And then it changed when you sang me that song

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Ches estaba disfrutando de una merecida siesta cuando un fuerte ruido hizo que su corazón se fuera hasta su garganta.

—¿¡Qué carajos!? —Se levantó rápidamente y todavía desorientado buscó frenéticamente el origen del estruendo. A los pies de la cama volaban un par de largas piernas intentando encontrar el suelo.— Viejo, ¿qué mierda? usa la puerta como la gente normal.

Loharíaperotu... —el resto de la oración quedó perdida en medio del estruendo provocado por las piernas de Glam aterrizando sobre las cosas que ya había tirado con su entrada.

—¡CÁLLATE DE UNA VEZ, ESTOY INTENTANDO VER MI PROGRAMA! —ese grito contestó la pregunta que estaba a punto de hacerle al rubio.

Ches suspiró pesadamente y se acercó para ayudar al nudo de extremidades que estaba en su suelo.

—Lo siento viejo, me quedé dormido y no me dí cuenta en qué momento llegó.

—Está bien, no quería despertarte y la correa de mi mochila se atoró cuando intente aterrizar fuera de la cama. —sonrió el rubio un poco apenado.

—Viejo, prefiero que me despiertes tocando la ventana y no con un infarto, —le dijo mientras le revolvía el cabello, Glam golpeó su mano con buen humor.— Bueno hay que recoger este desastre ahora si quieres tener tiempo para descansar antes del ensayo.

Horas más tarde los dos chicos iban caminando hacia el sótano donde la banda ensayaba.

La banda empezaba a tener cierto éxito en la escena local y aunque todavía les tocaba ser el número de apertura en la mayoría de los bares y clubes sus admiradores iban aumentando poco a poco. Tener más tiempo disponible para ensayar había beneficiado ampliamente a la banda, aunque el trabajo de Glam y las clases de Ches ocupaban buena parte del día, era posible ensayar a una hora decente y no empezar el día como zombies; en teoría al menos, ya que invariablemente los cuatro jóvenes se quedaban hasta bien entrada la madrugada discutiendo y probando nuevos arreglos.

Ches estaba ansioso por llegar y mostrarle a todos la melodía en la que había estado trabajando desde hacía un par de días, ese era otro cambio importante que vino con el tiempo extra, ahora estaban trabajando en más música original. Ya habían sacado un par de canciones que habían tenido una buena aceptación con el público, pero Ches sentía que esta tenía el potencial de abrirles las puertas a más espacios y mejores horarios para tocar.

—Hey Ches, —la voz del rubio lo sacó de sus pensamientos.— Si logramos que ese club en el centro nos acepté por un par de noches al mes, creo que buscaré un nuevo lugar donde vivir. El señor Andrey me ofreció el turno completo ahora que el chico que atendía por las mañanas renunció, he investigado y creo que podría pagar por un cuarto al menos. Probablemente sea en una zona todavía más alejada pero creo que podría hacerlo funcionar.

Ches se detuvo en seco, entendía las palabras que Glam acababa de decirle pero no podía hacer que formaran sentido todas juntas. Durante este tiempo se había acostumbrado tanto a la presencia del otro que la idea de que el rubio ya no durmiera en el piso de su habitación le parecía incomprensible.

—Oye, si es por lo de esta tarde podemos mover un poco las cosas para que sea menos aparatoso que entres por la ventana. —Glam se había detenido unos pasos más adelante y al notar que Ches no tenía intención de seguir caminando se volteó completamente para verlo de frente. Sus enormes ojos azules parecían estar confundidos.

—No es por eso, aunque supongo que tiene algo que ver. —se quedó callado un momento como buscando las palabras exactas que quería utilizar.— Eres mi mejor amigo, me atrevo a decir que eres la persona que más me ha apoyado en la vida y prácticamente me acabas de conocer, —sonrió levemente.— Y es por eso que no quiero abusar de ti, sé que has tenido que hacer muchas cosas para que tu madre no note mi presencia en tu casa, no quiero ser una carga y no quiero meterte en problemas con ella. —La sonrisa ahora era más bien una mueca que intentaba disimular la tristeza y preocupación en los ojos Glam.

Ches cerró los ojos por un par de segundos intentando poner en orden sus pensamientos, había muchas cosas pasando por su cabeza pero solo una salió por sus labios.

—Hagamos esto juntos, —las palabras salieron tan rápido de su boca que hasta él mismo se sorprendió.

—¿Qué? —Evidentemente la sorpresa no solo había sido para el moreno.

—Salgamos de mi ratonera juntos, —dijo con más seguridad.— Si consigo un empleo de medio tiempo más el dinero de las presentaciones, podríamos dividir los gastos y no tendríamos que alejarnos demasiado de la zona.

—Pero tu madre...

—Mi madre no tiene poder sobre mis decisiones desde hace meses Glam. —lo cortó de inmediato recordándole que era mayor edad desde antes de encontrarlo en aquel callejón.

—Pero yo pensé que tú no querías dejarla. —la cara del chico seguía evidentemente confundida y parecía que su mente no podía procesar toda la situación.

—No es una cuestión de no querer dejarla, era simplemente más conveniente quedarme una vez que fui aceptado en el Conservatorio. —Eso no era del todo cierto, la relación con su madre era bastante complicada y si se ponía a pensar bien en esta situación seguramente se iba a arrepentir de todo lo que estaba diciendo. Tal vez estaba tomando esta oportunidad como un salvavidas para por fin tomar decisiones que había estado posponiendo una y otra vez con excusas cada vez más débiles.

—Definitivamente sería más sencillo para ambos, pero...

—Si no quieres llevarme contigo solo dilo viejo, —interrumpió con fingida indiferencia.

—¡No es eso! —respondió rápidamente,— pero no quiero que te sientas obligado a seguirme. —Terminó Glam en un tono tan bajo que si Ches hubiese estado un paso más atrás probablemente no habría entendido una sola.

—Creeme Glam, no eres lo suficientemente intimidante para obligarme a hacer nada. —Rió levemente poniendo su mano en el hombro del más alto.

—Hey, los chicos dijeron que soy aterrador. —se quejó el rubio, aunque su sonrisa delataba diversión.

—Viejo, debemos trabajar en tu detector de sarcasmo, —dijo divertido. En ese momento miró directamente a los ojos azules del otro y le sonrió de manera sincera.— Hagamos esto, juntos nuestra probabilidad de morir disminuye.

Eso último hizo que Glam soltara una risotada mientras negaba con la cabeza claramente divertido. Cuando volteó a ver a Ches el moreno sintió una corriente recorrerle el cuerpo, los ojos del rubio brillaban con decisión.

—Hagamos esto. —Le respondió extendiendo su mano.

Ches estrechó la mano inmediatamente. Podía ver su emoción reflejada en el rostro de Glam. No tenía idea de lo que les deparaba el futuro, pero juntos no podía irles tan mal. 




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Hola personitas del bosque!

Este ha sido uno de los capítulos que mas he disfrutado escribir. Al principio sabía para dónde quería ir pero no encontraba una manera natural de hacerlo, al final lo dejé por la paz un rato y cuando volví las cosas fluyeron y quedé bastante conforme con el resultado. 

Bueno, pues espero que les haya gustado tanto como a mí me gustó escribirlo. 

El título viene de la canción "That Song" de Amaranthe.

When we had run out of all fearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora