Our Son - JohnDo

》Cap. 12《

Era áspero, energético, desesperado mientras se empujaban entre sí. La cama chirrió gracias a las poderosas estocadas de su amante. Pronto se unieron de nuevo, gemidos y jadeos llenaron el aire.
   
   

El hombre que estaba encima de ella se retiró y se derrumbó a su lado. Ambos estaban jadeando y respirando pesadamente. Haeri se acurrucó en su costado, apoyando su cabeza en su sudoroso pecho - Estoy tan feliz de haberte encontrado la primera vez que nos mudamos, Dongyul.
    
   

Dongyul besó la cabeza de Haeri - Yo también Hae.
    
   

- Entonces, ¿tu esposa sospecha algo? Quiero decir, te he estado enviando mensajes de texto y llamándote bastante últimamente - Haeri se rió entre dientes.
    
   

Dongyul se burló - No, la perra es demasiado tonta para sospechar algo... ¿Y tu esposito?
    
   

Haeri se encogió de hombros - No. Supongo que está demasiado ocupado pensando en conocer a su hijo hoy, todo se trata de ese niño estúpido, bla bla Jeno esto, bla bla Jeno aquello... ¡Quiero decirle que ni siquiera me importa!
   
   

- ¿Y no querías ir con él?
    
    

- No quiero estar cerca de ese mocoso.
    
   

Dongyul se puso encima de ella - Oye, no te enojes cariño. ¿Qué tal si te quito esos pensamientos de la cabeza, eh? - Una vez más, él insertó su pene medio erecto y duro en su vagina demasiado húmeda, empujando lentamente y mirando los ojos de su amante rodar hacia la parte posterior de su cráneo.
    
   

Haeri sintió que se mojaba más, separó las piernas. El placer fue sensacional - Oh, sí. P, por favor papi...
     
   

    
     

    
     

    
    

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Johnny estaba decepcionado de que Haeri se hubiera ido otra vez, especialmente en un día muy importante. Parecía estar fuera muy a menudo desde que se mudaron. Bueno, suponía que ella tenía muchos amigos en esta ciudad que eran más importantes para ella.
    
   

Sin embargo, no iba a dejar que sus salidas lo molestaran. De hecho, se sentía menos tenso cuando ella no estaba cerca. No sabía cuándo su relación comenzó a ser así, pero fue desde hace mucho tiempo, incluso antes de volver aquí.
    
   

Un pensamiento que lo asustó y al mismo tiempo entusiasmado fue el hecho de que iba a encontrarse con Jeno. Dependía de Doyoung cómo iría el encuentro, por supuesto, y también sabía que no podía entrar diciendo - hey Jeno, soy tu papá - Eso ciertamente confundiría y aterrorizaría al pequeño.
    
   

Se miró en el espejo. Se aseguró de que estuviera limpio y decente, con el pelo bien peinado para causar una buena primera impresión y todo. Había optado por usar ropa que le brindara comodidad, como sus jeans azul oscuro y una camisa blanca. Se había afeitado y puesto su mejor colonia. Oh sí, John iba a sentirse feliz. Quería que todo fuera bien con Jeno y en unos pocos minutos más se enteraría si lo haría.