¿Quién embarazó a Percy Jackson?

09

El ambiente en el Olimpo estaba cada vez más tenso. Los dioses fingían que no sabían de qué se trataba la reunión y esquivaban la vista cuando se encontraban con la mirada de Poseidón.

Los dioses nunca lo admitirían, pero estaban asustados, y después de ver "Sally Jackson, terror en el Olimpo", la presencia de la mortal no ayudaba a la situación.

¿Cómo habían llegado a ese punto?

Bueno... Percy ya tenía siete meses y sus padres y amigos habían decidido que era hora de saber la identidad del desgraciado que lo había embarazado, así que lo llevaron al Olimpo para tener una charla.

Hefesto se preguntaba qué clase de charla implicaba la presencia de cuchillos y una metralleta con proyectiles de bronce celestial, pero se maravilló con el diseño.

"De seguro la hicieron mis hijos." —Pensó.

Los dioses no eran los únicos presentes, también estaban los semidioses y las cazadoras. Todos querían saber a quién matar.

Percy, en su puesto siendo consentido por Hestia, ignoraba toda la situación y se atiborrada con comida o abría regalos que algunos le llevaban.

—Primero, que entre el sospechoso —dijo Annabeth con una libreta en la mano.

Todos esperaron para ver a Tánatos siendo escoltado por Reyna y Rachel con su temible cepillo azul.

—¿Tánatos? —llamó Percy, confundido por la presencia del dios que estaba siendo amarrado a una silla.

"¿Qué clase de fetiche tiene esta gente que vive amarrando a los demás?" —Pensó el semidiós.

—¿Qué estás haciendo aquí? Pensé que tu trabajo era a tiempo completo. —Siguió diciendo—. ¿Por qué estás...? ¿Qué está pasando?

—Hijo —habló Poseidón con nerviosismo al estar siendo vigilado por Sally—, me enteré de que este... engendro está...

—¡Hey! Ten más respeto por los dioses que pertenecen al Inframundo —dijo Hades, muy ofendido.

—¡Hablaré como quiera cuando Sally está... cuando estoy interrogando a los sospechosos, hermano! —espetó Poseidón.

—Ah... Ya no hay respeto —dijo Hades, mirando a Perséfone con pesadumbre—. Se han perdido las buenas costumbres y valores.

—¡¿Cómo puedes hablar de valores cuando secuestraste a mi hija?! —exclamó Deméter.

Hades se llevó una mano a la cabeza por la migraña que se estaba formando y Perséfone le dio palmaditas en la espalda para consolarlo.

—La valoré positivamente. ¡Ahí tienes tu valor! —espetó el dios.

—Madre... —llamó Perséfone, con cansancio.

—No quiero ser grosera, pero debemos centrarnos en mi hijo y no en sus disputas familiares milenarias —anunció Sally—. Y estoy segura de que el buen Ares está de acuerdo, ¿verdad, querido?

El dios de la guerra se puso más pálido de lo que ya estaba y comenzó a asentir rápidamente.

—¡Ah, tonta de mí! Lo olvidé, pero Ares no puede hablar en este momento... —dijo la mortal con una sonrisa amable.

Todos los dioses buenos para armar conflictos, se congelaron.

Afrodita comenzó a anotar los diálogos para el nuevo programa titulado "Conquistando el Olimpo con Sally Jackson. ¿Qué hicieron mal los titanes, gigantes y Gea?".