Solo dime que piensas?

•●Capitulo 2●•

Pasaron unas semanas desde que habíamos comenzado las clases, sin problemas, conocí a todos mis compañeros y pude hablar con ellos con normalidad, no me volvía amigo de alguien fácilmente, pero podía comunicarme con ellos de una manera fluida al menos.

—Tenemos que ir a festejar que ninguna chica se le acercó a nuestro amigo —dijo Fisrt mirándome—. Al menos por ahora—rio.

—Estoy de acuerdo contigo, pero aunque es bueno para el, tambien es malo para nosotros —afirmó Foei haciendo un puchero.

—¿Por qué es malo para ustedes? —cuestione confundido.

—Porque si no se te acercan a ti, tampoco a nosotros Bright —respondio riendo.

—¿Entonces prefieren que las chicas me molesten? —cuestione aún más confundido.

—¡No amigo! —rio Fisrt—. Vayamos a cenar mejor, hay un restaurante cerca que me dijeron que es muy bueno.

—Mm —asentí.

Luego de que nuestra ultimas clase terminará fuimos al restaurante que había mencionado First.

—Solo han pasado algunas semanas y ya estoy agotado —mencionó el sentándose en la mesa.

—Tú te cansas muy fácilmente amigo, ¿qué clase de estudiante eres? —cuestionó sonriendo Foei.

—Uno vago, ¿cierto? —respondí.

—Que gracioso Bright, ¿desde cuándo haces bromas? —cuestionó First mirándome.

—No era una broma —respondí mirándolo—. De verdad eres un vago.

—Demasiado directo —afirmó apuntandome—. ¿Ustedes de verdad son amigos míos?

—Ya basta niños, mejor pidamos la comida —dijo entonces Foei.

—Voy al baño, ya saben lo que quiero comer —afirme levantándome.

—Voy contigo Bright, tú ordena por nosotros First —le ordenó Foei y nos fuimos.

Y cuando salíamos del baño quedé paralizado en la puerta, porque frente a mi pasaba la cosa más hermosa que había visto en toda mi vida, nunca pensé que podría existir algo tan hermoso en el mundo, nunca pensé en encontrar algo tan hermoso, pero lo encontré y era algo tan simple, pero al mismo tiempo tan hermoso... su sonrisa, una sonrisa tan brillante, tan cálida, tan tierna, tan...
De esas sonrisas que hace que tú tambien sonrías, una de esas sonrisas que puede salvarte.
Para una persona a la que le es difícil descifrar sus propios sentimientos era raro sentirse así, porque en mi vida habia estado seguro de muy pocas cosas, y esa iba a formar parte de ellas, porque me gustaba, lo quería y estaba seguro de ello.

No pude evitarlo en ese momento y empecé a seguir a la persona a la que le pertenecía esa hermosa sonrisa.

—¿Bright dónde vas? —escuche preguntar a Foei detrás de mi—. Bright.

—Tan lindo —dije en voz alta y lo seguí.

—¿Qué?¿Bright?... ¿Bright? —repetía Foei viniendo detrás de mi—. ¿Bright qué haces?

Seguí a la persona dueña de es sonrisa por unos metros, y cuando llegué donde estaba me quedé parado delante suyo, mirándolo.

—¡Me gustas! —dije mirándolo a los ojos.

—Que mier.... —pronunció Foei y se acercó rápido a mi, apoyando su brazo por mi hombro—. Disculpen chicos, es una apuesta con mi amigo aquí, no es enserio —afirmó riendo—. Pensé que no se atrevería.