Coming from the wastelands

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Ches estaba reflexionando sobre su situación mientras buscaba un puesto con precios accesibles para comprar algo de comer. Glam ya llevaba cuatro días en su habitación y Ches sabía que era momento de tomar decisiones. En otras circunstancias podría darle más tiempo para ordenar sus pensamientos, pero su madre iba a notar pronto que el dinero para el alcohol estaba disminuyendo y eso haría imposible que no notara la nueva presencia dentro de casa.

Sin embargo, del saber al hacer había muchos pasos que Ches simplemente no quería tomar, esta situación simplemente requería más seriedad de la que podía reunir, que para empezar no era mucha. Suspiró pesadamente mientras comparaba un par de papas hasta que decidió cual tenía menos posibilidades de estar helada la agregó a su pila, pagó por ellas y emprendió su camino de regreso.

—¡Hey Glam! —llamó el moreno al entrar. Mientras acomodaba las compras en la "cocina" se dio cuenta de que hacía meses que no cocinaba, en su mayoría el dinero de la casa se iba a alcohol y él tenía un encanto particular con las abuelitas que las hacía querer alimentarlo, lamentablemente su encanto no se extendía al rubio, así que esta era su única opción para no morir de hambre.

Al no recibir respuesta Ches se dirigió a su habitación en busca del otro chico, al abrir la puerta suspiró con pesadez, todo estaba cómo lo había dejado esa mañana salvo por la obvia ausencia de Glam en el nido de cobijas a los pies de la cama.

—¿Dónde se metió este pendejo? —En medio de su molestia Ches se sentía un poco preocupado, el rubio no conocía bien los alrededores, al menos no de día, pero el chico ya estaba grandecito y sabía lo que hacía... probablemente.

Resignado volvió a la barra de la cocina para hacer algo de cenar. Justo cuando terminó de poner todo en la estufa escuchó un toquido rítmico, después de asegurarse de que todo estaba listo se dirigió a la puerta.

—Así que no huiste a la casa de tus otros amigos, —dijo el moreno mientras abría la puerta.

—Lo siento, pensé que volverías más tarde, —respondió el rubio.

—¿Y cómo demonios planeabas entrar?

—La ventana de tu habitación, —dijo sin pensarlo ni un segundo.

—Ni siquiera voy a preguntar por qué estás tan seguro de eso, ¿quieres comer?

La cara del rubio se iluminó de inmediato, el muy idiota seguramente no se había molestado en revisar si había algo para comer antes de salir. Ches solo había dejado un par de rebanadas de pan y mermelada, pero comida era comida.

—Vamos flacucho, ayúdame a lavar un par de platos para servir.

Mientras comían Ches estaba buscando la mejor manera de abordar el tema sin decir directamente "necesito que encuentres un trabajo o te vayas de mi casa en los siguientes dos días". Estaba tan inmerso en sus pensamientos que la voz de Glam lo tomó por sorpresa.

—Conseguí empleo, —dijo mientras colocaba su cuchara en su plato vacío.— Hay una librería en el centro que necesitaba a alguien de medio tiempo. Estuve buscando todo el día pero resulta que tengo muy pocas habilidades útiles para el mundo laboral.

—¿No hay muchos empleos para menores de edad desheredados? —contestó de inmediato para ocultar su sorpresa.

—Me temo que no, ese fue el único lugar donde no les importó mi falta de identificaciones. —dijo con el cansancio de alguien que pasó por un gran número de rechazos en un lapso muy corto.

—Hey no está tan mal, —comenzó a animarlo,— dentro de un par de meses serás todo un adulto y estos problemas serán historia.

—Supongo que tienes razón. Es solo que todo esto son cosas que jamás consideré en mis planes, —soltó un suspiro.—Supongo que aunque estoy muy emocionado, también me aterra pensar en todas la posibilidades que tengo ahora que soy libre. Hay demasiados factores que considerar y cuando pienso que ya lo resolví se presentan más posibilidades...

—Glam, —interrumpió Ches con la seriedad que había estado buscando todo el día.— No tienes que resolver esto solo y tampoco tienes que resolver todo en un día. No tengo mucho que ofrecer pero mi piso es tu piso por el tiempo en el que lo necesites.

La cara de Glam mostraba una expresión de sorpresa que dejaba en claro que no había considerado esta opción. Tal vez necesitaba una manera más efectiva de comunicarse con el chico, quién sabe qué ideas había estado maquilando en esa rubia cabezota.

—Gracias, eso realmente reduce mis preocupaciones. —Contestó el más alto con una leve sonrisa.

—Cuando quieras viejo, —respondió con una sonrisa serena.

Después de todo Glam no era el único cuyas preocupaciones se habían reducido en ese momento. 



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Hola personas del bosque!

Empecé a publicar este fic hace poco más de un mes en ao3 y la verdad no pensé en traerlo por acá, pero he recibido varios comentarios de lectores (o lectores potenciales) que me pedían que publicara aquí, así que después de meditarlo decidí darles gusto.

Todavía me estoy acostumbrando a la plataforma y ando cual viejita preguntando en todos lados cómo funciona esto, así que les pido que me tengan paciencia :v

En fin, espero que disfruten de esta historia! Y recuerden que los comentarios siempre son bienvenidos ;3

El título del fic viene de la canción "Stargazers" y el título del capítulo viene de la canción "In Quest For" ambas de Avantasia.

When we had run out of all fearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora