¿Quién embarazó a Percy Jackson?

07

Thalia y las cazadoras habían irrumpido en el Campamento Mestizo como una tormenta eléctrica, caótica y ruidosa. Los semidioses que sabían la razón de su presencia quisieron ocultarse, pero no les sirvió de nada. Eso los llevó a reunirse en la cabaña 1, donde se sentaron frente a una irritada hija de Zeus.

Thalia se paseaba por la cabaña soltando una sarta de maldiciones con aires de estar dando cátedra.

—No puedo creer que me haya enterado por Artemisa y no por mis supuestos amigos —reclamó.

—P-Pero nosotros no...

—Cállate —espetó a Will. Este se encogió en su sitio y bajó la cabeza.

—Thalia, estamos haciendo todo lo posible por encontrar al culpable, pero hasta los dioses están involucrados, así que no pode...

—Esperaba más de ti, Annabeth —dijo la cazadora—. Ni siquiera han podido decirle que está embarazado.

—¡Pero es tan difícil! —Se quejó Leo—.¡Y él es un despistado!

—¡Tus palabras tendrían algo de valor si no fueran dichas por el idiota que le hizo creer que le crecería un árbol de sandías en el estómago! —exclamó.

El hijo de Hefesto hizo un puchero.

—Yo solo decía... —Se excusó—. No tienes por qué insultarme, ¡soy muy sensible!

—¡Vete a llorar a otro lado! —regañó la cazadora—. ¡Y todos ustedes! ¡¿Qué tan difícil es decirle la verdad?!

—¡¡Mucho!!

Y los siguientes minutos se dedicaron a replicar que Percy no entendía nada, que era la peor tarea que habían tenido en sus vidas de semidiós, o que luchar contra monstruos era más sencillo.

—¡Silencio!

Todos se callaron y volvieron a sentarse con la cabeza gacha.

—¿No han pensado en lo peligroso que es para él desconocer su estado?

Su pregunta dejó a todos petrificados porque nunca pensaron que podrían perjudicar a su líder.

—¿Siquiera le han hecho un chequeo?

Will negó con vergüenza.

—Quién diría que estarías tan preocupada por él, Grace —dijo Clarisse con burla.

La cazadora sonrió tan amablemente que causó escalofríos en los que la vieron.

—¿No has pensado en los problemas que causará ese despistado en los próximos meses? No es como que me afecte... al final ustedes lo van a soportar porque yo estaré a kilómetros de distancia con la Caza.

La hija de Ares se calló a regañadientes.

—¿Q-Qué piensas hacer? —preguntó Frank con nerviosismo.

—Primero le diré la verdad, después... saldaremos cuentas, queridos amigos.

La sonrisa de la chica hizo que todos quisieran llorar, porque al parecer una hora de insultos y una que otra descarga eléctrica, no habían sido suficientes.

***

—Siéntate —ordenó Thalia—. Tenemos que hablar.

—¿P-Pasa algo malo? —preguntó Percy.

Todos estaban en la cabaña viendo como el líder del campamento se atiborrada en chocolates azules y los miraba con preocupación.