EPÍLOGO
—Carvajal, ¿no tenía usted psicólogo? ¿Por qué sigue torturándome, Carvajal?
Hoy Don Felipe parece tener el carácter un poco ácido, pero insisto en el hecho de que me estima aunque cueste verlo. Vine cargada de tentaciones: macchiato con caramelo y donut de chocolate. Vengo a verle para comentar algunos problemas de salud muy preocupantes y precisar detalles del tratamiento en curso.
—Verá, Don Felipe, tenía psicólogo, pero ya no lo veo. Salía muy caro.
—Entiendo, el psicólogo muy caro, así que se dijo «voy y acoso a mi médico que sale más barato».
—No, Don Felipe. Qué cosas dice, ya no lo necesitaba. Además, el tratamiento que estoy siguiendo me lo recomendó usted. Vengo a ponerle al día.
—¿Ponerme al día sobre la vitamina D? No es necesario, Carvajal.
—No es eso, Don Felipe. Me refiero al otro tratamiento, al que usted recibe hace 30 años.
—¿Volvemos a lo mismo?
—Mire usted Don Felipe, hace tres meses que lo recibo de manera regular.
—Muy bien, Carvajal, si no tiene nada más, haga el favor de salir.
—Y quería decirle que es el mejor tratamiento que he recibido, pero me preocupa que algunos síntomas no se van.
—¿Qué síntomas, Carvajal?
—Los nervios tontos, Don Felipe. Y el miedo a perder el tratamiento. Y unas ideas muy raras.
—Casi todo normal, Carvajal. ¿Qué ideas raras tiene? Para que a usted algo le parezca raro, muy extraño tendrá que ser.
—Me está pasando por la cabeza formalizar el vínculo con mi terapeuta.
—¿Con el psicólogo?
—No, no. Con la que me da el tratamiento efectivo de verdad.
—Qué líos tiene usted Carvajal.
—Verá Don Felipe, mi amiga Fer se casó hace tres meses. Yo creo que es su mala influencia la que está obrando en mí. ¿Usted qué opina?
—Opino que me encantaría estar en mi casa, en silencio, a muchos kilómetros de cualquier paciente.
Don Felipe es un encanto. Todos sus pacientes sabemos que hace muchos años podía haberse retirado, pero entonces, ¿de quién se iba a quejar? Somos muy necesarios para su salud mental.
—Lo entiendo, Don Felipe, pero volviendo a mis ideas peligrosas, ¿qué opinión le merece que yo quiera formalizar la terapia?
—Es normal, Carvajal. No es peligroso, no es raro, es normal. Ahora bien, recuerde que una firma en un papel no garantiza la efectividad ni la continuidad del tratamiento.
—Eso me da mucho miedo, que algún día me quede sin terapia.
—El miedo nunca se va, ya se lo he dicho. Y es una buena señal.
—Intentaré recordarlo cuando entre en pánico, Don Felipe. Muchas gracias, como siempre me ayuda mucho.
Salgo de la consulta de mi médico con una dosis extra de valentía para terminar de preparar la sorpresa que hoy le voy a dar a Juliana.
Solo espero que diga sí.
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Gracias por leer una historia más 💛✨
Por sus comentarios y estrellitas también, me motivan a seguir haciendo adaptaciones .El final de este libro me gustó ya que da a entender que se enamoró, pero de una perspectiva diferente. Y es un final feliz que queda abierto a la imaginación... aunque ya todas sabemos lo que pasará. ☺️
Saludos,
Chris ✨
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y sin querer, me enamoré - Juliantina Adaptación
Storie d'amoreHistoria con amor y comedia...