué los campistas le estaban regalando ropa de bebé? ¡Él no era tan pequeño!

"¡¿Por qué me la siguen dando a mí?! ¡Will es el que será padre! Al menos se la voy a dejar a su cabaña, ¡y siempre está tan feliz que termina llorando!

3. Su mamá había vuelto a casa y él lloró toda la tarde. ¡No entendía por qué estaba tan sensible!

"Debe ser porque no me dejó galletitas." —Pensó al día siguiente.

4. Varios semidoses seguían desaparecidos, y por alguna extraña razón, nadie los buscaba.

Percy recordó el día en que le presentó su preocupación a Quirón.

—No es nada, Percy, no te preocupes tanto. Estoy seguro de que están en un lugar mejor —dijo el centauro, pero eso solo alarmó al semidiós.

—¡¿Murieron?! —exclamó con pánico. ¡¿Sus amigos estaban bien?!—. ¡¿Papá lo sabe?!

La expresión de Percy cayó y parecía que comenzaría a llorar. Más tarde, podría jurar que Quirón miró hacia el interior de la Casa Grande con nerviosismo. Había algo dentro que estaba asustando al centauro. Esa... esa... ¿esa era un persona? No, eran unas cinco y tenían algo brillante en las manos. ¿Armas, tal vez? Percy no estaba seguro ni le prestó demasiada atención.

—¡N-No! ¡Percy! ¿Cómo pueden caber esos pensamientos en esa cabecita? —dijo el centauro, y Percy se sonrojó.

—¿Entonces?

—Quería decir que están, eh... nadando con los peces —anunció, pero Percy pasó por alto el tono sombrío. Un segundo después, el centauro estaba sonriendo amablemente—. Así que no te preocupes, ellos no han muerto.

—¿No han muerto...? —dijo incrédulo, luego apretó el puño—. Lo estarán cuando regresen.

—¿...Eh? —Quirón estaba confundido. ¿Percy estaba preocupado por esos semidioses y ahora planeaba matarlos?

—¡¿Cómo se atrevieron a ir a bucear sin mí?! ¡Esos estúpidos, ingratos, idiotas, estúpidos...!

—Ya dijiste "estúpidos"... —comentó Quirón, y Percy dejó de refufuñar.

—¡Es que son tan estúpidos que llamarlos así una sola vez no les hace justicia! —exclamó—. ¡Soy el hijo de Poseidón! ¡¿Por qué no me invitaron?!

—Percy...

—¡Y yo que les di sopa de pollo y galletas azules!

—Eh... Percy...

—¡Hasta los dejé entrar a mi cabaña! ¡¿Cómo se atreven?!

—¿Percy, qué acabas de dec...?

—Pero ya verán cuando regresen... Les meteré la espada por el...

—¡Percy! —exclamó el centauro.

El hijo de Poseidón dejó de patear las piedras y miró a Quirón avergonzado. ¿Por qué el centauro lo estaba regañando?

—¡Percy Jackson!

La voz femenina hizo que el semidiós y Quirón se congelaran. Ambos repasaron sus acciones del día para encontrar cualquier error que pudiera haber molestado a la chica.