Never Back Down. Saga "Angel Del Demonio" Libro #1

capitulo 6 "El poder del inframundo"

Mundo sobrenatural: páramo en las afueras de la capital.
31 de noviembre del 2017.

Al amparo de la noche, en las afueras de la gran ciudad de los cielos, caminaban los índigos en dirección hacia la ciudad Herrera de Jolfast, con la cual habían pactado una alianza luego de la segunda gran guerra sobrenatural.

Los índigos llevaban las nuevas armas que habían adquirido para la guerra, junto con el nuevo uniforme de las fuerzas de los cielos, el uniforme constaba de un chaleco blindado de kevlar con mangas que llegaban hasta la zona media del bíceps, protectores en los antebrazos, hechos de cuero negro con añadiduras de metal de dióron, un duro mineral que se encontraba en el mundo sobrenatural. Botas largas del estilo SWAT hasta la rodilla con añadiduras del mismo duro pero ligero metal, casco negro y pantalón táctico con fornitura y muslera con pistola 9mm. Junto con la gran mochila con equipo de supervivencia y una pequeña radio a pilas.

El grupo de jóvenes iban liderados por Andrei, quien estaba a la expectativa de cualquier movimiento sospechoso, observador de cualquier ser al asecho.

-a este paso deberíamos llegar en medio día, claro, si contamos el descanso de un par de horas a mitad de camino, no puede faltar eso- se burló con una sonrisa ladina. Tomas no tardó en retarlo.

—no deberíamos descansar así, no sabemos cuando llegarán a atacar Jolfast esos magos— agregó tomas confiado. Andrei lo vio fijamente con la misma mirada de pereza.

—si nos matamos para llegar rápido a la ciudad, no tendremos energía para pelear como se debe, además, el ataque está planeado para mañana— tomas se encogió de hombros, dándole la razón a su líder con evidente astucia.

La caminata siguió hasta que llegaron al bosque, Andrei miraba desconfiado la zona por la que estaban caminando, sin perder el tiempo, le dio la señal al grupo de parar.

—nos están observando— dijo mirando a los alrededores del bosque, los demás buscaban con la mirada, el grupo de Andrei apuntando sus armas hacia cualquier lado de manera torpe, y el grupo de tomas poniéndose en posición de ataque, a la expectativa de una emboscada.

—Andrei, ¡por los dioses! Nada nos puede observar aquí— intuyó confiada una índigo del grupo de Andrei, mientras este seguía observando los alrededores con sumo cuidado y atención.

De un momento a otro, Andrei preparó energía eléctrica en la palma de su mano para luego dispararla de manera precisa hacia una rama de un enorme árbol que tenían a unos pocos metros, luego del breve ataque, se escuchó un agudo chillido junto con el crujir de la rama, con la pobre iluminación del lugar se vio cómo caía del árbol un insecto exageradamente grande, con el aspecto de un ciempiés de color rojo turbio y negro, de casi medio metro de estatura, aproximadamente. Todos, a excepción de jimmy, vieron la escena con asombro, ¿cómo había logrado ver a ese insecto en plena noche?

—te lo dije, Jenifer— agregó Andrei luego de dirigirle la mirada a la índigo, la cual hizo una mueca de disgusto, mirando hacia otro lado.

El viaje seguía su curso, los índigos caminaban en silencio, con sus armas en alto, ahora mas alerta por el extraño ser que los acechaba.

El sonido era pobre, el ruido de las botas chocando contra el suave césped, la brisa que golpeaba sus rostros, el ruido de las hojas que eran movidas por la misma constante brisa del lugar, junto con el abrazador frío al que muchos de ellos estaban adaptados.