•●Capitulo 10●•

1.1K 180 11
                                        

Había esperado unos minutos después de que Bright salió de nuestro dormitorio, y luego lo seguí, sabía exactamente a dónde se dirigía, y cuándo llegó allí llame a Foei

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Había esperado unos minutos después de que Bright salió de nuestro dormitorio, y luego lo seguí, sabía exactamente a dónde se dirigía, y cuándo llegó allí llame a Foei.

—¿First qué sucede? Me crucé con Bright esta muy mal, ¿hablo contigo? —cuestionó al responder la llamada.

—Hablamos muy poco, pero dime tú estas con Win ahora...

—No, el salió con su novia amigo, ¿por qué?

—Quiero que pienses en una forma de hacer que Win venga hacia aquí.

—¿A dónde First?

—Te mando la ubicación y tú piensa.

—¿Qué sucede?

—Solo hazlo y después ven tú también, ¿ok?

—¡Ok!

Me quedé observando a Bright sentado allí solo, y eso me hizo recordar la primera vez que lo habíamos visto.
Teníamos unos once o doce años creo, estábamos a punto de comenzar la secundaria, ese día Foei y yo ibamos juntos a la escuela, porque éramos vecinos, y vimos a un niño correr con algo entre sus brazos, seguido por unos perros, no sabíamos que pasaba, pero lo seguimos porque tenía el mismo uniforme que nosotros.

Cuando llegamos a el vimos que lo que tenía entre sus brazos era un gatito que intentaba salvar de los perros. Entonces nos acercamos para espantarlos, pero mientras el intentaba subir sobre un muro para alejarse más resbaló, golpeando su rostro.
Después de unos segundos hicimos que los perros se fueran, y nos acercamos a el, vimos que tenía partida su ceja izquierda, había sangre cayendo por su rostro y su uniforme. Cuando quisimos levantarlo se alejó de nosotros, acurrucandose contra la pared, no sabíamos que hacer para ayudarlo, pero luego vimos en su mochila su nombre y apellido, entonces nos dimos cuenta que era el nuevo chico que se había mudado al vecindario, así que Foei fue hasta su casa a buscar a sus padres y yo me quedé con el esperando.

—Oye niño, ¿puedes oírme? —cuestione varias veces, pero el no me respondía y seguía temblando—. Escucha a mi también me gustan los gatos, hubiera hecho lo mismo que tú —dije y reí, entonces el volteo a mirarme por un momento, luego volvió a darme la espalda—. Puedes confiar en mi, mira —dije mostrándole mi uniforme—. Estoy seguro que vamos a la misma escuela, ¡vamos a ser mejores amigos lo prometo! —exclame sonriendo, entonces el volteó a mirarme una vez más y luego Foei llego con su madre.

—¡Hijo! —lo llamó ella asustada—. ¿Qué sucedió? —cuestionó acercándose.

—Salvo a ese gatito de unos perros, pero se lastimó el rostro —respondi mirándolo.

—Hijo mírame —le pidió ella acariciando su cabeza, el volteo y la abrazó fuerte, entonces ella lo ayudó a levantarse del suelo.

—Escucha vamos a limpiarte la herida y cambiar tu uniforme —dijo mirándolo, haciendo que el asentía a todo lo que decía con el gatito entre sus brazos.

Solo dime que piensas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora